sábado, 1 de febrero de 2020

XXXVI Media Maratón "Ciudad de Zamora"

El próximo 15 de marzo se celebrará la treinta y seis edición de la Media Maratón “Ciudad de Zamora”. Sobre un circuito de 21097 metros y, además, otra prueba paralela de 10 kilómetros los inscritos podrán disfrutar de una de las pruebas de larga distancia más antiguas de Castilla y León, la cual transcurrirá sobre un circuito urbano homologado por la RFEA. Una prueba que, pese al paso de los años, la “competencia” de otras pruebas y de las muchas críticas que le han caído (unas con razón, otras con menos), ha sido capaz de aguantar el tirón y mantenerse durante más de treinta ediciones. Todo un lujo que, como ocurre en demasiadas ocasiones, no sabemos valorar lo suficiente, pero sí criticar.

Si nos remontamos al año 1984, treinta y seis atrás, nos encontramos con una media maratón en la que tan solo participaron 23 corredores. Muy poca participación, pero no nos debemos olvidar de que esto del atletismo popular por aquel entonces aun estaba empezando. Este mundillo estaba “en pañales” y
los medios eran más bien escasos, especialmente en ciudades pequeñas, como es el caso de Zamora. Aquella primera edición no estuvo bien medida y la victoria correspondió para el atleta zamorano Aníbal Rapado, con un tiempo de 56'55. Si rebuscamos, nos podemos encontrar con nombres del atletismo local que lograrían muy buenos resultados en este mundillo. En la clasificación, uno de los nombres que más sonará seguramente sea el de Ramiro Morán, gran obstaculista que logró ser campeón de España de 3000 metros obstáculos y de media maratón, teniendo como mejores marcas 8'17.49 y 1h03'55·, respectivamente. Pero no nos podemos olvidar de otros muchos atletas como Fernando Marbán o Carlos del Bien. Y, por supuesto, es imposible pasar de alto el nombre de dos zamoranos que han dado tanto (o, mejor dicho, todo) a esta prueba: Teo de las Heras y Ángel Martín. Gracias a ellos, y con el respaldo del Club de Atletismo Zamora, la Media Maratón “Ciudad de Zamora” ha logrado, año tras año, salir hacia delante.

Y es que, las cosas como son, organizar una carrera no es nada sencillo, ni ahora ni hace treinta años. En el caso de esta prueba, se tuvo que lidiar, primero, con los primeros años del atletismo popular, cuando esto estaba prácticamente en pañales y aun mucha gente veía a un atleta entrenando y pensaba que era “sospechoso”. No se sabía de qué, pero “sospechoso”. Por no hablar de lo de salir a correr con unas mallas bien ajustaditas a las piernas. Al igual que ocurría cuando los ciclistas iban con el culotte, los atletas también tenían que escuchar incluso insultos. Con el paso de los años, la prueba fue ganando tanto en nivel como en participación, llegando a tener atletas de alto nivel entre sus participantes. En los últimos años, como ha ocurrido en otras muchas pruebas debido, imagino, al auge del atletismo popular, se ha visto un poco disminuido, ganándose con marcas un tanto “peores” respecto a las que se hacían hace unos años. No es una crítica, solo una realidad. Y, por supuesto, si hay algo de lo que me gustaría dejar claro es mi admiración hacia el Club de Atletismo Zamora y hacia la figura de estas dos personas. El motivo no es otro que el haber sido capaces de llegar a la edición número treinta y seis de la prueba más larga que se hace sobre asfalto en la ciudad (no olvidemos que la carrera de Almaraz de Duero son unos 18-19 kilómetros) y que, a pesar de las muchísimas críticas que le cayeron hace unos años (que no fueron pocas y de las que voy a expresar mi opinión, guste o no), lograron que la prueba siguiera y en ningún momento la opción de tirar la toalla estuvo presente.

Si bien es cierto que durante muchos, muchísimos años se identificaba con un circuito entretenido a la par que duro, en la edición de 2010 se decidió (desconozco el motivo) a llevar esta competición al carril bici. Dos vueltas por la zona de lo que en Zamora conocemos como la Aldehuela y los Tres Árboles. Desde luego, un circuito que poco o nada tenía que ver con sus antecesores: alejado del centro y sin apenas opción para que hubiera gente animando, más allá de algún peatón o ciclista “despistado” que se encontraba con los corredores. La ventaja, un circuito completamente llano. Aquello no gustó en exceso a los corredores. Y aquí vino el problema. Edición tras edición, era muy habitual escuchar comentarios criticando a la organización acerca de por qué no se modificaba el recorrido y, a pesar de las muchas explicaciones de las muchas explicaciones que se pudieran dar con los motivos por los que se hacían las cosas, seguían cayendo críticas. También ha habido quejas hacia la bolsa de corredor o el precio de la inscripción, algo con lo que estoy de acuerdo en su justa medida, pues, si bien es cierto que el diseño de la camiseta lleva años siendo el mismo y la única variación introducida con el paso de las ediciones ha sido el color, creo que el precio es acorde a la bolsa de corredor que se proporciona y a la organización que tiene esta competición. Pero a lo que iba. Creo que está muy bien decir qué cosas están mal, pero tampoco estaría de más aportar soluciones. Muchas veces, los atletas tendemos a ensalzar todo lo que está mal de una prueba, pero no somos capaces de aportar qué haríamos nosotros para mejorar la competición en cuestión. En el caso de esta media maratón, debemos contar con que casi se hace “en familia”, con un número tirando a escaso de voluntarios si lo comparamos con otras de las pruebas vecinas. No me sirve aquello de “que busquen voluntarios”, porque también se ha hecho en más de una ocasión y no ha servido de gran cosa.

En resumidas cuentas, podría decir que estoy de acuerdo con lo que se critica, pero no lo estoy con la manera de hacerlo. Como decía, los participantes en este tipo de eventos nos tendemos a “cebar” con hablar mal de todo aquello que sí, lo está, pero no somos capaces de dar una solución. Y con la Media Maratón de Zamora lo hemos podido ver muy claro. Muy pocos se decidieron a echar una mano al Club de Atletismo Zamora y aportar su granito de arena para que la competición siguiera mejorando. Muchos siguieron participando como una supuesta ayuda para que la prueba en cuestión no se perdiera, y estoy seguro de que fue de gran interés para que no desapareciera, no digo que no, pero creo que, si lo que queremos es mejorar todo aquello que está mal hecho, lo ideal sería ser uno más de la organización, aportando lo que podamos. Como en todo, cuanto más personas estén ayudando, mejor podrá salir la competición.

Para cerrar el artículo, dejo un poco de información para todos aquellos que estén interesados en participar en la Media Maratón “Ciudad de Zamora”. La cuota de inscripción será de 13 euros hasta el día 1 de marzo y de 20 euros desde el 2 de marzo hasta el cierre inscripción, que será el 12 de marzo a las 24:00 horas. La inscripción podrá hacerse a través de la web de la Delegación deAtletismo de Zamora. La recogida de dorsales será el día 14 de marzo, de 12:00 a 14:00 horas y de 17:00 a 20:00 horas, y el mismo día de la prueba, de 8:30 a 10:00 horas en la Ciudad Deportiva Municipal de Zamora. Desde la organización piden que no se espere al último momento para recoger el dorsal. Junto al mismo se entregará una bolsa de corredor que incluirá una camiseta conmemorativa y productos de la tierra. La salida será a las 11:00 desde la Plaza Mayor de Zamora, estando situada la meta en las pistas de atletismo de la Ciudad Deportiva Municipal de Zamora. Para más información: Delegación de Atletismo de Zamora.