miércoles, 21 de septiembre de 2016

De lesiones va el asunto


Correr es adictivo. Cuando uno se calza unas zapatillas, tarde o temprano acabará cogiéndole el gusto y empezará a tomárselo como un estilo de vida y como algo que nunca queremos que falte. Salir a sumar unos cuantos kilómetros con nuestras zapatillas, preparar una competición o colgarnos un dorsal es algo realmente motivador. Pero, por desgracia, no todo dentro del mundillo del atletismo es “de color rosa”, y, como todos sabemos, también existen esas dichosas molestias, que en algunas ocasiones no dejan de ser eso, molestias, y nos van a permitir seguir corriendo; sin embargo, habrá otras ocasiones en las que, queramos o no, tendremos que poner punto a nuestros entrenamientos durante unos cuantos días si queremos recuperarnos por completo. En este último punto me encuentro ahora mismo.

Ayer tenía en mente hacer unas cuantas series largas como primer día de calidad. El hecho es que, según iba completando el calentamiento, las sensaciones estaban siendo pésimas, no me notaba nada cómodo y las piernas no acababan de ir nada sueltas. Finalmente, al completar los primeros veinte minutos opté por seguir rodando y acabar los últimos kilómetros rodando a buen ritmo. El rodaje iba siendo uno más, rodando sobre los 4'38-4'40 min/km, hasta que, hacia la mitad, di una mala pasada al hacer un giro. Empecé a tener una pequeña molestia en uno de los dedos del pie derecho. No le di demasiada importancia y continué rodando. Con el paso del tiempo esa molestia iba en aumento, hasta que, durante los últimos kilómetros, esa molestia pasó a ser dolor. Al parar y empezar a caminar, veía las estrellas. Lo primero que se me vino a la cabeza fue “¿cómo es posible que ahora tengo estos dolores caminando y he acabado hace dos minutos de correr 14 kilómetros?”. Aguantándome el dolor, llegué a casa. La cosa no pintaba bien, y empecé a darme cuenta de que, tuviera lo que tuviera, me la había preparado gorda, y que seguramente me tocara colgar las zapatillas durante unos días. En un principio, para hoy barajé la posibilidad de salir en bicicleta para evitar parar, y, aunque no poder correr, sí poder estar activo. Finalmente, y tras haber estado hablando con un par de compañeros, opté por parar por completo y no complicar más las cosas. Por lo tanto, hoy, en vez de completar los 16 kilómetros previstos, he tenido que conformarme con estar toda la mañana sentado, poniéndome hielo en el pie. Por lo menos, y acordándome bastante de las zapatillas, he aprovechado la mañana para avanzar algo del temario de las oposiciones, por lo que, por lo menos, tiempo no he perdido.

Deportivamente, ¿qué hacer ahora? Pues supongo que me tendré que aguantar las ganas de salir a correr hasta que se pase el dolor en el pie. ¿Deportes alternativos? Lo he pensado, y de hecho estoy deseando subirme a la bicicleta (ahora que no puedo correr, sí que tengo ganas de pedalear), pero creo que en esta ocasión, un deporte como el ciclismo, tan apto para algunas lesiones atléticas por su escaso impacto, no es recomendable para mi actual lesión, ya que es una zona con la que tengo que hacer cierta fuerza al dar pedales. No sé qué tal me vendrá la natación, quizá me venga mejor que el ciclismo, pero, para esta ocasión, creo que, aunque me cueste, estaré quito del todo. Como bien sabéis, me supone un esfuerzo muy grande estarme quieto, y si hoy ya me está costando, prefiero no imaginarme cómo estaré cuando vuelva a correr. No sé para cuántos días tendré, si para el fin de semana ya estaré listo o me tocará esperar dos meses. Por ahora, desde luego que me tocará reorganizar todo lo programado. No sé cuándo podré volver a correr, así que tampoco podré programar nada hasta entonces. La temporada de campo a través, que comenzará en el mes de noviembre, creo que se me quedará un tanto grande. Cuando me lesioné hace dos años, volví a correr a mediados de septiembre y en Atapuerca no andaba lo suficiente como para ponerme en la línea de salida de este tipo de competiciones, donde descolgarse ya estando en forma es muy fácil. A ver para cuándo logro ponerme a entrenar de nuevo, pero creo que, a priori, descartaré la posibilidad de ponerme un objetivo competitivo dentro de la temporada de cross, y me centraré (o por lo menos lo intentaré) en las pruebas de 10.000 metros, con el objetivo de siempre, ir a por esos 33'. Pero, para todo esto, antes tengo que recuperarme de esta lesión que ahora me tiene parado. A ver si la espera no es muy larga.

Nos vemos… haciendo deporte, claro. (Esperemos).

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