viernes, 20 de marzo de 2020

Parón obligatorio


Aparcamos planes y objetivos personales porque tenemos uno mucho más grande, que es ayudar a todo el país”. (Gema Martín Borgas).

Hace varios días que no publico nada en este espacio. Con la cabeza puesta en otras historias, la verdad es que he estado entretenido. Y, las cosas como son, no me gusta el motivo por el cual lo hago hoy: el coronavirus. Estamos bombardeados ahora mismo con un montón de información por todos los medios de comunicación (televisión, periódicos, radio…) y también a través de las redes sociales, lo que puede provocar, en alguna ocasión, que aparezca algún que otro bulo. Por toda esa información que nos encontramos, y porque si lo que queremos es saber más sobre el tema hay gente experta en esto, no quiero centrarme en esta entrada en los temas más específicos de este virus, igual que tampoco voy a entrar en temas políticos, pues creo que este blog tampoco es un espacio para ello. Sin embargo, sí me gustaría dar mi opinión acerca de algún tema que considero muy importante para nuestros mismos y sobre el que hay que insistir mucho: por favor, vamos a quedarnos en casa y solo salgamos cuando no nos quede más remedio. Por otro lado, también tengo previsto escribir sobre cómo afronto, desde el ámbito personal y deportivo, este hecho.

Nos encontramos en una situación un tanto comprometida con el tema del coronavirus. La verdad es que el contagio, por lo que podemos estar viendo a través de los medios de comunicación (me referiré siempre a ellos, pues en las redes sociales siempre tenemos la posibilidad de encontrarnos con un bulo) está siendo bastante rápido. Viendo el panorama, el Gobierno español decidió el pasado sábado declarar en nuestro país el conocido como “estado de alarma”, el cual es la segunda vez que se aplica en la historia de la democracia española. Su primera aplicación nos la encontramos en el año 2010 con motivo del cierre del espacio aéreo motivado por la huelga de controladores. No voy a profundizar acerca de si ha sido el momento de aplicarlo o se debería haber hecho antes o si se deberían haber tomado medidas para, viendo cómo se estaban desarrollando los acontecimientos en Italia y China, evitar que este virus se propagara tan rápido por España, porque, como dije, creo que esto son decisiones políticas y no quiero entrar al trapo. Pero sí me gustaría centrarme en una de los puntos en los que se está insistiendo mucho desde que se declaró el “estado de alarma”, que no es otro que el hecho de que nos quedemos en casa salvo para cosas muy puntuales, como puede ser ir a trabajar o a comprar comida.

Vamos a ver. Se está insistiendo por activa y por pasiva que no salgamos de casa salvo para cuestiones muy puntuales (comprar comida, ir a trabajar y poco más), debemos cumplirlo a rajatabla. Claro que a todos nos gustaría tener la flexibilidad que hemos tenido hasta ahora para poder salir sin preocupaciones de ningún tipo, y que, si queremos, podamos salir a practicar deporte al aire libre, a jugar con nuestros hijos o sobrinos a un parque o coger el coche e ir a la ciudad o al pueblo de al lado, pero estamos en una situación muy complicada de salud y con un “estado de alarma” de por medio. Debemos evitar contagiarnos y contagiar, pues así conseguiremos que, poco a poco, el virus vaya desapareciendo, y una de las medidas más importantes es la de estar recluidos en casa, saliendo lo imprescindible. No es algo de nuestro agradado, pero debemos ponernos todos a cooperar si lo que queremos es poder llegar a decir que hemos vencido al coronavirus. Porque, está claro, de no colaborar, nuestros servicios de urgencias y hospitales se colapsarán, produciendo situaciones muy, muy graves. ¡Por favor, vamos a quedarnos en casa y salgamos lo imprescindible!

Para cerrar un poco el tema más “específico” del coronavirus, me gustaría mandar desde aquí mucha fuerza a todos aquellos profesionales de los hospitales, desde facultativos a enfermería, TCAE, celadores, personal de limpieza… por estar ahí, a pie de cañón, plantando cara como profesionales de la sanidad, a este virus. Pero debemos estar muy agradecidos también y no olvidarnos de los transportistas ni de todos aquellos que, a través de sus negocios, estos días nos abastecerán de comida y medicamentos. A todos vosotros, muchas gracias por vuestra labor. Todos, absolutamente todos, desde los trabajadores del ámbito sanitario hasta transportistas, cajeros… os merecéis todos mis respetos. ¡Mucho ánimo chavales!

Como es lógico, esta situación también afecta al mundo del atletismo y del deporte en general. Se han aplazado varias competiciones (entre ellas, la Media Maratón “Ciudad de Zamora”) y los Juegos Olímpicos, la prueba reina del deporte mundial, corren cierto riesgo de verse afectados por este motivo. Desde luego, un cambio radical en lo que a la actividad física se refiere. Gran parte de estas competiciones aplazadas están a día de hoy sin fecha, y seguramente nos toque ver cómo evoluciona todo para saber cuál será la definitiva. El calendario elaborado con las fechas pertinentes antes de que sucediera esto ya estaba hecho (imagino) en base a las fechas del resto de carreras. Los organizadores buscan la mejor para su prueba para que no se solape con otra de semejantes características por lo menos en su Comunidad Autónoma (cuadrar fechas a nivel nacional ya va ser más problemático) y puedan participar varios atletas. Pero, de querer celebrar todas las competiciones afectadas por la situación que está atravesando actualmente el país, va a ser imposible que no coincidas en la mismo día carreras de iguales o diferentes características, tanto a nivel autonómico y, en muchos casos, provincial.

A nivel personal, la verdad que me encuentro raro. Creo que es la primera vez que me toca parar (y esto pinta a que va para largo) y a mi cuerpo no le duele nada, algo que, por otro lado, ya me resulta hasta sorprendente, después de toda la racha de problemas que he tenido. Esto de parar no es que me haya hecho lo que se dice mucha gracia, pero debemos intentar colaborar para que el coronavirus no siga extendiéndose y ahora mismo nos regimos por una serie de normas que incluyen no salir de casa salvo para cosas muy puntuales y esto de salir a correr no está incluido dentro de esas salidas puntuales. Cierto que para los que somos aficionados al deporte, nuestra sesión diaria de kilómetros es un bien de primera necesidad, pero me da que estos no vienen incluidos en la lista junto a la comida, así que nos tocará apechugar. En mi caso personal, y porque me conozco (en los últimos tres años me ha tocado estar bastante tiempo parado, por lo que “adivino” lo que va a pasar) sé que me va a costar estar tanto tiempo sin poder calzarme las zapatillas. La última vez que salí a hacer unos kilómetros fue el viernes, con un rodaje de 15 kilómetros, y desde entonces, no he vuelto a hacer ningún metro con las zapatillas. Hoy hace una semana justa de la última vez que salí a rodar y, siendo sincero, “me subo por las paredes”, como suele decirse. A ver cómo lo voy llevando.

Lo que está claro es que ahora no podemos plantearnos nada en cuanto a competiciones, porque no sabemos cuándo podremos volver a hacer kilómetros. Y en este aspecto, me llama la atención que aun a día de hoy, viendo el panorama, haya carreras que sigan abriendo las inscripciones y mantengan la publicidad, cuando realmente no sabeos cuándo podremos volver. Hace pocos días me salió una publicación en Facebook que precisamente trataba de esto. No lo entiendo, la verdad. Pero bueno, no es el momento de andar con esos temas. Debemos tirar de esa paciencia de la que solemos carecer los corredores y ver cuál será nuestro próximo objetivo. En mi caso, no me importaría que fuera algún 10.000 o incluso la media maratón de Zamora, siempre basando los entrenamientos en la carrera continua y sin ningún tipo de entrenamiento con series (aunque los cambios de ritmo no los descarto). Pero, como decía la gran atleta salmantina Gema Martín hace pocos días en el periódico digital, “aparcamos planes y objetivos personales porque tenemos uno mucho más grande, que es ayudar a todo el país”.

Nos vemos (o nos veremos)… haciendo deporte, claro.

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