Para un seguidor nato de ciclismo, que, desde Bahamontes a Óscar Pujol conoce a muchísimos ciclistas profesionales, ha sido una mala noticia la que ha recibido el ciclismo: Fignon ha fallecido.
Todos recordamos a aquel ciclista que tenía coleta pero no tenía apenas pelo en la frente. Era una persona con un carácter muy especial. Así mismo lo dice Perico Delgado: "Era un gran corredor rebelde, orgulloso, que en España fue odiado por aquel escupitajo a una cámara de TVE, era un hombre inconformista".
También, como bien dice Alberto Contador, " "hoy nos ha dejado un gran campeón, Fignon, tras una dura lucha. Fue un privilegio compartir unos momentos con él en París. Descanse en paz". Y es que ahora, Laurent acaba de superar la etapa más dura de toda su vida, ni sus victorias en el Tour de Francia o en el Giro de Italia fueron tan duras. Esperemos que ahora, también cuente en sus palmarés la victoria en la subida al cielo.
El "Caníbal", Eddy Merckx, dice que "lo apreciaba como corredor. Era un campeón completo. No se puede ganar el Tour de Francia si no se es un corredor completo. Además era un hombre de gran honestidad".
"Era uno de los héroes del ciclismo de los años 80 y 90 justo después y durante Bernard Hinault. Lo que más me marcó fue su primera victoria en 1983, una victoria juvenil, de la improvisación, del talento, de la audacia", afirmo Jean Marie Leblanc. "Era el testimonio de dos generaciones, Bernard Hinault era el último mohicano de la gran generación de campeones clásicos y Laurent Fignon fue el precursor del campeón moderno, con más impertinencia, más romanticismo", aseguró Leblanc.
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