Iván Ba |
Italia destaca por muchas cosas:
buena comida, buena cultura… y buenos ciclistas. Desde luego hemos podido ver
buenos deportistas profesionales. A lo largo de muchos años hemos disfrutado de
estos ciclistas. Coppi, Di
Luca, Bugno, Menchov, Cipollini, Basso… Mucho ciclista y de gran calidad.
Y son realmente combativos. ¿Quién no ha visto los duelos de Miguel Indurain
con Bugno? Son guerreros incesantes y lo demuestran siempre, dándolo todo en
las competiciones.
¿Y qué es lo que tiene Italia
que, pese a los años, sigue dando grandes ciclistas? Quizá la pasta, donde
ellos son los mejores… Fuera bromas, ellos tienen algo que nosotros no tenemos,
por diversas circunstancias, según pasa el tiempo: la afición. Desde la época
de Coppi han demostrado una gran afición que se puede ver en la gran cantidad
de ciclistas profesionales y empresas ciclistas que han salido de Italia.
Nosotros, un país no muy lejano, perdimos la ilusión pocos años después de la
era de Indurain. Una pena, de haber seguido, tendríamos otra vez grandes duelos
profesionales. Ahora está limitado a la famosa cabalgada de David Arroyo en el
Giro y las victorias de Alberto Contador. Además, un factor que hace que los
italianos creen esa afición es la ilusión por poner cierto encanto a sus
carreras. El Giro (a pesar de tener algún tramo de excesiva dureza) tiene mucho
encnato. Paisajes preciosos, junto a la ilusión de hacer de sus pruebas las
mejores, hacen que los italianos tengan un ciclismo diferente.
Los ciclistas de allí corren todas
sus carreras para ganarlas, pero, además, suelen ir a otras competiciones de
otros lugares y países con la misma intención. Quizá en eso ahora hayan bajado,
pero siguen manteniendo intacta su afición.
Ya comenté el tema de las empresas
y equipos italianos. Retomo el tema.
Bicicletas quellevan pueto en el cuadro Colgano o Bianchi dan un toque épico a
nuestras bicis, aunque luego seamos un grupo de cojos. Llevar esos nombres es
signo de calidad, seguridad y ciclismo épico. Lo mismo sucede con el
Campagnolo, por ejemplo. ¿Y los equipos? Hasta la pasada temporada estaba el
Liquigas, primero con Bianchi y luego con Cannondale. Ahora el equipo tiene
como principal patrocinio a Cannondale, pero las ganas son las mismas. También
está el Lampre que, s bien no ha llegado quizá tan alto como el actual
Cannondale, lleva muchísimos años de experiencia. Un equipo clásico en un país
épico.
Personalmente, me encanta el
ciclismo italiano, tanto por los ciclistas como por el material y sobre todo,
la afición, que en nuestro país solo es como la del País Vasco. Desde siempre
me he considerado fan de Danilo Di Luca, aunque Marco Pantani siempre será el
más llamativo por esos ataques cuesta arriba. Nunca me he considerado seguir de
Cipollini. No es un ciclista que me agrade especialmente, pero hay que
reconocer sus capcidades físicas, que son impresionantes.
Más nos valía aprender del
ciclismo italiano, que tantos buenos momentos ha dado al mundo del ciclismo, y
aprender de ellos.
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