Como quien no quiere la cosa ya estamos casi en invierno y se va notando a la hora de pasar frío. Hasta hace un mes podíamos salir todavía a las siete siendo de día y casi hasta con cierto calorcito pero, tras pasar octubre, la cosa se ha ido poniendo cada vez más fría, hasta llegar un punto, como el de hoy, donde encontrar agua congelada en la suela de las dos zapatillas es lo más normal, como me ha pasado a mi esta mañana.
La idea del rodaje de hoy era hacer 45 minutos a un ritmo relativamente pacífico (digo lo de relativo porque siempre me acabo picando). El día se había levantado frío y, encima, con esta niebla zamorana tan incómoda, que provoca que estés a menos de 20 metros de un puente y no lo veas. Cuando arranqué desde las pistas de atletismo mi idea era irme hasta Valorio para hacer la ruta que me gusta hacer por allí. Atravesé todo Olivares siguiendo con esa idea, pero no me di cuenta de que, para entrar a Valorio desde el Alto de San Isidro tenía que bajar por la pasarela, y estaría congelada y, si no quería coger semáforos, la mejor idea era coger la carretera de Almaraz. Así hice, aunque tuviera que coger más asfalto del deseado. Por esa carretera suelen ir pocos coches. Hoy ha sido de esas excepciones, pues nos cruzamos (digo nos cruzamos porque mi padre me acompañó en bici) con varios coches. Menos mal que, sabiendo la niebla que había, me cogí ropa con reflectantes en la parte trasera y, además, un par de reflectantes que suelo llevar para cuando salgo por la tarde-noche. En el kilómetro cinco me di la vuelta y volví por el mismo sitio por el que había vuelto. Por la zona de Gaza subí algo el ritmo, pero llevaba las piernas algo pesadas todavía del rodaje del jueves, así que decidí volver al ritmo al que iba antes, que iba cómodo. En Olivares hice una modificación y alargué por la parte que han reabierto después de acabar el Puente de los Poetas, de las zonas por las que más me gusta correr. Seguí hasta las pistas de atletismo, intentado tensar algo, pero acabé igual que en la zona de Gaza. En las pistas acabé dando alguna vuelta. Las pistas estaban con algo de escarcha y se oía cómo crujía. Al final he acabado con 11 kilómetros justos en 45'02". Me he notado, a pesar del frío y la niebla, bastante cómodo.
En lo que llevamos de semana estoy muy contento. El lunes salí con el grupo del Correcaminos, y acabamos con algo más de 13 kilómetros a 4:25. El martes hice algo menos pero más rápido, a menos de 4:05 el kilómetro. El miércoles volví a rodar 50 minutos pero tranquilitos. El jueves fue cuando más paliza me he metido para el cuerpo, haciendo algún cambio de ritmo. Hice tres kilómetros rodando, dos fuertes, uno suave, dos fuertes, medio kilómetro suave, medio fuerte, trescientos metros suaves y los últimos doscientos metros incrementando algo el ritmo pero sin ir a tope. Acabé con algo más de 37 minutos de rodaje a un ritmo que no me esperaba. Todavía queda el rodaje de mañana, que espero que salga bien. Lo haré algo más breve que estos últimos.
Por ahora, no iré a ninguna carrera hasta enero, que estaré en el Cross de Ávila. Me inscribí el otro día, pero aún no había encontrado la opción para comentarlo. Como os podéis imaginar no iré a sufrir, pero sí que iré a disfrutar ante todo y a pasármelo bien en tierras abulenses. Aún queda mucho tiempo, pero yo os lo comento.
Nos vemos.. haciendo deporte, claro.
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