A falta de escasos minutos para empezar a dar zapatilla. |
Tras casi tres horas de viaje, acompañados durante un tramo por el humo del incendio de una famosa fábrica de comida en Burgos, llegamos a Atapuerca. Tras la correspondiente entrega de dorsales y una vez montado todo, poco a poco tocó irse poniendo a calentar según las horas a las que tuviéramos que salir. Yo era el último del equipo, corría alas 12:25, así que tenía tiempo suficiente como para ver a todas las categorías. Realmente, creo que los resultados de los atletas estuvieron francamente bien. En mi caso particular quizá no tanto, muchos se esperaban verme en unas posiciones mucho más delanteras, pero ya había avisado con anterioridad de cómo llegaba. Este año debutaba con los Junior, donde correríamos 6000 metros. Tras el correspondiente calentamiento y tras pasar por cámara de corredores, apuré el calentamiento. Cuando nos llamaron, realmente creo que se respiraban bastantes nervios, pues para los que van a disputar es muy importante que la carrera salga bien. Personalmente, opté por salir de atrás para ir remontando poco a poco, pero me quedé asombrado de cómo salen ene sta categoría, más cuando el aire da a favor. Pensé que tarde o temprano pasaría a alguien que había pecado de ritmo, aunque me mentalicé sin problema de una probable llegada en última posición, aunque los ritmos que indicaba el Garmin eran bastante buenos. Poco a poco fui encontrándome bien, pasando los obstáculos de los troncos como podía. Siendo sincero, las sensaciones estaban siendo mejor de lo esperado, y durante el recorrido el número de atletas que me superaron fue bastante inferior al que yo pensaba. Los kilómetros iban pasando rápidos, y seguramente eso me ayudó a motivarme. Fui rodando a ritmos entre 3'30 y 3'40 (salvo el segundo kilómetro que lo pasé en casi 3'50") durante todo el recorrido, llegando a la recta de meta con suficientes fuerzas como para lanzar un pequeño sprint. Finalmente, acabé en 21'35", a 3'35 el kilómetro. Es cierto que no esperaba encontrarme así, y que había comentado que seguramente no iba a poder bajar de 3'45.
Con esta carrera he visto algunas cosillas. Por un lado, veo que muchas veces veo este tipo de carreras más como mis entrenos de calidad, donde ir a machacarme, a darme caña, sin importar el resultado cosa que no me sucede con las populares, donde el resultado puede tener su importancia, aunque siempre prima el disfrutar. Pero seguro que poco a poco, según me vuelva al ambiente, acabaré dándome otra vez caña en ambas pruebas, las federadas y las populares. Por otro lado, mi forma de correr creo que ha sorprendido a unos y le ha hecho poca gracia a otros. No estaba para salir delante, ni física ni mentalmente. Quizá podía haber aguantado uno o dos kilómetros con un grupo más delantero, pero si luego no iba a poder aguantar el ritmo, ¿para qué hacerlo? Así he evitado que el número de atletas que me han pasado sea superior al que iba a pasar yo, como me ha sucedido muchas veces. He pasado más atletas de los que a mi me han superado, y creo que eso está bien, y además me ha salido una carrera más rápida de lo previsto. ¿Qué más pedir?
Por el resto, el Cross de Atapuerca ha estado muy bien a nivel general con el Atletismo Zamora. Ahora toca seguir entrenando como hasta ahora y pensar ya en el Cross de Aranda de Duero. Estuve dudando entre ir a este o a Cantimpalos, pero viendo que la distancia varía solo en 300/400 metros y que dije que iría a los crosses que corriera mi hermano para darme también yo caña, seguramente acabe compitiendo en el Cross de la Constitución de Aranda. No descarto participar en el Cross de Venta de Baños y, aunque por circuito no me gusta y me parece un cross bastante lesivo, no me importaría volver a tomar parte de él. Luego, toca pensar en temas más populares y no olvidarse del Cross de Ávila, que será seguramente la primera popular de esta temporada, para luego pensar en algunas antes.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
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