Más
de un mes después de la última entrada en el blog, por fin logro
volver a escribir un poco en este espacio. Estos últimos días han
sido y están siendo unos días bastante intensos en diferentes
aspectos fuera del ámbito deportivo, lo que me ha llevado a tener
menos tiempo disponible para emplear, por ejemplo, en la escritura,
algo que, como siempre digo, me encanta, pero que no siempre puedo
llevar a cabo. Durante todo este tiempo, independientemente de esta
intensidad en algunos aspectos de mi vida y una disminución de
tiempo, no ha pasado nada demasiado importante. Aun así, me pondré
a escribir en el blog, aunque solo sea para “quitarme el mono”.
Nos
encontramos ya a mediados del mes de julio. El mes en el que se
disputa una de las pruebas más importantes del calendario ciclista
internacional, el Tour de Francia, que, por cierto, hoy ha sido
comentado, en compañía de Pedro Delgado y Carlos de Andrés, por
Jaime Rosón, corredor zamorano del Caja Rural. Debo reconocer que la
vuelta francesa no es mi prueba favorita del dentro del amplio
repertorio de pruebas profesionales. En los últimos años me ha
resultado una prueba monótona, con una manera de llevarse a cabo muy
similar año tras año. En esta ocasión, en las dos semanas que se
llevan disputadas, y a falta de la última, he tenido la impresión
de que no está siendo un Tour tan duro como en otras ocasiones, lo
que, quizá, puede haberle quitado una pequeña parte de esa
monotonía que comentaba. Pese a ello, no han ganado los puntos
suficientes para que sea mi prueba favorita, y el Giro y la Vuelta me
siguen pareciendo pruebas mucho más atractivas. La ronda italiana
tiene el inconveniente de que, en varias ocasiones, se exceden con la
dureza, pero, por lo menos para mi, se encuentra envuelta en una
burbuja de magia de la que el Tour, a pesar de la prueba por etapas
de tres semanas más importante, carece. Y si hablamos de la ronda de
casa, la Vuelta a España, me resulta una prueba mucho más
interesante debido, por un lado, a los cambios que está teniendo
desde hace unos años, aunque debo reconocer que hay algunas cosillas
que me gustaría que se cambiaran o, al menos, se corrigieran, como
la situación que se vivió el año pasado, cuando se repescó a un
montón de ciclistas que llegaron fuera de control, y por otro lado,
a que las zonas por las que pasa me resultan mucho más conocidas que
todas las ciudades o pueblos por los que pueda pasar el Tour o el
Giro, todo me es mucho más familiar, y eso creo que también ayuda a
que me haya enganchado más a la Vuelta.
¿Qué
me está pareciendo este Tour de Francia? Pues la verdad es que creo
que, para los ciclistas españoles, no va a ser su mejor edición.
Hemos visto cómo Alejandro Valverde se perdía todas sus opciones en
la contrarreloj inicial, una jornada donde la suya no fue la única
caída que hubo. Ion Izaguirre también se veía con los huesos en el
suelo y, como el murciano, se vio obligado a retirarse y a ser
sometido a una intervención quirúrgica. A partir de ahí, hemos
visto un montón de caídas, algo bastante típico en las primeras
etapas llanas del Tour, lo que no quita para que con algunos se haya
cebado más de la cuenta. Alberto Contador ha sufrido varios golpes
en lo que va de Tour, lo que ha llevado a que no pueda mostrar cuál
es su auténtica versión dentro de esta edición. Puede que el
madrileño no esté en su mejor momento de forma, y ya que sin esas
caídas no hubiera estado tampoco en condiciones para ganar la
clasificación General, pero está claro que sin esos golpes, todo
hubiera cambiado, y quizá hubiéramos visto a un Contador bastante
más agresivo, más comativo. Por lo demás, llevo ya un tiempo en el
que soy más bien poco seguidor de Nairo Quintana, pero debo
reconocer que tras el Giro y viendo su actuación en el Tour, me está
decepcionando aun más. Siempre he sido, y sigo siendo, seguidor del
Movistar, pero me da la impresión de que algo está fallando. Quizá,
el planteamiento de hacer Giro y Tour en la misma temporada no es la
decisión más acertada, y el esfuerzo de Italia le está pasando
factura, lo que, unido a lo que muchos opinábamos, teniendo a Nairo
como un ciclista al que le cuesta atacar, está provocando que tenga
que dar un cambio radical en su planteamiento si quiere recuperar el
nivel que ha tenido para muchos aficionados. Sobre Froome, creo que
está demostrando ser un ciclista con cabeza, que sabe controlar la
carrera. Me parece que, aunque no gane este Tour, será uno de los
mejores ciclistas por su manera de competir. Se le ha criticado mucho
sobre si depende mucho del potenciómetro, quitando emoción a las
carreras, pero creo que no todo depende de este aparato, y que tiene
hechos muchos más cálculos en su cabeza de los que parece.
Y
hablando del mes de julio y bicicletas, hasta no hace tantos años,
me encontraría en plena fase de recuperación entre una y otra
temporada, alternando sesiones de bicicleta y piscina, que
normalmente eran los deportes que solía practicar en estas fechas,
aunque un verano recuerdo que me dio por salir a caminar unas horas
un par de días en ese verano. Esto solíamos utilizarlo, como decía,
para recuperar de los kilómetros que hacíamos a lo largo de la
temporada y empezar la siguiente completamente recuperado, pero
habiendo trabajado a nivel cardiovascular, lo que luego, en teoría,
nos permitiría ir cogiendo la forma de una manera más sencilla. Sin
embargo, llevo tres veranos en los que prácticamente no he parado
nada de correr. El primero fue el de 2015, cuando me puse con la
bicicleta unos días antes en comparación con otras temporadas, unos
días que aproveché para hacer varios kilómetros sobre los pedales.
No voy a decir que no me lo pasara bien, pero me costaba ponerme el
maillot y salir a la carretera y recorrer varios pueblos de la
provincia, veía que, en ese momento, la bicicleta no me atraía
demasiado. Venía de una temporada en la que había estado muy
abandonada, y en contra de mis pensamientos (tras tanto tiempo sin
cogerla, pensaba que la cogería con muchas ganas), montaba sin tanto
disfrute como en otras ocasiones, lo que me llevó, una semana justo
después, a volver a calzarme las zapatillas y a empezar de nuevo a
encadenar zancadas. Sería la primera vez que correría todo el mes
de julio, porque, aunque en los primeros años que estuve con Teo
salía a rodar con las zapatillas, tan solo era eso, días
esporádicos. Sin embargo, ese año iba a entrenar prácticamente
desde principios del mes de julio. Tanto me gustó la experiencia,
que en los dos veranos siguientes he decidido repetir la experiencia.
La pasada temporada disfruté bastante del verano correteando, aunque
luego, al comenzar a hacer series, me lesioné y tuve que estar
parado un par de meses. En lo que llevamos este año de julio, sigo
con la misma mentalidad, salir a correr a diario. ¿Tocar algo la
bicicleta? Pues tengo una salida pendiente, que se tenía que haber
materializado ya, pero que, por cuestión de tiempo, no pudo ser
cuando estaba planeada, pero que espero que podamos llevar a cabo no
tardando mucho. Por lo demás, no tengo previstas más “citas”
con los pedales, por lo que seguiré haciendo carrera continua
durante este tiempo.
Y
la pregunta de todos años. ¿Volveré o no volveré esta temporada?
Ya resulta una pregunta incluso graciosa. ¡Pero si al final siempre
acabo entrenando de una manera anárquica! La verdad es que no me veo
mal haciendo kilómetros de carrera continua, disfruto haciéndolos,
pero de vez en cuando también me pica el gusanillo y me pregunto qué
pasaría si me pusiera a entrenar bien de nuevo. ¿Otra vez
lesionado? ¿Volvería a ir como hace unos años? Ambas cosas son
factibles. No puedo decir que no me guste competir, porque disfruto
haciéndolo, aunque últimamente el número de veces que me he puesto
el dorsal se ha visto muy disminuido, pero debo reconocer que, como
muchas veces he dicho, me cuesta centrarme y empezar a seguir de
nuevo una preparación enfocada a competir. Es algo un poco
contradictorio, me pica el gusanillo, pero, a la vez, me cuesta
seguir una preparación, pero es así. Pero vamos a dejarnos de
rodeos, ¿vuelvo o no vuelvo? Iré valorando, pero ahora mismo no me
importaría hacer un pequeño periodo de acondicionamiento, y si me
veo bien tanto física como mentalmente, volver a probarlo. No me
apetece lesionarme y volver a estar dos meses parado, pero
programando un poco mejor las series, ¿por qué no intentarlo?
Nos
vemos… haciendo deporte, claro.
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