En la última entrada de mi
blog dediqué un pequeño párrafo a escribir sobre la Media Maratón
“Ciudad de Zamora”, que se celebrará el próximo 18 de marzo en
la catalogada por muchos como la “Ciudad del Románico”. En esta
ocasión, me gustaría dedicarle algo más amplio a esta prueba
zamorana, que dentro de un mes y medio cumplirá nada más y nada
menos que treinta y cuatro ediciones, lo que le lleva a ser una de
las medias maratones más antiguas de Castilla y León.
Allá por el 1984, cuando el
atletismo a nivel popular estaba comenzando a tener cierto auge y el
proceso de ver a la gente que corría como personas normales y no
como “bichos raros” estaba dando sus primerísimos pasos, un
grupo de corredores, exactamente 23, tomaron la salida de la que
sería la primera edición de la media maratón de Zamora. Cabe
destacar que en aquella edición no fueron 21 los kilómetros a
recorrer, pues la prueba midió, aproximadamente, un par de
kilómetros menos. El primer vencedor fue el zamorano Aníbal Rapado.
De entre los participantes, caben destacar otros corredores, también
de la capital, que fueron piones en este deporte en la provincia y
que lograron unos resultados más que aceptables. Podríamos hablar,
por ejemplo, de Ramiro Morán o Carlos del Bien.
En aquella primera edición no
podían faltar tampoco dos personas que han sido fundamentales en la
historia de esta competición, como son Angel Martín (1h04'59) y Teo
de las Heras (1h05'32), décimo y undécimo, respectivamente. Ambos
atletas, aunque ya no corren, han seguido vinculados al atletismo y,
en concreto, al Club Atletismo Zamora del que, al igual que de la
media de Zamora, fueron fundadores. Su labor hacia el atletismo
zamorano, con el apoyo de dicho club, es innegable. Claro ejemplo es
la prueba más larga de asfalto que se organiza en la capital, que,
tras más de treinta ediciones, han conseguido seguir sacando hacia
delante, a pesar de las muchas críticas que ha recibido la
competición.
La media maratón de Zamora, a
lo largo de muchas ediciones, fue todo un referente para los atletas
de Castilla y León. Muchos años era la prueba elegida para
“inaugurar” la temporada de pruebas de 21097 metros, a la cual,
muchos venían para comprobar su estado de forma de cara a las
siguientes competiciones de la misma distancia. Las referencias que
llegan de aquella época son de una prueba tirando a dura, con
cuestas, con cierto nivel y atletas de diversas localidades
castellano-leonesas. Incluso en el año 2000 fue Campeonato de España
de la distancia, con victoria para el atleta Antonio Peña, con un
tiempo de 1h03'14 en la clasificación masculina, y para Elena
Sampaio en la clasificación femenina. Muy buenos tiempos para la
prueba.
Unos cuantos años más tarde,
con el boom actual del atletismo popular (bueno, del “ranin”, que
es lo que realmente tiene bombo), han ido apareciendo diferentes
pruebas que, por decirlo de alguna manera, han ido haciendo
“competencia” a una de las medias maratones más antiguas de la
Comunidad Autónoma, lo que ha afectado en cierta medida a la
competición zamorana. Medias maratones de “reciente” creación
que se han ido colocando en fechas cercanas a la de Zamora han
provocado que muchos corredores hayan optado por correr en pruebas
con un aparente atractivo superior. Aquí me gustaría hacer un par
de matices con el único objetivo de aportar. Por un lado, hay que
reconocer que la organización, me imagino que siguiendo un criterio
lógico, tuvo que prescindir durante unos años, de sus
característicos recorridos urbanos, pata tener que dar un par de
vueltas al carril bici para completar los 21 kilómetros. Aunque el
circuito era llano y se prestaba para correr rápido, entiendo que no
gustara en exceso, por no tener más atractivo que seguir la orilla
del Duero. Por ésto, dicha competición recibió una cantidad de
críticas considerables. Puede que el recorrido no fuera el más
ameno de todas las ediciones celebradas hasta entonces, y que no
pasara por el centro de la capital, pero, bajo mi punto de vista,
hubo muchas críticas hacia la organización de la prueba, pero muy
poca gente que quisiera arrimar el hombro para que esta media maratón
pudiera retomar su recorrido por las principales calles zamoranas.
Por otro lado, me gustaría aportar una pequeña idea, la cual
desconozco si existe ya o no. Creo que, con este auge que está
teniendo el “ranin”, que ha llevado a que ahora en muchísimas
ciudades se hagan pruebas de media maratón, se debería establecer
un orden a la hora de poner las fechas de cada una de ellas en base a
la antigüedad. Durante unas cuantas ediciones, nos hemos encontrado
con que la media de Zamora ha coincidido en el mismo fin de semana
con otras competiciones de 21 kilómetros. Bajo mi punto de vista, me
cuesta entender que unas competiciones de más recientes creación
pongan su prueba en las mismas fechas que otra que lleva muchísimas
más a la espalda. No quiero que suene esto a que tan solo defiendo
la media “de casa”, sino que creo que es algo que se debería
establecer a nivel general, y tampoco quiero que esto quede como un
acto de soberbia respecto a otras medias maratones más recientes,
pero creo que sería algo muy interesante y que, en muchas ocasiones,
evitaría que coincidieran dos pruebas de iguales características en
el mismo día.
Me gustaría dedicarle un
párrafo al recorrido actual de la prueba. Tras estar unas ediciones
en el circuito del carril bici, en el 2014, coincidiendo con la
edición número treinta, se dio paso a un nuevo recorrido, saliendo
de la Plaza Mayor de Zamora y llegando a las pistas de atletismo de
la Ciudad Deportiva Municipal de Zamora tras recorrer los 21097
metros de la competición. La ruta hace los primeros kilómetros
enlazando la zona de la Plaza Mayor, La Marina y los institutos con
la zona de La Aldehuela, para ir paralelos a la orilla del Duero por
el carril bici y, una vez completados los primeros ocho kilómetros,
pasar por la Ciudad Deportiva en el nueve y poner rumbo a la zona
céntrica de la ciudad, donde se hacen dos pasos por el Puente de los
Poetas. Aunque es un circuito bastante llevadero, no podemos
confiarnos demasiado, sobre todo en los primeros kilómetros, que son
llanos y para abajo en los primeros nueve. A partir de ahi, nos
encontramos con la subida entre Cristo Rey y el instituto Maestro
Haedo, coincidiendo con el kilómetro diez. El Puente de los Poetas
tiene hasta la mitad, un tramo en pendiente que engaña bastante (no
nos olvidemos que se pasa dos veces, una vez a la ida y otra vez, a
la vuelta), y hacia el kilómetro 14 toca la subida de la zona de
Rabiche. El año pasado, cuando rodé hasta el 19 en el circuito,
ahí, a pesar de ya conocerla de la edición del 2016, pagué la
novatada, subiéndola más rápido de lo que podía, lo que me llevó
a que, a partir de ahí, empezara a ir a menos durante muchos metros.
Para rematarlo, cuando parecía que empezaba a notarme mejor, me vine
demasiado arriba y el famoso “hombre del mazo” que me vino a ver
en esa subida volvió a visitarme.
Para esta edición, intentaré
estar presente con la idea de completar los 21097 metros de lo que
consta la prueba, 21097 metros que, por decirlo de alguna manera, son
“reales”, pues están homologados por la RFEA. La verdad es que,
viendo cómo estoy ahora mismo, me doy con un canto en los dientes si
logro hacer 1h45', lo que sería de media en torno a 4'50-5'00
min/km. La verdad, espero que en este mes y medio pueda mejorar lo
suficiente para poder hacerla a un ritmo de 4'30. Reconozco que para
mi es muy bonito poder ser uno de los atletas que salen en la media
de Zamora. Recuerdo que, de muy pequeño, mi padre me llevaba a
reventar las botellas que los corredores iban tirando por algunas
zonas del recorrido que se hacía cuando yo tenía unos tres o cuatro
años, y alguno que otro posterior. Años más tarde, recuerdo que
una vez salí de casa y al poco, me encontré con los corredores
rumbo a la salida. Yo no tenía ni idea de que ese día se celebraba
esta prueba, y la verdad, me quedé asombrado de que hubiera gente
capaz de correr tantos kilómetros seguidos. A finales de ese mismo
año, 2009, empecé a correr con el Atletismo Zamora de la mano de
Teo de las Heras, lo que me llevó a tomar contacto con esta prueba.
Ahí fue tomando forma la idea de, un día, poder salir y llegar en
la prueba de 21 kilómetros “de casa”, objetivo que pudo
cumplirse en 2015 y que finalmente fue en 2016. Como curiosidad,
siempre decía que mi debut en esta distancia sería en esta
competición, pero, tras correr un cross de Ávila, me regalaron una
inscripción para la ciudad famosa por su muralla, lo que me llevó a
correr mi primera media maratón allí, en el mes de octubre, con un
tiempo de 1h30'06”, para hacer en marzo de esa temporada la de
Zamora, con un tiempo de 1h30'54”.
Nos vemos… haciendo deporte,
claro.
1 comentario:
Leyendo poco a poco, es más largo que una pasaje de la biblia jejeje.
Muy interesante por cierto
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