La
presa de Almendra siempre ha levantado en mi cierta sensación de
“admiración”. Una construcción de unas características más
que llamativas, con una altura de unos 202 metros. Y no solo éso,
sino la gran cantidad de agua que tiene y todo lo que se esparce
tanto por pueblos zamoranos de la comarca de Sayago como por pueblos
salmantinos. Pero, sin lugar a dudas, una de las cosas que más me
llamaba y me llama la atención es saber cómo era aquello antes de
su construcción, allá por los años 60, y saber en concreto qué
había debajo del agua. Un día, hace ya algún que otro año, me
puse a investigar por Internet en busca de una solución a estas
últimas curiosidades. De una a otra web y de un vídeo a otro de
Youtube, me encuentro con un nombre. Empiezo a saber que, bajo las
aguas de la presa de Almendra hay un pueblo. Siguiendo con mis
“investigaciones”, descubro que éste se llama Argusino, y que
hasta septiembre de 1967, fecha en la que las aguas de la presa se lo
llevaron, fue un pueblo más de la comarca zamorana de Sayago. La
verdad es que viendo artículos y entrevistas tanto por webs como por
Youtube de personas nacidas en Argusino y descendientes del mismo
contando su historia, han levantado en mi una sensación de
curiosidad enorme. Para hoy, me gustaría escribir sobre este pueblo
sayagués y, sobre todo, de todos esos sentimientos que me han ido
apareciendo según he ido leyendo y escuchando cosas sobre el mismo.
Argusino. (Foto: Argusino Vive). |
Salida de la primera edición de la carrera de Argusino. (Foto: SmartChip). |
Presa de Almendra. (Foto: Salamanca RTV al Día). |
Unos
pocos años más tarde de la inundación del pueblo, se levantó la
ermita de la Santa Cruz , cerca de Salce, también en Sayago. Esta
ermita sirve de punto de encuentro para todos los hijos y
descendientes de Argusino, y es aquí donde, 50 años después de la
inundación, se sigue haciendo la romería y el correspondiente
ofertorio. Con el paso de los años, suceden un par de cosas
importantes, cuyo objetivo principal es evidente: evitar que el
nombre de Argusino caiga en el olvido. Por un lado, se publica el
libro titulado “Argusino, un pueblo que duerme bajo las
aguas”, cuyo autor
es José Miranda, en el 2008, cuando habían pasado 41 de la
inundación del pueblo. Por otro lado, en el 2017, se crea la
asociación cultural Argusino
Vive, cuyo objetivo es
intentar juntar, de alguna manera, a los argusinejos y descendientes
y, por otro, aprovechar este 50 aniversario para desarrollar unas
cuantas actividades que sirvan para recordar al pueblo sayagués
inundado.
Argusino, con su iglesia al fondo. (Foto: Argusino Vive). |
Imagen de Argusino en uno de los momentos en los que ha bajado el agua de la presa de Almendra. (Foto: Argusino Vive). |
Está
claro que la construcción de la presa de Almendra, a la cual ahora
quieren denominar presa de Argusino, era algo necesario para lo que
se denominaba como “progreso”, y claro ejemplo es que cincuenta
años después sigue funcionando, pero, bajo mi punto de vista, y sin
querer remover en algo duro y que sucedió hace muchos años, creo
que aquí falto algo fundamental. Si bien, como decía, esta
construcción era importante para conseguir energía eléctrica, algo
sin lo cual nos sería realmente complicado vivir, sobre todo
actualmente, cuando casi todo depende de dicha energía, creo que no
hubiese estado de más que, desde la institución que correspondiera,
se hubiese ayudado a los argusinejos en la creación de un poblado
que acogiese a todas las personas que vivían en Argusino. Debemos
tener en cuenta que esta gente se marchó dejando de lado, en muchos
casos, toda su vida. Puede que el hecho de vivir en un pueblo de
nueva creación no fuese lo mismo que vivir en su Argusino natal,
pero habría permitido a las personas poder seguir viviendo todos
juntos.
Logotipo de la asociación cultural "Argusino Vive". (Foto: Sentir Zamora). |
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