Después
de la racha de lesiones que he tenido desde que me fracture las dos
costillas en noviembre de 2017, el hecho de llevar cuatro meses
rodando sin problemas ya se me hacía hasta raro. Y es que he llegado
a un punto en el que para nada me fío de cuerpo. Por desgracia, mis
sospechas hoy se despejaron. Tras cuatro meses rodando, de nuevo, me
tocará parar unos días debido a una pequeña sobrecarga, que si
bien me deja hacer caminar sin mayores problemas, ha supuesto que
lleve unos días corriendo con molestias y que hoy, después de hacer
poco más de un kilómetro, haya decido parar y dejar que el cuerpo
se vaya recuperando. De verdad, creo que la vejez deportiva me ha
llegado demasiado pronto.
Hasta
hace cosa de un par de años creo que podía considerarme un
afortunado con el tema de las lesiones, porque tan solo una lesión
(también de espalda) me había impedido calzarme las zapatillas con
regularidad durante un mes. Salvo en ese momento, los problemas que
había tenido se limitaban, en muchas ocasiones, a un par de días de
bicicleta, y en alguna ocasión, no me hizo falta ni dejar de lado
las zapatillas. Sin embargo, desde una lesión en un dedo del pie a
finales del verano de 2016, todo han sido lesiones que no me han
dejado calzarme las zapatillas durante bastante tiempo. Con aquella
estuve un par de meses hasta que conseguí retomar las sesiones de
carrera continua (para variar, me hice daño después de hacer
series), luego ya vinieron las primeras molestias con el tendón de
Aquiles y, al poco tiempo, la fractura de las costillas, que me tuvo
un mes y medio. Para rematar, vuelvo y me toca parar otra vez debido
al dichoso tendón, lo que me llevó, al volver a intentar correr, a
tener otras dos sobrecargas. Al final, entre el Aquiles y las dos
sobrecargas, lo que me llevó a estar tres meses y pico con la
primera y uno con la segunda. ¡Toma ya! Luego, en diciembre, vino la
lesión de la carrera de Bobadilla del Campo, cuando me cayeron otras
tres semanas. Desde finales del mes de diciembre estaba ya rodando
sin mayores problemas, hasta que hace unos días me apareció una
pequeña molestia en la espalda, la cual poco a poco ha ido en
aumento. Ayer por la tarde me molestó bastante, y la verdad es que
esta mañana, cuando llevaba poco más de un kilómetro, decidí
parar. Creo que podía haber hecho un rodaje bastante más largo,
pero estaba ya muy cansado de tener molestias. Aunque estos días
habían sido intermitentes y prácticamente notaba algo durante los
primeros minutos, poco a poco esos minutos con molestia, aunque
ligera, han ido aumentando. Ayer, para acabar de rematarme, estaba
acabando de rodar y en un momento dado hice un pequeño giro con la
espalda en un tramo en ligero descenso, y noté que esta sobrecarga
se contraía bastante. Por eso, esta mañana ya salí con ciertas
dudas sobre si iba o no poder aguantar unos kilómetros. Y, como
decía, harto de tener que rodar con molestias, cuando llevaba poco
más de un kilómetro, media vuelta y caminando para casa.
Mi
pensamiento ahora es sencillo, pero con una respuesta complicada:
¿podré, en algún momento, poder completar una temporada entera sin
tener que preocuparme por los comentarios típicos de “me duele
aquí”, “me duele allí”, “ya me toca parar otra vez” y
demás? Estoy un poco cansado de esta dichosa racha de lesiones, la
verdad. No puedo tener ninguna continuidad rodando (claro ejemplo es
que, desde noviembre de 2017, lo más que he estado rodando han sido
cuatro meses) y me quema bastante. No es la primera vez que se me
pasa por la cabeza dejar ya no solo el atletismo, sino el deporte, y
dedicar el tiempo que le dedico al deporte a otras cosas, pero debo
reconocer que este deporte es, sin duda alguna, mi deporte favorito,
ya no solo como practicante de la carrera a pie, sino por todo lo que
envuelve al atletismo en general. Por eso, y a pesar de todos estos
problemas que estoy teniendo para poder correr, me niego a dejar este
deporte. Pero ésto no quita para que, en este momento, y sumando a
la lista que va aumentando demasiado en los últimos meses, me sienta
decaído y bastante desmotivado, a la vez que mosqueado. Espero que
esto no sea más que una, a lo sumo dos semanas, y que en breve pueda
estar de nuevo haciendo kilómetros, pero ya es unos días sin poder
hacer nada, perdiendo sesiones y teniendo que dejar de lado (otra
vez) la regularidad que durante estos últimos cuatro meses había
ido manteniendo.
Una
de las dudas que ahora me asaltan es la de si es mejor opción parar
del todo o alternar bicicleta y natación. Mal que me pese, creo que
esta vez tendré que inclinarme por el descanso completo, aunque,
como digo, lo tengo aun en duda. Por la postura de la bicicleta,
sobre todo de la de carretera, creo que podría perjudicarme más que
beneficiarme, y la natación tengo el inconveniente de que, aparte de
que mi técnica no es muy boyante que digamos, solo sé nadar a crol
(espero no haberme equivocado al escribirlo) y me imagino que
haciendo el mismo gesto con el brazo de manera repetitiva tampoco me
convenga demasiado. Así que seguramente me toque tirar de paciencia
y esperar a que ésto acabe de curar para retomar las sesiones de
carera continua.
La
verdad es que me fastidia bastante haberme lesionado (bueno, claro,
¿cómo me iba a gustar lesionarme? Vaya comentario…), porque ahora
mismo, aunque no estaba rodando excesivamente rápido, debo reconocer
que sí he disfrutado muchísimo de estas sesiones. Es cierto que he
llegado a un punto en el que valoro más el poder salir a rodar
durante, por ejemplo, una hora, que poder decir que he corrido un
kilómetro en 3'40. Salir a rodar sin un ritmo determinado,
simplemente por correr, improvisando la vuelta que voy a dar según
voy haciendo los kilómetros y sin tener que pensar en ningún ritmo
concreto para mi es una gozada. Es verdad que, comparando los ritmos
que he estado tocando ahora con los que manejaba hace unas
temporadas, poco o más bien nada tienen que ver, pero es cierto que
ahora he disfrutado mucho, pero que mucho más que entonces. ¿Que
corro a 5'15 min/km? Pues, si me lo estoy pasando bien y cumplo con
los kilómetros o el tiempo que tenía previsto hacer cuando arranqué
a rodar, pues perfecto. Muchos conocidos me preguntan que si no me
aburro haciendo solo rodajes, empezando las sesiones tan despacio
(hay muchos días que el primer kilómetro “cae” sobre los seis
minutos, y algunos, como el miércoles, a casi 6'10), sin hacer
cambios de ritmos ni series o sin ir a competiciones… La verdad es
que no, no me aburre porque, la verdad, es como realmente disfruto,
haciendo carrera continua al ritmo que me pide el cuerpo. Y si puede
ser con una buena “ensalada” de kilómetros, aun mejor, pues, sin
duda alguna, como mejor encuentro dentro de este deporte es haciendo
kilómetros. Otra de las muchas cuestiones de las que suelo hablar
con la gente es la de por qué correr seis días semanales si no
preparo ninguna carrera. Pues, básicamente, por lo mismo, porque me
gusta correr (que es lo más básico de este deporte y lo que siempre
se nos olvida, más aun cuando estamos preparando alguna carrera
determinada) y disfruto haciéndolo a diario. Y, la verdad, espero
que pueda seguir así durante muchísimo tiempo, haciendo kilómetros
durante mis seis días semanales.
En
definitiva, que me toca volver a tirar de paciencia hasta que esto se
haya solventado. Está claro que no es algo que me guste
especialmente, pero bueno, si luego va a servir para poder tener
cierta continuidad corriendo y olvidarme durante un tiempo bien largo
(importante eso de “bien largo”, no durante tres o cuatro meses),
pues bienvenido sea. Porque, la verdad, creo que ya va siendo hora de
poder enlazar varios meses seguidos sin problemas con esto de las
lesiones.
Nos
vemos… haciendo deporte, claro.
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