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Con Roberto Llana, ganador de la Absoluta. |
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Un servidor en un paso por meta. |
Lo suyo hubiera sido poner esto el lunes, pero, por problemas de tiempo, no he podido hasta hoy. Bueno, os voy a contar un poco cómo fue el Cross de San José Obrero, una carrera bastante interesante, donde quedé segundo en la categoría Absoluta, donde ganó Roberto Llana.
A las 20:00 horas de la tarde daban comienzo los más pequeños de esta edición de la carrera, que se festeja por las fiestas del barrio zamorano. Fueron pasando las categorías, con buena actuación del
C.D Atletismo Zamora-Repostar. En una de estas categorías corría mi hermano pequeño que, entre que iba cascado y un error táctico y técnico por parte mía, hicieron que, a falta de pocos metros para la meta, tuviera que retirarse de la competición. Pero ya está entrenando bien y en breve me sacará los ojos. Tras estas categorías, Teo de las Heras, que, en esta ocasión, estuvo de speaker oficial de la prueba, llamó a los corredores para que nos fuéramos posicionando en la salida. En teoría, yo tendría que correr en otra categoría, pero me permitieron inscribirme en la Absoluta. Steven, mi compañero de equipo y entrenamientos, se había inscrito en nuestra categoría pero, como tan solo eran tres, también corrió la Absoluta. Nos posicionamos en la salida y se da el pistoletazo. Dos chavales del barrio salieron lanzados hacia delante, pero se retiraron los dos en los primeros 150 metros. Steven y yo íbamos detrás de ellos, rodando a buen ritmo, pero sin darlo todo al principio, como me suele pasar a mí habitualmente. Tras la retirada de estos dos, Roberto empezó a hacer acto de presencia, y enseguida se marchó en solitario. Por detrás íbamos otros dos corredores de su mismo equipo y un servidor, intentado darle caza. Como veía que, si no soltaba a éstos dos que me acompañaban, llegaría al sprint con ellos y me ganarían, los cerré en una recta y, al coger la curva, apreté y los pude soltar. Mi idea era coger a Roberto, pegarme a rueda y, a falta de algunos metros (los suficientes para evitar llegar al sprint) intentar hacer cambios de ritmo fuertes. Inocente de mí, no sabía quién era Roberto. Se le veía sobrado, suelto... No sé cómo decirlo. Si yo apretaba, él apretaba, si yo aflojaba, él aflojaba... ¿Desquicio psicológico o físico? Gago me decía, desde un lateral del recorrido, que me pegara él, que hiciera lo posible porque me quitara el viento, tenía que ir pegado a una línea que había. Pero yo no iba cómodo allí, me veía más cómodo un poco más alejado del bordillo. Fernando Lorenzo también me decía que sin cebarme. Al final, Llanas aflojó, lo cogí. Pensé en darle un cambio de ritmo al acabar la carrera. "Parece que se va cansando". Inocente de mí, en cuanto salimos de la curva se volvió a marchar a un ritmo machacón, infernal, que no podía seguir. Al final, ganó a lo grande, mientras que yo fuí segundo. Os pongo como pequeña anécdota que, en la edición de La Opinión-El Correo de Zamora del día siguiente decía: " Llana tuvo como principal rival al juvenil Alejandro Vicente (At. Zamora Repostar) y en tercera posición entró Pablo Chimeno". Qué ilusión me hizo este comentario en
La Opinión-El Correo de Zamora.
Pero sí que, para otros años, mejoraría le entrega de trofeos. Aquello fue un poco lioso. En la absoluta, me llamaron primero a mí y, al cabo de un rato largo, llamaron a Roberto para darle el premio. Pero, al fianl, no ha estado mal la jornada.
Aprovecho la ocasión para comentar que este domingo espero competir en La Bañeza (León) la Carrera Popular de El Salvador. Según la organización, corremos un 4000. Ya os contaré. Aunque sea algún día después, pero os lo contaré.
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