domingo, 31 de enero de 2016

¿Sin ideas?

Me vuelvo a poner manos a la obra con una entrada en el blog. Ya casi tengo por rutina empezar siempre igual, y hoy me da que no va a ser la excepción. La idea es la misma de todos los días, escribir sobre lo que se me ocurra relacionado con los entrenamientos, sensaciones, objetivos (bueno, éstos, cuando los tengo) y, si se me ocurre alguna otra historia (últimamente, muy complicado), pues también comentarla. No sé qué saldrá, la verdad, pero bueno, voy a dejar que sea la cabeza quien escriba y, salga lo que salga, espero no aburrir a todos los que leáis este blog con cierta regularidad, pues al final siempre acabo hablando de lo mismo.

La nueva temporada ciclista ya se ha puesto en marcha con las primeras competiciones del calendario nacional e internacional. Ya se está disputando la Challenge de Mallorca, donde, por cierto, está compitiendo el ciclista del Caja Rural Jaime Rosón. El zamorano, vencedor del Memorial Valenciaga y campeón de España sub-23 la pasada temporada, y ya con cierta experiencia entre los profesionales (compitió durante unos meses en el Team Ecuador y ya en agosto, con el Caja Rural, estuvo compitiendo en Estados Unidos con los profesionales), vuelve a la máxima categoría, dispuesto a lucir sus cualidades como ciclista. Personalmente, me encantaría verle entre los mejores profesionales, por lo menos, de nuestro país. Aun es joven y tiene dos factores muy importantes para destacar: calidad e ilusión, así que, ¿por qué no?

Tengo la sensación de que esta temporada ciclista va ser diferente en varios aspectos. Por un lado, estamos ante la posible última temporada de Alberto Contador, y debemos tener en cuenta que ciclistas de la talla de Alejandro Valverde o Joaquim Rodríguez ya van siendo ciclistas muy veteranos dentro del pelotón profesional (recordemos que el murciano llegó a correr con el Kelme y el catalán con la ONCE) y, quizá, deberíamos empezar a plantearnos el que, tarde o temprano (más bien tirando a temprano) tendrán que dejar de correr a estos niveles y dejar pista libre a esta nueva hornada de jóvenes ciclistas que, las cosas como son, vienen pegando muy fuerte. Hablaba antes de Jaime Rosón como una futura promesa del ciclismo profesional, pero no solo él. Podemos ver a un montón de corredores con un futuro impresionante, unos más consolidados que otros por haber pasado alguna temporada antes, como puede ser el caso de Jesús Herrada o Jonathan Castroviejo, frente a corredores como Diego Rubio o el propio Jaime Rosón. Pero, aun así, como decía, toda la hornada de ciclistas jóvenes que vienen con mucho futuro, más bien temprano tendrán que dar el relevo a Contador, Valverde o Joaquim, queramos o no. Para mi, ése es el motivo principal por el que esta temporada será diferente a las demás. Pero, una cosa importante que debemos tener en cuenta. Bajo mi punto de vista, no debemos caer en el mismo error que caímos cuando se retiró Miguel Indurain. A mi parecer, no podemos buscar un sustituto para los estos veteranos. Cuando Miguel se retiró, parecía casi una obligación que apareciera un sustituto para el del Banesto. No debemos presionar a los jóvenes para que, al menos, logren lo mismo que Contador, por ejemplo, sino dejar que vayan avanzando y mejorando, pues, si tuviera que llegar el momento de alcanzar e incluso mejorar el palmarés de todos estos grandes profesionales, acabará llegando, y mejor esperar tres o cuatro temporadas más y que llegue, que no por querer lograr todo antes de tiempo, al final nos carguemos a la mitad de las futuras promesas por demasiadas exigencias. Como me dijo una vez Aníbal Rapado, “todo lo que tenga que venir, vendrá”.

Me vuelvo a poner manos a la obra con una entrada en el blog. Ya casi tengo por rutina empezar siempre igual, y hoy me da que no va a ser la excepción. La idea es la misma de todos los días, escribir sobre lo que se me ocurra relacionado con los entrenamientos, sensaciones, objetivos (bueno, éstos, cuando los tengo) y, si se me ocurre alguna otra historia (últimamente, muy complicado), pues también comentarla. No sé qué saldrá, la verdad, pero bueno, voy a dejar que sea la cabeza quien escriba y, salga lo que salga, espero no aburrir a todos los que leáis este blog con cierta regularidad, pues al final siempre acabo hablando de lo mismo.

La nueva temporada ciclista ya se ha puesto en marcha con las primeras competiciones del calendario nacional e internacional. Ya se está disputando la Challenge de Mallorca, donde, por cierto, está compitiendo el ciclista del Caja Rural Jaime Rosón. El zamorano, vencedor del Memorial Valenciaga y campeón de España sub-23 la pasada temporada, y ya con cierta experiencia entre los profesionales (compitió durante unos meses en el Team Ecuador y ya en agosto, con el Caja Rural, estuvo compitiendo en Estados Unidos con los profesionales), vuelve a la máxima categoría, dispuesto a lucir sus cualidades como ciclista. Personalmente, me encantaría verle entre los mejores profesionales, por lo menos, de nuestro país. Aun es joven y tiene dos factores muy importantes para destacar: calidad e ilusión, así que, ¿por qué no?

Tengo la sensación de que esta temporada ciclista va ser diferente en varios aspectos. Por un lado, estamos ante la posible última temporada de Alberto Contador, y debemos tener en cuenta que ciclistas de la talla de Alejandro Valverde o Joaquim Rodríguez ya van siendo ciclistas muy veteranos dentro del pelotón profesional (recordemos que el murciano llegó a correr con el Kelme y el catalán con la ONCE) y, quizá, deberíamos empezar a plantearnos el que, tarde o temprano (más bien tirando a temprano) tendrán que dejar de correr a estos niveles y dejar pista libre a esta nueva hornada de jóvenes ciclistas que, las cosas como son, vienen pegando muy fuerte. Hablaba antes de Jaime Rosón como una futura promesa del ciclismo profesional, pero no solo él. Podemos ver a un montón de corredores con un futuro impresionante, unos más consolidados que otros por haber pasado alguna temporada antes, como puede ser el caso de Jesús Herrada o Jonathan Castroviejo, frente a corredores como Diego Rubio o el propio Jaime Rosón. Pero, aun así, como decía, toda la hornada de ciclistas jóvenes que vienen con mucho futuro, más bien temprano tendrán que dar el relevo a Contador, Valverde o Joaquim, queramos o no. Para mi, ése es el motivo principal por el que esta temporada será diferente a las demás. Pero, una cosa importante que debemos tener en cuenta. Bajo mi punto de vista, no debemos caer en el mismo error que caímos cuando se retiró Miguel Indurain. A mi parecer, no podemos buscar un sustituto para los estos veteranos. Cuando Miguel se retiró, parecía casi una obligación que apareciera un sustituto para el del Banesto. No debemos presionar a los jóvenes para que, al menos, logren lo mismo que Contador, por ejemplo, sino dejar que vayan avanzando y mejorando, pues, si tuviera que llegar el momento de alcanzar e incluso mejorar el palmarés de todos estos grandes profesionales, acabará llegando, y mejor esperar tres o cuatro temporadas más y que llegue, que no por querer lograr todo antes de tiempo, al final nos carguemos a la mitad de las futuras promesas por demasiadas exigencias. Como me dijo una vez Aníbal Rapado, “todo lo que tenga que venir, vendrá”.

En mi caso particular, mientras los compañeros de grupeta ya están haciendo las salidas más largas de uuos 80-100 kilómetros, yo aun no me he puesto manos a la obra con la bicicleta. Sí tengo en mente salir algún día suelto esta temporada en bicicleta, más que nada porque estoy metiendo bastantes kilómetros a las piernas, y salir algún día suelto (estamos hablando de, como mucho, un día semanal) no deja de ser una forma de trabajar cardiovascularmente sin tener el impacto que hay contra el suelo. No me he marcado ningún día concreto, cuando mejore algo el tiempo, pues el sábado (la tirada larga del domingo es impepinable, ésa no la cambio). ¿Con grupeta o en solitario? Éso también lo iré viendo. La verdad es que me gusta más salir en solitario que con la grupeta, más que nada porque la diferencia física es considerable, pero con la bicicleta tiene sus ventajas salir con gente, pues ante cualquier avería o semejante siempre encuentras gente (en teoría) que te pueda ayudar. 

En lo que se refiere a mi deporte favorito y principal, el atletismo, la cosa me va gustando. Aunque estoy teniendo sensaciones de todo tipo, andando unos días genial y otros para el arrastre, la verdad es que estoy contento porque, otra vez, estoy correteando sin dolores. Con ésto ya es motivo suficiente para estar contento. Por lo demás, la verdad es que veo el final de túnel muy, muy negro, pero en otros aspectos. Me explico. Comentaba hace alguna entrada el reto que me había puesto con mis  padres para volver a hacer series. Pero uno, que tiene más actividades aparte de corretear, se tiene que organizar como puede para compaginar entrenamientos con estudios o semejantes. Por ahora, la cabeza la tengo más puesta en los libros que en las series que me tocan cada día, así que, a partir de ahora, con la que se me puede venir encima, y que creo se me vendrá, tengo la sensación de que, hasta agosto, me voy a limitar a lo de siempre. Ahora mismo no es que tenga nada contra las series, pero sí es verdad que los rodajes me permiten saber justo lo que voy a tardar, organizando mucho mejor el tiempo del que dispongo. Yo no sé vosotros, pero en estos años nunca he sido capaz de calcular el tiempo que voy a tardar en una sesión de series. Sumando calentamiento con progresiones y algún ejercicio de técnica, estiramientos y poco más, uno puede tardar bastante rato, mientras que si digo "hoy ruedo 40 minutos" sé que saliendo a las 18.00, a las 18.40 he acabado (os habréis dado cuenta de que soy un poquitín cuadriculado, ¿no?). 

Esta mañana, tras completar la tirada larga, fui a ver un cross que se celebró en el bosque de Valorio,. La prueba era Campeonato Provincial de cross, aunque debo reconocer que me sorprendió la escasa participación que hubo, por lo menos en la categoría "de los mayores", que es la única que vi desde el principio. El estar de espectador en esta prueba, junto a conversaciones con diferentes conocidos, y en un lugar ideal para hacer trabajar la mente como es el bosque de Valorio, me puse a pensar. ¿En qué pensaba? En que por qué no renovar mi licencia de nuevo la próxima temporada y entrenar en serio... Series, rodajes, algún progresivo o ritmos controlados, las tiradas largas de los domingos... Quizá, ahora sí esté echando algo de menos entrenar de una forma organizada, aunque ahora mismo, como comentaba, teniendo la cabeza en otras historias, lo único que estoy haciendo es rodaje. Sé que puedo estar delante y dar cierta guerra si me pongo a entrenar ya no en serio, solo un poco organizado. Preparar una temporada desde el principio, sufrir y ver hasta dónde puedo llegar en esos once meses que suele durar mi temporada. Si sale algo bueno, lo mismo hasta recobro toda la motivación y puedo decir que estoy de vuelta... ¿por qué no? Cuando gané en Bañobárez me puse a entrenar con cambios de ritmo, y ya a finales de esa temporada, coincidiendo con aquella victoria, con las series, y la verdad es que acabé bastante motivado y en un estado de forma bastante interesante. Si en media temporada lo hice, ¿por qué no hacerlo en una temporada entera? Habrá que ir viendo, pero quizá me encuentro ante mi última temporada como "jubileta". 

Pero para comenzar la próxima temporada quedan aun muchísimos meses, y como he comentado varias veces, estamos hablando sobre un futuro a un plazo bastante largo. No sabemos qué nos puede pasar de aquí a entonces, así que tampoco hay que precipitarse. Siempre me acuerdo de lo mismo. Cuando gané en Bañobárez estaba motivadísimo y tenía un montón de proyectos para la siguiente temporada, pero una lesión me provocó un bajón moral impresionante. Por ahora habrá que ir cumpliendo día a día con algunas sesiones de rodaje. Por cierto, aprovecho para que me digáis que soy un tipo super irregular para algunos temas. Lo digo porque siempre ando igual, cogiendo y dejando entrenos. Pero me parece que el de ahora es un motivo, al menos, interesante. Y si no lo es, me da igual, a mi me lo parece. ¿Y qué tengo pensado hacer estos días? Pues eso, rodajes. La intensidad será la que me pida el cuerpo. Sobre los kilómetros, sí que tengo echa una pequeña tabla, donde he organizado un poco las distancias de los rodajes. Debo reconocer que ésto de organizar así las cosas es una pequeña manía que tengo, pero bueno, tampoco creo que sea algo malo. 

¿Alguna carrera en mente? Comentaba el otro día que me había inscrito a la carrera de Don Bosco en Valladolid, sobre 9.5 kilómetros (supongo, aun no han publicado el Reglamento de la prueba), pero no tengo claro que vaya a participar. Por ahora, ésa es la única prueba en la que estoy inscrito. Sí tengo en mente hacer la Media Maratón de Zamora, que se celebrará el 13 de marzo sobre el mismo circuito de las últimas ediciones. La verdad es que me gustó la experiencia el año pasado, así que este año habrá que volver, pero para completar ya los 21 kilómetros. No me pongo objetivos cronométricos para esta prueba. Mi único objetivo es disfrutar de esos 21 kilómetros por mi ciudad y por lugares por donde habitualmente no se puede entrenar debido al tráfico. Por lo demás, no tengo demasiadas cosillas con el dorsal puestas en la cabeza… no para esta temporada.


Nos vemos… haciendo deporte, claro.

miércoles, 27 de enero de 2016

Escribir

Poco a poco, la temporada de campo a través va llegando a su fin. Tras los crosses de Itálica y Elgoibar, aun queda alguna cita importante en el calendario. Hablamos ya Regionales y Nacionales de las diferentes distancias, los cuales prácticamente darán por finalizada la temporada de campo a través, y darán paso ya a varias pruebas de pista y asfalto, como pueden ser las medias maratones. 

Muchos de vosotros habréis estado durante estos meses compitiendo en varias pruebas de cross, utilizando estas pruebas como preparación de cara a otro tipo de carreras. El campo a través la verdad es que vale para todo, puedes salir a disputarlo o a utilizarlo para ir cogiendo un poco de ritmo de competición y facilitar algo de trabajo de calidad, haciendo cosillas fuertes junto a varios atletas, algo que se hace bastante más ameno que tener que hacer una sesión de series en solitario. Además, las distancias suelen ser más tirando para fondistas, por lo que para luego participar en carreras como las medias creo que pueden venir bastante bien. 

En mi caso, esta temporada tan solo he competido en un cross. Fue hace un par de semanas, en el de Ávila, aunque debo reconocer que en la carrera de Carbajales sí que tuve la sensación en más de un tramo de ir compitiendo en un cross, porque entre unos tramos con piedras y otros con barro, no parecía aquello la carrera que me habían pintado. Debo reconocer que en Ávila me lo pasé bastante bien, volviendo a hacer una prueba de campo a través, pero también hay que reconocer que este invierno, viendo por televisión varias de las pruebas de cross que he corrido, no he sentido demasiado envidia. Este año no me plantee competir en este tipo de pruebas, así que tampoco tenía que tener un motivo para sentir envidia por los que allí estaban compitiendo. Como me decía Teo, podía aprovechar este tipo de pruebas para luego competir en carreras de 10.000, y en eso tenía razón, pero, cabezón (¿o cuadriculado?) que es uno, ya tenía más o menos previstos los primeros meses de la temporada, y andar modificando las ideas que tenía para competir en campo a través no me motivaba demasiado, Y entre unas cosas, al final no hice nada de campo a través. Quizá me habría venido bien, puede ser, pero bueno. 

Ahora que ya van apareciendo también varias pruebas populares, puede ser buen momento para buscar alguna interesante de 10.000 metros. Seguro que con este auge de las carreras populares, puedo encontrar varias de 10 kilómetros sin tener que alejarme de casa. ¿Ganas? Pues bueno, la verdad es que no me importa mezclarme con otros atletas para ver hasta dónde llego, aunque ahora mismo estoy algo lejos de cómo me gustaría llegar a estar. No me he puesto ningún objetivo que tenga que ver con el cronómetro, sino más bien salir y ver hasta dónde puedo aguantar a buen ritmo. ¿Cuánto es? ¿Tres, cinco, ocho kilómetros? Los que sean. Ahora me parece que no estoy en el momento de plantearme un objetivo para decir "voy a correr en este 10000 a 3'20", algo que sí haré de cara a otras temporadas. Sí que creo que es el momento de ver qué ritmos toco en las competiciones que haga y analizar las sensaciones que he tenido a unos ritmos determinados, para ver si el trabajo vale para algo o no vale para nada. 

Comentaba en el párrafo anterior que, por ahora, no tengo objetivos de cara a competiciones cercanas.. ¿Y a largo plazo? Pues la verdad es que sí, pero la verdad es que ya desconfío bastante de mis objetivos a largo plazo, más que nada porque no suelo cumplirlos. Pero bueno, yo os los voy a comentar. Si no me equivoco, en la próxima temporada me toca cambio de categoría, así que habrá que mentalizarse de que van a ser pruebas más rápidas que las de la categoría Juvenil, donde estaba cuando dejé de competir en serio, y que ya recuerdo como jornadas que se me hacían durillas. Partiendo de esta base, habrá que empezar a pensar sobre todo en el campo a través. Lo de la pista no me llama demasiado, así que, una vez pasada esta época de campo a través, habrá que buscarse los objetivos en pruebas populares. Pero para todo ésto quedan muchos, muchos, muchos meses, así que me voy a limitar a ir valorando cada día de entrenamiento y cada competición, y luego ya veremos cómo se me va desarrollando todo. 

Nos vemos... haciendo deporte, claro.

lunes, 25 de enero de 2016

Poco a poco

Me pongo a escribir hoy con la idea de escribir sobre los entrenamientos y sus correspondientes sensaciones, sobre mis próximos objetivos competitivos y alguna otra historia relacionada con estos temas. No sé muy bien qué va a salir de esto, pero, como tantas y tantas veces he comentado, no me gustaría que ésto sonara aburrido, aunque, tras tantos meses hablando prácticamente de lo mismo, quizá este momento haya llegado hace mucho, mucho tiempo. 

Estos días me están resultando francamente duros, tanto por el tema físico como por el mental. Debo reconocer que, en parte, ésto se debe a que últimamente me apetece más de lo habitual hacer carrera continua, así que ponerme a sufrir haciendo series en la pista tiene un punto extra de sufrimiento. En otras ocasiones que me he puesto a hacer entrenamientos serios, lo hacía porque realmente me apetecía hacerlos, pero en esta ocasión no ha sido exactamente así, sino más bien un reto con mis padres y mi hermano tras ver los ritmos que toqué en el Cross de Ávila. Ésto me obliga tener que pensármelo mucho a la hora de hacer las series, porque una parte de la cabeza, una gran parte, pide rodar, y rodar, y volver a rodar, mientras que otra parte, muy pequeña, me dice que mejor cumplir con las series que tengo marcadas en el plan. Como la parte del rodaje es mucho más grande que la que me pide hacer las series, el hecho de ponerme a hacer los entrenos de calidad es un esfuerzo físico, pero también mental, y bastante grande. Hay gente a la que le gusta hacer este tipo de entrenamientos, yo, entre otras cosas, lo primero que modifiqué cuando dejé de entrenar con Teo fueron precisamente este tipo de entrenamientos, porque estaba muy cansado de ellos, pero ahora, después de tanto tiempo, más de dos años, habrá que ver hasta dónde puedo llegar.

Ahora mismo estoy se podría decir que cada día improviso mis entrenamientos. Tengo la estructura pensada, y solo es preparar cada día la sesión de entrenamiento. Sí es cierto que durante estas semanas he mantenido algunas sesiones, exactamente las de los lunes, miércoles y domingo, sesiones de carrera continua con las mismas distancias todas las semanas. Con los entrenamientos de calidad, tengo unos cuantos pensados y cada día de la semana que tengo previsto hacer series, elijo uno. Intento que no coincidan en semanas seguidas, pero teniendo "cuatro" modelos, como suele decirse, al final tienen que acabar coincidiendo algunas semanas las mismas series o muy parecidas. No me quiero complicar tampoco demasiado, con hacer series me conformo, y si coinciden dos semanas seguidas, pues coincidieron, tampoco creo que pueda pasar nada malo al nivel al que me desenvuelvo, que no deja de ser el de un "popular machacón", si la supercompensación famosa tarda tres semanas en vez de una en llegar, o si directamente no llega, y las mejoras que haga en un 2000 sea de hacerlo en 7'20 a hacerlo en 7'19 con muchas décimas y centésimas, pues inventaré alguna excusa y listo, a sabiendas de que ha sido por eso. Pero, como decía, no soy profesional, así que no creo que esto sea algo importante.

Por ahora, no tengo ningún objetivo claro para competir. Me he inscrito a la Carrera Popular "Don Bosco", aun sin saber del todo si podré participar. Quitando esta prueba, sí quería participar en la Media Maratón "Ciudad de Zamora" (por cierto, ya os podéis inscribir en la web de Inscripciones Deprotivas), pero con el mismo objetivo de Ávila: hacer 1h30'. Allí hice 1h30'06. Para Zamora me conformo con rebajar esos seis segundos y llegar a meta con la hora y media justa. No quiero salir a matarme en una carrera tan larga, porque apurando muchísimo puedo llegar al kilómetro doce, pero de ahí no paso. Mi objetivo para esta carrera es salir, disfrutar de la media de mi ciudad y hacer una tirada larga un poco diferente a mis habituales rodajes de los domingos. Por lo demás, no me he planteado ir a ninguna carrera más. Sé que este domingo hay un cross en Valorio, y la distancia me gusta, pero tras ver el agua que ha caído y que el domingo solo toqué el circuito de las series largas y me llené de barro, prefiero no saber cómo está el resto del bosque, así que optaré por rodar. 

¿Y qué pasa con el ciclismo? Lo he comentado en más ocasiones. Puede parecer mentira, pero cuando empecé a correr estaba tan enganchado a las dos ruedas como a las zapatillas. Entre unas cosas y otras he ido dejando de lado el deporte de los pedales para centrarme en correr, hasta tal punto que en 2015 solo completé en torno a los 700 en bicicleta, de los años que menos kilómetros he sumado. No sé si esta temporada sumaré muchos kilómetros más en bicicleta, aunque no descarto tocarla algún día más que la pasada temporada. Éso sí, por mi cuenta, opción que me da a elegir kilómetros, ritmo y ruta. 

Nos vemos... haciendo deporte, claro. 

jueves, 21 de enero de 2016

De vuelta a las andadas

En esta ocasión me apetece volver a enfocar una entrada del blog hacia los entrenamientos y hacia futuros retos que va a tocar plantearse. Y es que, tras correr en Ávila y hablar con mis padres, el jueves de la pasada semana me puse manos a la obra con unas cuantas series y, para mi sorpresa, hasta he logrado, como hoy me ha pasado, ser capaz de ponerme con ellas, teniendo más ganas de las habituales para ponerme a rodar. ¿Qué saldrá de aquí?

La verdad es que no tenía previsto ponerme manos a la obra con entrenamientos de calidad hasta la próxima temporada. No me veía con demasiadas ganas para ponerme a sufrir haciendo series, la verdad. Pero tras ver que en Ávila, básicamente solo con rodajes, logré correr a 3'34 de media, se me empezó a pasar de nuevo por la cabeza el hecho de ponerme con las series. Lo primero que pensé, como de costumbre, es que sería algo pasajero, pero la cosa seguía dándome vueltas a lo largo de la pasada semana, hasta que el jueves, tras un rodaje el miércoles donde me sorprendí rodando a 4'10 el kilómetro, volví a meterme en la pista para dar unas cuantas vueltas sufriendo en compañía de Josico. Ese fue el primer día de esta nueva "cabezonada", que no sé muy bien dónde acabará. Desde entonces, he completado tres días de series (sábado, martes y hoy), y ya con un plan de entrenamiento preparado, habrá que ir viendo cómo se van desarrollando estos días y, sobre todo, en días como hoy, cumplir con las series, aunque la cabeza diga lo contrario. ¿Una quimera? 

Voy a intentar ser positivo, aunque tiendo a ser todo lo contrario. Sé que puedo rodar a 3'50, hacer algún mil en 3'00, o incluso pelear por ganar una competición, aunque a nivel popular, que es al que me quiero desenvolver, como he hecho en Bañobárez o Peñausende. Sé que puedo estar delante, sencillamente porque lo he hecho en otras ocasiones. Éso ahora mismo es lo que más me anima. Sé que esto tardará mucho, mucho, mucho en llegar, y que lo más probable es que no llegue, pero bueno, habrá que ir cumpliendo con los días marcados para, al menos, intentarlo. No es nada fácil, la verdad. Uno de los motivos por el que lo veo complicado es el siguiente. La tabla de entrenamiento me la he hecho yo, así que podéis imaginar que va a tener unas cuantas cadencias, entre ellas, la falta de series cortas. Desde que me autentreno, solo recuerdo haber hecho un día unos cambios de ritmo de 300 metros en la pista, y, aunque luego sí he hecho algún que otro día series de 400-500 metros, ésts no me gustan nada, nada, nada. No puedo con ellas, para mi estas series son como esa asignatura que siempre se atraganta y que, por mucho que las estudies, no puedes con ella. No sabría decir el motivo, pero es así. Beneficiarme, no me beneficiada nada, lo sé, pues ésto me impedirá en gran parte lograr una buena mejora. Pero, si logré vencer en Bañobárez haciendo series y cambios de ritmos sobre distancias largas, por ejemplo, ¿por qué no voy a poder lograr recuperar mi nivel? Yo las esperanzas, a sabiendas de que mi forma de entrenar no es adecuada, no las pierdo. Como decía, sé que ésto va ser muy complicado, pero vamos a intentarlo.

De motivación, la verdad es que me estoy encontrando mejor de lo esperado, pero ésto solo acaba de comenzar. y habrá que ir viendo cómo se van desarrollando los próximos entrenos para ver si sigo igual de motivado. Físicamente, debo reconocer que he notado especialmente la falta de entrenamientos con algo más de calidad. Y, cómo no, tengo días de hacer las series a 3'30 con unas relativas buenas sensaciones y otros días como el martes, donde hacer un 2000 a casi 3'40 es todo un triunfo. En fin, supongo que ésto también forma parte de los entrenamientos, así que tampoco debo darle demasiada importancia. La importancia habrá que dársela dentro de unas semanas o meses, cuando siga corriendo a los mismos ritmos, sin ver mejoría. Éso ya sería más preocupante. 

¿Me he planteado objetivos competitivos? Pues la verdad es que, por ahora, no tengo ninguno. Iré viendo según me vaya encontrando y vaya cuadrando fechas de carreras, aunque tampoco tengo previsto ir a demasiadas en los próximos meses, la verdad. Tengo en mente simplemente hacer entrenamientos de calidad, pero no me he querido marcar ningún objetivo. Ya habrá tiempo de plantearlos, por ahora, prefiero ir cogiendo una rutina de entrenamientos y demás. ¿Y no me he planteado nada ni a largo plazo? A largo plazo (muy largo plazo) tengo en mente iniciar algún proyecto, pero aun queda muchos meses para ello. 

Nos vemos... haciendo deporte, claro.

domingo, 17 de enero de 2016

Bicicletas de montaña, de carretera... y de gravel

El mundo del ciclismo, como sucede con otros muchos deportes, está en un constante avance tecnológico. Hemos pasado de llevar los pedales con rastrales a llevar pedales automáticos, de llevar las palancas del cambio en el cuadro a llevarlas en el manillar, de las 10 a las 11 coronas, del acero al carbono pasando por el aluminio… Y por comentar algo fuera de lo que es la propia bicicleta, comenzamos con unos sencillos cuentakilómetros y hemos acabado utilizando sofisticados GPS que nos dan no sé cuántos datos de cada salida en bicicleta. Pero hemos llegado a un par de “inventos” que me parecen algo peculiares, como son el uso de los frenos de disco en carretera y la proliferación de las bicicletas “gravel”, lo que, al parecer, no es ni una bicicleta de carretera, ni una BTT ni una de ciclocross. Entonces, ¿de qué hablamos?
Está claro que la evolución tecnológica es algo positivo, pero quizá deberíamos empezar a plantearnos ciertas cosas. Nadie nos va a discutir que es más cómodo llevar los cambios en las manetas de freno en vez de tener que andar soltando el manillar para llevar la mano al cuadro y hacerlo desde ahí, o que es mucho más seguro (o por lo menos cómodo) llevar unos pedales automáticos que unos con rastrales, como los que se llevaban hace 30 o 40 años, aquellos que llevaban las correas a los lados y que, en caso de tener que sacar el pie en una urgencia, prácticamente era caída segura, no como sucede con los automáticos, que casi hasta salen solos. Pero una cosa es buscar comodidad o seguridad, y otra ir en busca de vender, vender, vender y volver a vender. Y la verdad, tengo la sensación de que, tanto con los discos en carretera como con las bicicletas “gravel”, sobre todo con estas últimas, es lo que se está haciendo, un negocio puro y duro.
Los frenos de disco vienen del ciclismo de montaña, donde se llevan utilizando desde hace ya muchísimos años. Bueno, ahí puedo ver más ventajas que inconvenientes respecto al ciclismo de carretera, éso sí es cierto. Por lo que tengo entendido, los frenos de disco no tienen más potencia para frenar respecto al freno clásico, pero sí es cierto que, a la hora de apretar la palanca, no hace falta hacerlo tan fuerte. Cuando nos metemos por una bajada por camino, necesitamos tener mucha seguridad con los frenos, y creo que en este caso los discos sí nos los dan, pues a poco que accionemos la palanca vamos a tener la bici a una velocidad mucho más reducida. Los veo lógicos casi hasta entre los aficionados a la BTT, pues quien más quien menos alguna vez nos hemos visto en alguna situación algo comprometida por algún camino, por el tema de velocidad y excesiva velocidad para ir circulando por tierra, por poner un ejemplo. Sin embargo, en el ciclismo de carretera no veo los frenos de disco tan importantes, sobre todo entre los cicloturistas, entendiendo por cicloturista al que sale a pedalear por el mero hecho de hacerlo, no saliendo en marchas cicloturistas a competir. ¿Por qué no veo lógico el uso de los frenos de disco en carretera? Para un uso aficionado, cicloturista como suele denominarse dentro del mundillo, solemos ser gente que tenemos nuestros piques en las cuestas y tal, pero que creo, por norma general, no nos ponemos en situaciones de tanta, tanta velocidad donde necesitemos un frenado tan rápido que el freno “de toda la vida” no pueda suplir. Me parece que para los niveles a los un cicloturista se va a desenvolver, el freno tradicional va a funcionar a la perfección, sin necesidad de complicarnos más. Personalmente, no me gustaría que se aceptaran los discos entre los ciclistas de carretera. El motivo es muy sencillo. Las bicicletas, hasta ahora, no han venido preparadas para utilizar este tipo de frenos. Por lo tanto, si me da la venada y decido empezar a utilizarlos, ¿tengo que comprarme una bicicleta nueva, teniendo mi bici de carretera tres años? Pues me da que conmigo no iban a hacer demasiado negocio, la verdad. Pero, dentro de lo que cabe, puedo entender que los ciclistas de competición decidan (o no, porque creo que tampoco han sido bienvenidos) los frenos de disco, pues se enfrentan a situaciones donde van a ir realmente rápido, y esa velocidad a la hora de parar la bicicleta en situaciones donde se va apurando al máximo puede ser francamente importante. Veremos cómo evoluciona esto, pero desde luego, conmigo que no cuenten a la hora de instaurar los frenos de disco entre los ciclistas de carretera. Si para unas cosas me gusta estar pendiente de los últimos modelos, debo reconocer que aquí me voy a quedar anclado en lo que, si finalmente se usan en serio, podremos denominar “vieja escuela”.
¿Y qué está pasando con las bicicletas “gravel? Bueno, llamadme cuadriculado, de la “vieja escuela”, como comentaba en el párrafo anterior, o como queráis, pero para mi, éso son bicicletas de ciclocross, con alguna supuesta variación, simplemente para sacar más dinero por parte de las marcas de bicicletas. Pero, ¿una bici de carretera con ruedas ni gordas ni finas pero con tacos y para meterse por barro no era una bicicleta de ciclocross? Éso mismo había pensado yo toda la vida hasta que han aparecido estas “gravel”. Y que me perdonen los que utilizan este tipo de bicicletas, pero me parece un sacadineros. Se ponen excusas con que si es que la geometría no es la de una bicicleta de ciclocross, pero tampoco la de una bici de carretera, que si no sé qué de los desarrollos… Vamos a ver, si queremos meternos por trialeras, tenemos las BTT, si queremos ir por circuitos de barro y curvas, tenemos las bicicletas de ciclocross, si queremos ir por carretera, tenemos las bicicletas de carretera, y si no nos metemos por caminos malos y en carretera no nos importan demasiado las medias, podemos encontrar alguna bicicleta híbrida que nos permitirá ir por ambos sitios, con bastantes limitaciones, pues no podremos rodar tan rápido como los que llevan bicicletas de carretera ni meternos por las trialeras como hacen los que llevan BTT, pero al menos podremos pedalear. Mi opinión sobre este tipo de bicicletas es que, lo primero, no deja de ser una moda, y lo segundo, que por mucho que me digan, son bicicletas de ciclocross. ¿Por qué? Bicicletas de carretera, con ruedas que no son ni finas ni gordas, pero con unos pequeños tacos para mejorar nuestro agarre en situaciones de barro o algo de tierra. ¿Acaso eso no es una bici de ciclocross? Para mi, sí.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.


viernes, 15 de enero de 2016

De Ávila y Bowie va el asunto

Esta semana, entre unas cosas y otras, la verdad es que he dejado bastante abandonado el blog. Sin embargo, hoy me vuelvo a poner manos a la obra para comentar cómo han sido estos días de entrenamientos, y alguna que otra cosilla que me gustaría comentar, especialmente dedicada a David Bowie. 

El domingo estuve otro año más presente en el Cross "Ciudad de Ávila"-Memorial José Soriano. Desde luego, una bonita mañana de atletismo popular por tierras abulenses. Ávila no suele defraudar, y esta edición no fue la excepción. A pesar de que finalmente libramos de la temida lluvia, y el terreno estaba bastante bien para correr, el aire decidió que tenía que acompañarnos durante las dos vueltas de algo más de 4200 metros. Pero, quitando esto, la verdad es que el día se prestaba para poder correr cómodo. 
Tras la recogida del dorsal e ir en busca de los troncos que este año la organización había añadido al circuito, tocó empezar, poco a poco, a ponerse algo serio. Cambio de ropa, poner los clavos en las zapatillas, y aun con las zapas normales, a calentar por El Soto. Como de costumbre, trote, progresiones y algún ejercicio de movilidad articular. Y por supuesto, con los nervios de compañeros durante todo el calentamiento. 
Poco a poco va pasando el tiempo, y llega el momento de quitarse ya la chaqueta del chándal, ponerse las zapatillas de clavos y meterme en la línea de salida. Sin saber muy bien lo que hacía, me planté en primera línea.... y "pum". ¡Que nos vamos! Salida para mi, muy rápida (hacía mucho que no veía 3'13 de ritmo medio en el GPS), aunque también muy rápido los rivales y las piernas me ponen en mi sitio. Mirando el reloj, veo que mantengo ritmos de 3'30-3'35 el, mil. En esto de que me doy cuenta que hace un rato me ha pasado la salmantina Gema Martín, a quien el año pasado gané por un solo segundo. Este año ya la había visto antes de ponerme a calentar, y la verdad es que, viendo cómo iba en estos primeros kilómetros, me parecía complicadísimo volver a hacerlo. Pero, cabezón que es uno, no me lo pensé dos veces y me fui a por ella. Lo logré, aunque la paliza que me tuve que dar para cogerla hizo que tuviera que ir varios metros detrás de ella para recuperarme algo del esfuerzo. Durante este tramo, hubo un momento en el cual creí que Gema se me iba a ir, y de hecho me cogió unos metros de ventaja, así que de nuevo a darme la paliza para evitar perder contacto. En torno al primer paso por meta, decido tensar algo para ver cómo respondo. Sorprendido, veo que me voy distanciando de mi compañera durante gran parte de la primera vuelta, así que es momento de no pensar, sufrir y tirar para delante hasta donde el cuerpo aguantara. Contacté con un grupo bastante amplio de corredores, y la verdad es que, también debido a la paliza hasta que los cogí, tuve que ir durante un tramo pegado a rueda para poder recuperar algo. Iba pensando que al paso por el kilómetro ocho me iban a caer palos por todos los lados, que esos últimos 500 metros serían impresionantes, como así fueron, o por lo menos para mi, que me cayeron palos (y puestos) por todos los lados. Se me pasó por la cabeza tensar antes de llegar a ese punto, para ver si podía quedarme solo, pero iba ya muy, muy tocado de fuerzas sumando la paliza con Gema y con este grupo, así que me conformé con aguantarles el ritmo. Y mis pronósticos se cumplieron. Fue pasar por el GPS el kilómetro ocho, y empezar a caerme palos por todos los lados. Me quedé al final del grupo hasta que ya iba solo... por detrás de todo el grupo. 
Al final, logré llegar a meta en el puesto vigésimo y en el tercero de la categoría Promesa. Los datos del GPS fueron: 8840 metros en 31'35, a 3.34 min/km. La verdad, me sorprendió verme tocando estos ritmos en competición tras haber completado unos entrenamientos muy centrados en la carrera continua. Y lo que posiblemente más me gustó, poder hacerme una foto y luego estar hablando un rato con Gema Martín. Casualidades de la vida, ella ganó un año en Bañobárez y tiene el récord de la prueba en categoría femenina, mientras que yo gané otro y tengo el récord de la prueba en categoría masculina. Desde luego, una bonita mañana de atletismo por Ávila.

La verdad es que podía ponerme ahora a escribir sobre futuros proyectos o cómo han sido los entrenamientos de esta semana. Sin embargo, me gustaría dejarlo para otra ocasión, y escribir un pequeño párrafo musical. El domingo, el mismo día del Cross de Ávila, nos dejó uno de los grandes músicos de los años 80, David Bowie. Conocí a Bowie en el tema "Under Pressure" de Queen, interpretándolo junto al gran Freddie Mercury. Debo reconocer que solo le he escuchado en este tema, aunque, éso sí, unas cuantas veces. Y la verdad es que me ha impresionado su voz, demostrando que el éxito que ha tenido durante todos estos años no ha sido por casualidad, ni mucho menos. Tras su fallecimiento, leí que había sacado unos temas musicales, para unos muy en su línea, para otros algo "extraños". Me picó la curiosidad por escuchar algún tema, y me puse manos a la obra con un par de ellos, de los más se hablaba. Debo reconocer que no puedo compararlos con otros temas de Bowie, porque, como decía, no he escuchado ningún otro fuera de ese "Under Pressure" junto a Queen. A mi me han parecido, primero, dignos de admirar, porque, tras tantos años tocando y con 69 años, aun conservaba una voz impresionante. Por otro lado, sí es verdad que me han parecido algo tétricos, aunque se los he puesto a más gente, y me han comentado que, efectivamente, Bowie sigue en su línea. Pese a todo, Bowie me ha transmitido unos sentimientos concretos. Creo que él ya veía que la cosa no iba como debería ir, y quizá, quiso utilizar la música para decir cómo se sentía él ante su enfermedad. Los últimos temas de Queen, todos del tema Innuendo, salvo la excepción de "Mother love", me transmitieron también una sensación diferente, pero no fue tan extraña como la de estos dos temas de Bowie. Me refiero, como decía a los sentimientos que ha despertado el tema musical, pero, como me han comentado, David Bowie siguió en su línea, así que, si no habéis escuchado estos dos temas, tampoco quiero que mi experiencia con ellas os afecte a vuestro punto de vista cuando las escuchéis. 
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

sábado, 9 de enero de 2016

Hacia el Cross "Ciudad de Ávila"

 Tras mi última competición, en Carbajales de Alba, donde logré ser tercer absoluto, no es que me hayan surgido demasiadas cosas a nivel deportivo, solo una, de la que he hablado unas cuantas veces. Desde que corrí aquella prueba, donde, por cierto, creía estar por el buen camino para volver a competir, el cambio más importante a nivel deportivo ha sido el de la decisión de abandonar las series y entrenamientos de calidad, centrándome solo en lo que más me gusta, los rodajes. Y aunque pueda parecer una tontería, en esta ocasión he notado especialmente la falta de entrenos de calidad a la hora de hacer algún cambio de ritmo fuerte mientras voy rodando. En fin, supongo que son cosas que suceden por no hacer entrenamientos serios y centrarme más en las cosas cómodas, pero creo que hoy no es el momento de entrar en lamentaciones, más que nada porque el domingo volveré a competir, y con todos los batacazos que seguro me daré, podré encontrar motivos para quejarme. Y es que, efectivamente, el domingo volveré a colgarme un dorsal de la camiseta. Por tercer año consecutivo tocará calzarme los clavos en el Cross "Ciudad de Ávila"-Memorial José Soriano, sobre una distancia de 8500 metros. 
He participado en dos ocasiones en esta prueba abulense, y la verdad es que no puedo hablar nada mal de ella. En temas de organización, debo reconocer que he ido a pocas pruebas mejor organizadas que las que se celebran en Ávila y su provincia (aparte de esta prueba, he participado en la Media, organizada también por el Atletismo Ecosport, he competido y participado en una marcha en bici en Navalmoral, y mi padre participó en todas las ediciones de la Ciclomarcha de Carlos Sastre), y ésta no es una excepción. El primer año fueron capaces de "sobrevivir" al día de nieve que tuvimos, mientras que el año pasado, en un día espléndido, con sol y buenísima temperatura para correr, fueron igualmente capaces de compaginar atletismo de nivel (el vencedor fue Ricardo Serrano) con atletismo a nivel popular, con un trato de 10 para el atleta en ambas ocasiones. El circuito, pues creo también que idóneo para organizar una cross popular, con tramos más fácil y otros más difíciles, un poco intentando que todos los participantes queden contentos. El avituallamiento final de la pasada edición estuvo bastante bien, y la bolsa de corredor creo que también está bastante bien, aunque debo reconocer que a mi me resultó más cómoda a la hora de entrenar la sudadera que nos dieron hace un par de años, a la que le he dado bastante uso, mientras que la del año pasado me resulta algo más incómoda para ponerla mientras correteo. 
Deportivamente, este año no voy con demasiada ambición, las cosas como son. como comentaba, estos últimos entrenamientos han estado más enfocados en meter mucho volumen de entrenamiento, pero a ritmo cómodo, lo que, si bien es lo que me gusta, no sirve para mejorar y poder entrar delante en la clasificación. Esto, evidentemente, me va a limitar a la hora de cumplir el que era mi objetivo principal, ver si podía hacer en torno a los 30'30 en este circuito, algo que, si ya de por si era complicado, ahora mismo lo será aun más. Pero éso no es lo que más me preocupa. Hacía bastante que no sentía molestias. Pues bueno, el martes me dio por completar un pogresivo de 15 kilómetros. Lo dividí en tres partes, los primeros cinco kilómetros a ritmo cómodo, del cinco al 10 a mi ritmo habitual de rodaje, y del 10 al 15 bastante ágiles (a 3.54 de media), y ahí vino el problema. En torno al kilómetro 12 el isquiotibial de la pierna izquierda hizo un amago de contraerse. Todo se quedó ahí, pero llevo toda la semana dándole vueltas a eso, incluso a plantearme lo de salir en bicicleta mañana. Finalmente todo quedó en un susto, por suerte, y he seguido rodando (y haciendo mis burraras) el resto de la semana, con mis molestias habituales, que intento llevar con todo el humor que puedo, Pero, al final, entre mi estado de forma, que no es el que me gustaría para correr este cross, y ese susto del martes, tengo un poco el ánimo algo bajo. Así, esta mañana he completado un rodaje de 14 kilómetros, más o menos lo que tenía previsto de no haber decidido competir, aunque sí debo reconocer que, a excepción del último kilómetro, que lo hice más vivo, acabándolo en 3'40, ha sido un rodaje a ritmo cómodo, rodando entre 155 y 160 pulsaciones, a excepción, como decía, del último kilómetro. El domingo tocará salir por sensaciones, e ir viendo durante la carrera qué es lo que pasa. 
En esta edición tengo la sensación de que viviremos otro cross "de los de verdad". Si hace dos años la nieve fue la protagonista (menudo circuito, todo blanco), para mañana dan agua por un tubo, así que, aparte del viaje, la competición estará bien pasada por agua y seguro que por barro. A esto debemos añadirle que la organización ha decidido colocar un tramo con obstáculos, unos tronco para saltar, como en su día me tocó saltar en Atapuerca. En mi caso, me decanto por volver a correr con las zapatillas de clavos, más viendo el panorama de la lluvia. He optado por coger los clavos de nueve milímetros. Que ahora me de cuenta, nunca he utilizado los de nueve milímetros, pero, en caso de haber barro (mañana seguro que lo hay), creo que será una buena opción.
Cross "Ciudad de Ávila " 2015. Victoria en mi categoría. 
Y bueno, poco más para contar. Solo espero que la cosa se de bien y, por lo menos, no tenga problemas con las lesiones. El año pasado tuve una pequeña rozadora provocada por los clavos, este año espero librar. El tiempo creo que no respetará, he estado mirando y dan llovizna y chubascos, pero bueno, ya dice el refrán eso de que "sarna con gusto no pica".

Nos vemos... haciendo deporte, claro.

domingo, 3 de enero de 2016

Seguir escribiendo

Hoy es de esos días en los que, de nuevo, me pongo a escribir para publicar algo en el blog, pero no tengo una idea clara. Si en otras ocasiones comentaba que escribía con varias ideas, pero siendo incapaz de redactarlas, hoy no tengo ideas, pero me pongo a escribir por escribir. No sé si es o no buena idea, pero voy a ver qué tal se da esto. Supongo que, como de costumbre, lo acabaré haciendo sobre deporte, pues al fin y al cabo siempre escribo sobre este tema en el blog, o, mejor dicho, sobre cómo me noto en el tema deportivo. Eso sí, tengo un par de ideas en la cabeza para publicar en el blog, y la verdad es que creo que éstas sí voy a poder publicarlas escritas en un par de artículos, los cuales me parecen bastante interesantes. Pero hay un problema con uno de ellos. Quiero ser muy meticuloso con él, así que tardaré un tiempo en publicarlo.

Ya hemos acabado el año 2015. Deportivamente, pues no ha estado demasiado mal en cuanto a entrenamientos, aunque debo reconocer que me hubiera gustado corregir muchísimas cosas. La principal, haber arrancado de una vez con los entrenamientos enfocados a volver a competir. Tras varios arranca-para, decidí esta misma semana (pero aun en 2015), que lo daba todo por perdido y volvía a dedicarme solo a los rodajes. No me arrepiento de esta decisión porque no me apetece estar todo el 2016 igual que en el 2015, arrancando y parando con los entrenamientos serios. No soy constante, y ésto de andar que sí que si no, no me convence. Sobre resultados, pues para la forma de entrenar que he tenido, no fueron malos, la verdad, aunque todo puede mejorarse, por supuesto. Mi mejor recuerdo esté, quizá, en los crosses de Venta de Baños y Ávila, y en las carreras populares de Villalpando, Villarrín de Campos, Carbajales de Alba y Peñausende. También guardo un grato recuerdo de la prueba en La Zarza de Pumareda, pues me encanta poder correr y competir por esa zona. Este año, y ya van tres, tampoco participé en la San Silvestre de Zamora, donde Alejandro González y Alma de las Heras repitieron victoria, y mis compañeros del Club Atletismo Zamora estuvieron entre los primeros clasificados. Hay varios motivos por los que no participé, pero, el principal, la distancia, que nunca me ha convencido demasiado, 3500 metros me parece un poquitín corta. De haber sido un 5000, me habría planteado despedir el año compitiendo en mi ciudad y, además, intentado dar guerra, aunque mi estado de forma no es el adecuado para ir delante. Por lo demás, esta temporada he metido bastante más volumen que en las anteriores, acabando el año con 4050 kilómetros entre el uno de enero y el 31 de diciembre, y he conocido lo que es correr con molestias desde la cadera hasta los pies, algo que nunca me había sucedido antes, supongo que en parte por todo el volumen de kilómetros que me he dedicado a meter.

Sobre las salidas en bicicleta, la verdad es que han sido más bien escasas en este 2015. Apenas he sumado 700 kilómetros, de los cuales 400 los sumé en el mes de julio (cazurro que es uno… para una semana que salgo, y la paliza que me meto…). Considero el deporte de las dos ruedas como un gran suplemento para los atletas, especialmente porque, al no haber un impacto tan continuado como sucede mientras corremos (encadenar zancadas es muy lesivo, no olvidemos que por cada zancada cargamos muchísimo peso sobre rodilla, cadera…) y me parece que, a la hora de “soltar piernas” tras una competición, da igual que se aun 5000 o una maratón, o tras haber completado entrenamientos muy, muy exigentes (por ejemplo, una tirada larga para maratón o entrenamientos tipo 10x1000) puede venir muy bien para no sobrecargar demasiado las articulaciones, pero metiendo algo de trabajo cardiovascular. No se trata de hacerse un entrenamiento específico de ciclismo, sino solo rodar, por ejemplo un par de horas, y listo. En mi caso, debo reconocer que esta teoría la aplico más bien poco, y, aunque salgo tirando a poco con la bici, lo poco que salgo me gusta utilizarlo para meter kilómetros, de ahí que la semana de julio la acabara con 400. Por ahora, no tengo previsto en los próximos días tocar la bicicleta, aunque, sí tengo en mente tocarla más adelante, sobre todo durante el mes de julio, donde tengo previsto alternar sesiones de carrera continua con sesiones de bicicleta, pero queda mucho año aun para eso, así que, como decía, por ahora no tengo previsto subirme a la bicicleta.

Sobre los entrenamientos. Esta semana la verdad es que me ha resultado muy extraña. No tenía previsto hacer series, pero el martes, por diversas circunstancias, acabé completando 4x2000 entre 3'20 y 3'30 cada serie. La última sesión de series quedaba algo lejos, pues la semana anterior tampoco había hecho ninguna, así que toca retroceder al sábado de la anterior. Ahí fue cuando decidí dejar por imposible mi vuelta a la competición. Vale, esos tiempos están muy, muy bien, más teniendo en cuenta que he tenido varias semanas solo de rodajes, pero me di cuenta de que ésto había dejado de motivarme hace mucho tiempo y no he querido admitirlo. Me sigue costando encontrar una motivación para pelear por ella, y seguir un plan de entrenamiento más o menos serio. ¿Volver? Por ahora, no lo tengo en mente, aunque sí diré que durante lo que queda de temporada voy a dedicarme a rodar. Si me veo con ganas y motivación, podría intentar dar el salto la próxima temporada, aunque lo veo muy, muy complicado. Por ahora, mi único objetivo es seguir haciendo rodajes mis seis días semanales, salir algún día suelto en bicicleta y colgarme de vez en cuando un dorsal para darme cuenta de que cada vez voy a peor.

Nos vemos... haciendo deporte, claro.