Esta semana, entre unas cosas y otras, la verdad es que he dejado bastante abandonado el blog. Sin embargo, hoy me vuelvo a poner manos a la obra para comentar cómo han sido estos días de entrenamientos, y alguna que otra cosilla que me gustaría comentar, especialmente dedicada a David Bowie.
El domingo estuve otro año más presente en el Cross "Ciudad de Ávila"-Memorial José Soriano. Desde luego, una bonita mañana de atletismo popular por tierras abulenses. Ávila no suele defraudar, y esta edición no fue la excepción. A pesar de que finalmente libramos de la temida lluvia, y el terreno estaba bastante bien para correr, el aire decidió que tenía que acompañarnos durante las dos vueltas de algo más de 4200 metros. Pero, quitando esto, la verdad es que el día se prestaba para poder correr cómodo.
Tras la recogida del dorsal e ir en busca de los troncos que este año la organización había añadido al circuito, tocó empezar, poco a poco, a ponerse algo serio. Cambio de ropa, poner los clavos en las zapatillas, y aun con las zapas normales, a calentar por El Soto. Como de costumbre, trote, progresiones y algún ejercicio de movilidad articular. Y por supuesto, con los nervios de compañeros durante todo el calentamiento.
Poco a poco va pasando el tiempo, y llega el momento de quitarse ya la chaqueta del chándal, ponerse las zapatillas de clavos y meterme en la línea de salida. Sin saber muy bien lo que hacía, me planté en primera línea.... y "pum". ¡Que nos vamos! Salida para mi, muy rápida (hacía mucho que no veía 3'13 de ritmo medio en el GPS), aunque también muy rápido los rivales y las piernas me ponen en mi sitio. Mirando el reloj, veo que mantengo ritmos de 3'30-3'35 el, mil. En esto de que me doy cuenta que hace un rato me ha pasado la salmantina Gema Martín, a quien el año pasado gané por un solo segundo. Este año ya la había visto antes de ponerme a calentar, y la verdad es que, viendo cómo iba en estos primeros kilómetros, me parecía complicadísimo volver a hacerlo. Pero, cabezón que es uno, no me lo pensé dos veces y me fui a por ella. Lo logré, aunque la paliza que me tuve que dar para cogerla hizo que tuviera que ir varios metros detrás de ella para recuperarme algo del esfuerzo. Durante este tramo, hubo un momento en el cual creí que Gema se me iba a ir, y de hecho me cogió unos metros de ventaja, así que de nuevo a darme la paliza para evitar perder contacto. En torno al primer paso por meta, decido tensar algo para ver cómo respondo. Sorprendido, veo que me voy distanciando de mi compañera durante gran parte de la primera vuelta, así que es momento de no pensar, sufrir y tirar para delante hasta donde el cuerpo aguantara. Contacté con un grupo bastante amplio de corredores, y la verdad es que, también debido a la paliza hasta que los cogí, tuve que ir durante un tramo pegado a rueda para poder recuperar algo. Iba pensando que al paso por el kilómetro ocho me iban a caer palos por todos los lados, que esos últimos 500 metros serían impresionantes, como así fueron, o por lo menos para mi, que me cayeron palos (y puestos) por todos los lados. Se me pasó por la cabeza tensar antes de llegar a ese punto, para ver si podía quedarme solo, pero iba ya muy, muy tocado de fuerzas sumando la paliza con Gema y con este grupo, así que me conformé con aguantarles el ritmo. Y mis pronósticos se cumplieron. Fue pasar por el GPS el kilómetro ocho, y empezar a caerme palos por todos los lados. Me quedé al final del grupo hasta que ya iba solo... por detrás de todo el grupo.
Al final, logré llegar a meta en el puesto vigésimo y en el tercero de la categoría Promesa. Los datos del GPS fueron: 8840 metros en 31'35, a 3.34 min/km. La verdad, me sorprendió verme tocando estos ritmos en competición tras haber completado unos entrenamientos muy centrados en la carrera continua. Y lo que posiblemente más me gustó, poder hacerme una foto y luego estar hablando un rato con Gema Martín. Casualidades de la vida, ella ganó un año en Bañobárez y tiene el récord de la prueba en categoría femenina, mientras que yo gané otro y tengo el récord de la prueba en categoría masculina. Desde luego, una bonita mañana de atletismo por Ávila.
La verdad es que podía ponerme ahora a escribir sobre futuros proyectos o cómo han sido los entrenamientos de esta semana. Sin embargo, me gustaría dejarlo para otra ocasión, y escribir un pequeño párrafo musical. El domingo, el mismo día del Cross de Ávila, nos dejó uno de los grandes músicos de los años 80, David Bowie. Conocí a Bowie en el tema "Under Pressure" de Queen, interpretándolo junto al gran Freddie Mercury. Debo reconocer que solo le he escuchado en este tema, aunque, éso sí, unas cuantas veces. Y la verdad es que me ha impresionado su voz, demostrando que el éxito que ha tenido durante todos estos años no ha sido por casualidad, ni mucho menos. Tras su fallecimiento, leí que había sacado unos temas musicales, para unos muy en su línea, para otros algo "extraños". Me picó la curiosidad por escuchar algún tema, y me puse manos a la obra con un par de ellos, de los más se hablaba. Debo reconocer que no puedo compararlos con otros temas de Bowie, porque, como decía, no he escuchado ningún otro fuera de ese "Under Pressure" junto a Queen. A mi me han parecido, primero, dignos de admirar, porque, tras tantos años tocando y con 69 años, aun conservaba una voz impresionante. Por otro lado, sí es verdad que me han parecido algo tétricos, aunque se los he puesto a más gente, y me han comentado que, efectivamente, Bowie sigue en su línea. Pese a todo, Bowie me ha transmitido unos sentimientos concretos. Creo que él ya veía que la cosa no iba como debería ir, y quizá, quiso utilizar la música para decir cómo se sentía él ante su enfermedad. Los últimos temas de Queen, todos del tema Innuendo, salvo la excepción de "Mother love", me transmitieron también una sensación diferente, pero no fue tan extraña como la de estos dos temas de Bowie. Me refiero, como decía a los sentimientos que ha despertado el tema musical, pero, como me han comentado, David Bowie siguió en su línea, así que, si no habéis escuchado estos dos temas, tampoco quiero que mi experiencia con ellas os afecte a vuestro punto de vista cuando las escuchéis.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
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