Hoy es de esos días en los que me pongo a escribir unas líneas en las que no tengo nada, nada claro el tema a comentar. Como siempre, me apetece ponerme a escribir, pero no tengo ningún tema a desarrollar, así que, como de costumbre, supongo que me pondré a escribir sobre los entrenamientos y demás cosillas, aunque también podía escribir sobre alguna competición, o intentar esmerarme un poco y cambiar de tema, aunque, si me gusta el tema del deporte, tampoco creo que sea necesario variar en exceso.
Estamos ya en el mes de febrero. Qué rápida se me está pasando esta temporada, la verdad. Me parece que hace solo un par de semanas estaba compitiendo en Villarrín y ya casi estamos empezando la época de las medias maratones. Quizá, no sea negativo el hecho de que estos meses se me hayan pasado tan rápido, éso quizá quiera decir que los he aprovechado bien. Deportivamente, la verdad es que está siendo una temporada un poquito desastrosa en varios temas, las cosas como son, pero puedo decir que estoy disfrutando muchísimo de lo que hago cada día. Digo que es desastrosa porque, como de costumbre, apenas estoy haciendo entrenamientos serios, pero sí es verdad que estoy completando entrenamientos de los que puedo decir que puedo disfrutar. Y estoy disfrutando porque, al fin y al cabo, estoy haciendo lo que más me gusta, hacer carrera continua, y descubrir nuevas rutas por mi ciudad. Éso me encanta, la verdad. El salir cada día a rodar e inventarme una ruta nueva para cada sesión de entrenamiento es, para mi, una gozada. Aparte, ahora llevo unos días en los cuales estoy saliendo a rodar sin pensar en unos ritmos o pulsaciones determinadas, sino solo con una idea determinada de kilometraje. Me estoy acostumbrando a salir por sensaciones, a ir al ritmo que me pidan las piernas. Y la verdad es que, juntando unas cosas con otras, puedo decir que me lo estoy pasando en grande.
Pero sí es cierto que debo reconocer otra cosa. Soy competitivo y picón, y sabiendo que hace ya muchos meses tocaba otros ritmos, el notarme ahora tan lento comparado con entonces, la verdad es que no deja de ser un punto negativo para la motivación a la hora de colgarme un dorsal. Sé que puedo correr mucho más rápido, pero también sé que no estoy entrenando como debería para llegar a esos ritmos, así que tampoco creo tener motivos para quejarme. Pero sí debería, quizá, pararme a pensar en una cosa. Si tanto me gusta competir, y tanto me quejo de no ver unos resultados determinados, ¿por qué no me organizo una temporada entera, para ver qué es lo que sucede? No estaría nada mal, más que nada para saber realmente si mis preparaciones valen para algo, porque, siendo sinceros, entre unas cosas y otras prácticamente no he sido capaz de seguir un plan elaborado por mi durante más de cuatro semanas. Ésa idea lleva unos días rondándome por la cabeza, intentar elaborar una tabla más o menos bien estructurada y ponerme a seguirla en condiciones. Sé que físicamente los resultados pueden llegar, por lo menos a un nivel popular (porque, aunque no descarto renovar mi licencia, lo de volver a competir en pruebas federadas lo veo muy lejano), así que solo me queda una cuenta pendiente, la más complicada, y es de la seguir un plan. A muchos de vosotros, posiblemente a los que llevéis ya varios años entrenando, lo de seguir las órdenes de un plan o un entrenador no sea algo nuevo, sino una rutina con la que lleváis gran parte de vuestra trayectoria como deportistas, pero, en mi caso, he entrenado tres años de la mano de Teo de las Heras, más la curta temporada, la última que entrené en condiciones, donde solo estuve media a sus órdenes, aunque, en los meses que él no estuvo, sí que nos juntábamos a entrenar, y más o menos seguí haciendo cosillas serias con sesiones de calidad. Pero no ha sido, creo, tiempo suficiente para crear una serie de hábitos, quizá, otro de los motivos por los que ahora tanto me cuesta retomar un plan.
Si todo va bien, el próximo domingo me volveré a colgar un dorsal. Será en la Carrera Popular "Don Bosco" de Valladolid, sobre 9500 metros. No aspiro a ganar ni a hacer un gran tiempo, precisamente por esa falta de entrenamientos exigentes, pero sí me gustaría salir para disfrutar de una bonita mañana de atletismo por tierras vallisoletanas. ¿Algún objetivo? Pues si para Ávila comentaba que no tenía nada en mente, para ésta debo reconocer que me ha picado el gusanillo de salir con los primeros y ver hasta dónde puedo aguantar con ellos. No creo poder aguantar demasiado con ellos, pero bueno, por lo menos, para espabilar un poco y darme cuenta de que sin cosillas serias no voy a conseguir nada. Lo mismo, hasta me motivo y vuelvo a meter entrenamientos de calidad. Ya lo hice una vez, comencé a hacer cambios de ritmo justo la semana siguiente de esta competición... y unos meses después gané en Bañobárez. ¿Por qué no?
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario