Llega marzo, y con él, podemos dar por comenzada la temporada de medias maratones y pista. En las pruebas de 21 kilómetros, aunque ya se han celebrado varias esta temporada, viviremos a partir de ahora unos muy intensos fines de semana, donde incluso podremos ver que coinciden varias en el mismo día o mismo fin de semana. En zonas cercanas a mi ciudad, ya hemos podido ver, por ejemplo, la de Salamanca, que se celebró el pasado fin de semana, con victoria para Antonio Cuadrado y Gema Martín. Una semana después, este fin de semana, se celebrará la de mi ciudad, Zamora. Ya van treinta y dos ediciones desde que en aquel 1984 tan solo 23 corredores tomaran parte de la que sería la primera edición de esta prueba. Allí se dieron cita atletas que, a lo largo de los años, dieron (y alguno sigue dando) muchas alegrías al atletismo zamorano. Gente como Carlos del Bien, Teo de las Heras, Ramiro Morán o Aníbal Rapado fueron algunos de aquellos 23 participantes de la primera Media Maratón "Ciudad de Zamora". A lo largo de los años, esta media ha ido teniendo más participantes, aunque en alguna edición ha habido cierta reducción del número de inscritos, quizá en parte por el circuito que se hizo durante unas ediciones, dando dos vueltas a un circuito por el carril bici de Zamora. Entre esos inscritos también hemos podido ver a atletas de élite, como, por ejemplo, Sergio Sánchez en el 2007, quien entró en segunda posición con 1h09'12, o de Ramiro Morán quien, aparte de correr aquella primera edición, también vino a correr a su tierra estando en lo más alto del atletismo de competición.
El Atletismo Zamora, siempre con el apoyo de Teo de las Heras y Ángel Martín, décimo y undécimo hace treinta y dos años en esta prueba, ha decidido mantener el nuevo circuito, que se estrenó coincidiendo con el festejo de los treinta años de esta prueba, hace ya de eso dos temporadas. Un circuito que, dicho sea de paso, es relativamente favorable. Digo relativamente porque, aunque tiene bastantes tramos llanos e incluso en bajada, no olvidemos que lo se baja, hay que subirlo, y a lo largo de los 21 kilómetros nos vamos a tomar con el Puente de los Poetas, del cual podríamos decir que, con mucha imaginación, tiene forma de "U" invertida (repito, con mucha imaginación, pero la subida puede hacer daño si vamos muy pasados de ritmo), con el Camino de Rabiche, en torno al kilómetro 13.5-14, la subida hasta la Plaza de Cristo Rey, que culmina en el 10... y un pequeño, repito, pequeño repechito en el carril bici, en el kilómetro cuatro. Que yo me de cuenta, no hay más. Pero, de verdad, hay medias que, en este aspecto, son muchísimo más duras. Bajo mi punto de vista, es una media en la que, si no hacemos barbaridades en unos puntos muy concretos y durante unos pocos de metros, podremos hacer una marca más que interesante. No digo que todos vayamos a correr a 3.00 el kilómetro (ojalá), pero si creo que podremos correr, al menos, al mismo ritmo que en otras medias, pero con la sensación de ir más cómodos.
Éste domingo, si no surge nada, estaré en la salida de la XXXII Media Maratón "Ciudad de Zamora". Salgo con un único y sencillo objetivo: disfrutar de la carrera. No tengo intención de sufrir ni lo más mínimo, me la voy a tomar como un popular más, o como un "runner", ese término inglés que están tan de moda actualmente, pero que yo, que debo ser muy de la vieja escuela, tanto me niego a utilizar, pues me gusta más, mucho más, el término "atleta popular", pero bueno. El hecho es que el domingo debutaré en la media de Zamora, de mi ciudad, de casa. Para mi, esta prueba tiene algo especial. Mi primer contacto con ella fue en 2009, cuando, al salir de casa para ir en busca de algo (no recuerdo de qué) me topé con ella y estuve un rato viendo a los atletas correteando. Escasos meses después empecé a entrenar con Teo de las Heras y, gracias a sus anécdotas, acompañadas también de muchas historias de compañeros suyos de fatiga, sobre todo de Bernardo Cabañas y Lete, acompañados por varias anécdotas de otros compañeros (Ramiro Morán, César Portela, Aníbal Rapado o Ángel nieto=, a los que he ido conociendo según me he metido en el mundillo, y que, por supuesto, también han sido espejos donde mirarme. Debo reconocer que, personalmente, para mi es una gozada poder participar este domingo en la Media Maratón de Zamora, precisamente por poder decir que he corrido una prueba donde los que han sido y siguen siendo espejos donde mirarme como atleta han tenido unas cuantas batallas. Y, además, por poder correr una de las medias más antiguas del país. No sé si será la mejor organizada o la que tenga mejor circuito, pero para mi... ¡es la mejor de todas!
Cambiando de tema, y sin querer que suene repetitivo, algo complicado, porque suelo basar en este tema muchas entradas, me gustaría escribir sobre los entrenamientos de calidad. Este último fin de semana me dio por contar cuántas semanas me quedan de temporada. Cuatro meses, 16 semanas. Lo justo para elaborar un plan de entrenamiento (sí, sí, otro más... ¡Toma ya!) que me ayude a recuperar, sobre todo, motivación para volver a competir como lo hacía con Teo y como lo hice en Bañobárez y el primer año que corrí en Peñausende. Físicamente sé que es factible. El problema, el de siempre, mi cabeza. Pero, ¿cómo leñes me cuesta centrarme tanto en algo que llegué a hacer casi por rutina? Me parece increíble cómo nos acomodamos al trabajo fácil en un espacio tan breve de tiempo, pero cómo nos cuesta volver a la parte dura para demostrar en carrera todo lo que haya que demostrar, cada uno a nuestro nivel. He tenido un montón de intentos fallidos no por motivos físicos, pues en cuanto he enganchado unos días de calidad he visto mejorías, sino porque me veía incapaz de superar los días malos. Mi cabeza se descentra rápido, y éso es lo que creo que debo buscar corregir, por encima de cualquier otro objetivo competitivo o cronométrico. Me he comprometido con mis padres y con Teo a que volveré a hacer series, por lo que me da que no tengo mucha escapatoria... Bueno, éso y que debo reconocer que, lo niegue o no, me apetece bastante volver a correr de otra forma, más organizado y con la idea de competir más fuerte. Bueno, éso digo siempre cuando digo que vuelvo... En fin, intentarlo, habrá que intentarlo. Sigo con mi estructura de siempre, tres días fuerte y tres suaves, aunque he decidido hacer varios cambios respecto a otras ocasiones. Creo que me vendrá muy bien, por ejemplo, el trabajo en cuestas, o hacer los lunes un rodaje más corto respecto a estas últimas semanas (bajo de 13 a 10 kilómetros). De cuatro semanas, haré tres fuertes y una suave, para recuperar de las tres previas. Será una semana de menos kilómetros, donde pasaré de hacer unos 90 kilómetros semanales a hacer en torno a los 70 en esa semana más suave. Las semanas de las carreras serán muy parecidas a esas semanas de recuperación, aunque sí habrá alguna diferencia. Os iré comentando cómo van los días. Por ahora, el fin de semana lo utilicé para mentalizarme un poco, haciendo el sábado 4x2000 a unos ritmos que no me esperaba, pero los tiempos "buenos" no son fiables al cien por cien, pues los hice en una recta, por lo que en dos series me daba en contra y dos a favor. El domingo volví a rodar con Carmelo 19 kilómetros, en un día también con mucho viento, pero con muy buenas sensaciones. El lunes, ya dentro de la tabla, tocó rodar 10 kilómetros, aunque debo reconocer que me piqué más de lo debido, y en vez de correr a 4.25-4.30, que era lo que tenía programado, acabé rodando a 4.05 de media. Pero... ¡un buen día hay que aprovecharlo! Y hoy, me puse manos a la obra con más series. En esta ocasión tocaron 3x2000+2x1000 recuperando tres minutos. Debo reconocer que he acabado muy, muy contento tras completar todas las series por debajo de los 3.30 min/km. ¡Quiero notarme todos los días como ayer y hoy!
Nos vemos... haciendo deporte, clar.
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