Hoy me pongo a escribir con la idea de comentar cómo han sido estos últimos entrenamientos y, de paso, aprovechar para hacer alguna otra reflexión deportiva. ¿Por qué no? Al fin y al cabo, no todo va a ser hablar de mis entrenamientos y competiciones, de ser así, ésto sería demasiado aburrido, y lo que no quiero es precisamente eso, aburrir.
Comentaba en mi última entrada del blog que este sábado había ciertas posibilidades de ponerme a hacer las series de nuevo. Valorando cómo había sido esta semana en cuanto a volumen de kilómetros, me di cuenta de que no había bajado ningún día de 14 kilómetros y a unos ritmos bastante interesantes, así que finalmente me decanté por salir a trotar un rato, recuperar un poco de tantos días voluminosos, y ya dejar las series para la próxima semana. Así, me fui a rodar por la zona de los Tres Árboles y Olivares, completando algo más de 13.3 kilómetros en una hora justa, a 4.30 min/km el 159 pulsaciones medias. Decidí guiar el rodaje por tiempo, haciendo los primeros 20 minutos a un ritmo muy cómodo, de calentamiento, y haciendo los 40 restantes a 160-163 pulsaciones, sin forzar en exceso. Ayer al salir noté el día un poco extraño, con calor un tanto pegajoso. Completados los primeros minutos, ésto creo que me empezó a hacer mella, y es que en días con ese calor tan extraño, no corro nada cómodo, y éso que siempre he dicho que soy un corredor que rindo bien con temperaturas altas. Para completar la semana, esta mañana tenía previsto hacer la tirada larga. Tenía en duda entre si hacer 19 o 20 kilómetros, así que arranqué para irme a dar la vuelta a Cabañales, la cual me tocó modificar en la última para evitar encontrarme con los participantes del Decabike, e ir valorando según me fuera encontrando. La verdad es que no me noté nada mal, y las sensaciones fueron bastante interesantes, pero, aun así, opté por completar los 19 kilómetros de todos los domingos, los cuales completé en 1h22'53, a 4.21 min/km y 164 pulsaciones medias.
Esta semana, aunque menos rápida que otras previas, la verdad es que me ha permitido disfrutar bastante de los entrenamientos. Por lo menos, creo poder decir que, salvo ayer, donde el calor me pasó algo de factura, no he tenido malas sensaciones, y éso, todos lo sabemos, es algo que a todos nos motiva bastante. El mejor día, sin ninguna duda, fue el jueves, con ese rodaje progresivo de una hora, completando los últimos 20 minutos a 3'38 de ritmo medio. Pero creo que de todos los días puedo sacar conclusiones positivas, hasta de ayer, pues aprendí que en días donde hay previsiones de temperaturas altas, mejor salir a rodar un poco antes. De cara a los próximos entrenamientos, debo reconocer que aun no me he puesto a organizarlos. Espero que esta tarde acabe con ellos y ya tenga un plan de entrenamiento para seguir. En un principio, reduciré un poco el kilometraje de alguna sesión y aumentaré la del rodaje largo, de 19 a 20 kilómetros. La idea es reducir el volumen semanal de kilómetros, algo que tampoco es tan complicado, pues reduciendo, por ejemplo, de 13 a 10 kilómetros los lunes, y los miércoles de 16 a 14, ya bajo de los 90 semanales que estoy haciendo actualmente a unos 85, que eran los kilómetros que hacía a la semana durante el mes de agosto y septiembre, en los que estuve siguiendo un plan de entrenamiento. Os comentaré en entradas próximas como quedan finalmente los entrenamientos.
Recuerdo que hubo una temporada, coincidiendo con una de las que más he andado (ese año corrí el Cross del Ajo a 3'09) en la que estuve saliendo bastante en bicicleta, sobre todo de carretera. Salía, me hacía unos kilómetros junto a mis compañeros de Bicizamora, y supongo que me venía bien para no sobrecargar las articulaciones. La siguiente temporada seguí saliendo algo en bicicleta, más o menos hasta finales de abril. Desde entonces, abril-mayo de 2014. Entonces, ya hubo un preámbulo de lo que ahora está sucediendo. Dejé de montar en bicicleta hasta julio, donde salí tres semanas, alternando bicicleta con natación. Luego, por lesión, me tocó retomar el hábito durante un mes. Y después de ese preámbulo en el mes de mayo y junio, sin tocar nada la bicicleta (y saliendo en julio casi por obligación, para recuperar de la temporada), empezó la pasada temporada y decidí que la tocaría lo justo y necesario. Salí un par de días antes del verano, seis días en julio, y un día en septiembre. Nada más. Desde septiembre, no he vuelto a tocar nada la bicicleta, aunque estaba entre los planes la posibilidad de haber salido ayer. No hecho de menos nada la bicicleta y, como he comentado en alguna ocasión, apenas estoy siguiendo los últimos tres o cuatro kilómetros de las carreras ciclistas profesionales, o apenas leo ya noticias sobre el ciclismo a nivel amateur, cuando hasta no hace tanto tenía relativamente controlados a los ciclistas aficionados. En fin, supongo que en alguna ocasión retomaré el hábito de salir en bicicleta.
Este fin de semana en Zamora ha estado bastante vinculado al atletismo. Ayer se celebró en la zona del Campus Viriato la prueba correspondiente del Circuito de Carreras Populares organizado por la USAL, con victoria para Daniel Sanz y Gema Martín. Me acerqué por allí para echar un vistazo y, de paso, aprovechar a sacar algunas fotos, que publiqué ayer. Para mi fue una tarde diferente, viendo correr y charlando con algunos amigos y conocidos. Disfruté bastante de la carrera desde otro punto de vista, que últimamente se ha vuelto más común de lo habitual (esta semana ha sido la segunda vez que voy a ver una prueba de atletismo como espectador), pero también muy entretenido. Hablaba con unos y con otros sobre las posibilidades de los atletas para lograr la victoria o sobre qué atletas podrían estar muy delante. Los ganadores, Gema y Daniel, cumplieron los pronósticos de todos, y la verdad es que fueron los nombres más repetidos en todas las quinielas. Y siguiendo con las carreras, esta mañana se celebró en Villalpando uno de las carreras de 10 kilómetros más conocidas de la provincia, la que lleva el nombre del gran fondista español Chema Martínez. Como suele ser habitual, pudimos ver a los tres hermanos Martínez compitiendo en la carrera del más conocido de ellos. Francisco Javier Martínez se llevó la victoria en el 10.000 con un tiempo de 31'40, a 3.10 min/km. Segundo fue Francisco Javier de la Casa, mientras que en tercer llegó David Rodríguez. Chema Martínez llegó en quinta posición, con un crono de 33'25, entrando un puesto después que su hermano David Martínez, cuarto con el mismo puesto que Chema. Como curiosidad, con David coincidí en el 5000 de la segunda edición de esta misma carrera, donde logré entrar en el podio comos segundo clasificado, haciendo mi mejor marca en 5000. Para esta ocasión, la organización daría un premio económico a aquel atleta que bajara de 32' en la distancia de los 10 kilómetros. Debo reconocer que estaba plenamente convencido de que sería el propio Chema el que se llevaría ese premio en metálico, pero, en un gesto que le honra y que demuestra que es un campeón, prefirió hacer de liebre de su hermano. Está claro, o yo por lo menos lo tenía y lo tengo muy claro, que este gran fondista podría haberse llevado ese premio de haberlo intentado, pero no quedaría demasiado bien que un atleta que ha estado corriendo en la élite hasta ayer mismo como quien dice y encima, en la carrera que lleva su nombre, se llevara ese premio. Lo mismo realmente él no se vio para lograr esos 32', pero sabiendo que otros años ha ganado esta prueba al hermano que hoy ganó la prueba, me parece que era uno de los favoritos a conseguirlo.
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