Muy buenas a todos. Tras unos días sin contar cómo va el asunto deportivo, hoy me animo otra vez a escribir para comentar un poco cómo va esta primera semana apartado de mis queridas zapatillas, algo que no me está resultando nada fácil, la verdad, pero sé de la importancia de estas cuatro semanas si quiero andar bien la próxima temporada en los objetivos marcados, así que tendré que intentar evitar la tentación de calzarme las zapatillas y marchar a rodar a orillas del Duero o a Valorio... Al fin y al cabo, solo son cuatro semanas a lo largo del año, pero qué cuatro semanitas más largas.
Tras acabar la temporada el jueves pasado completando un buen rodaje de 15 kilómetros, decidí que el viernes comenzaría con las sesiones de ciclismo, completando una jornada de dos horas y media. El sábado tocó descanso por completo. El domingo volví a subirme a la bici para irme a la zona de Sayago a pedalear, completando un total de tres horas. El lunes tocó más ciclismo, para completar una ruta por la zona de Castronuevo de los Arcos y Villarrín de Campos, completando otras 2h50'. El martes completé el mismo tiempo del día anterior, pero algo menos de distancia y acordándome del calor durante los últimos kilómetros. Y hoy volví a montar más en bici, metiendo otras tres horas a las piernas.
Por ahora, la idea es seguir montando en bicicleta, aunque no descarto meter alguna sesión suelta de natación durante estas cuatro semanas. Debo reconocer que tras estos primeros días intentando parecer ciclista (solo lo intento, lo de serlo es otra historia, aunque a globeradas sobre la bici no me gana nadie), me doy cuenta de que, en realidad, este deporte no me llama, ni de lejos, tanto la atención como las zapatillas. Es cierto que me gusta montar en bicicleta, pero la verdad es que, como de costumbre en estas fechas, tengo en mente a las zapatillas, que son mi objetivo principal. La bicicleta, eso sí, me aporta bastantes beneficios, pues me permite seguir trabajando cardiovascularmente y, además, es un deporte que me permite relajar un poco las piernas después de tantos impactos contra el suelo, algo que pongo me vendrá bastante bien para dejar que las articulaciones se recuperen.
Pese a esto, sigo echando de menos a las zapatillas. La carrera a pie (lo que yo hago realmente no es atletismo) ha sido el que más me ha hecho disfrutar del deporte, el encargado de sacarme sonrisas y el encargado, además, de ayudarme a resolver diferentes historias.Además, me ha permitido competir y ganar alguna carrera. ¿Qué más pedir? Pero, ahora, toca intentar pasar estas cuatro semanas lo mejor posible, e intentar, cuando haya pasado este mes sin poder correr a orillas del Duero, volver a calzarme las zapatillas y, poco a poco, ir preparando la nueva temporada de mi deporte. Ya he estado mirando las primeras competiciones de la temporada, aunque serán simplemente para ir sumando kilómetros a las piernas. Pero, por ahora, me conformo con ponerme a correr el próximo 27 de julio y seguir corriendo hasta el 29 de junio de 2016 sin problemas de lesiones.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
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