Una vez más, me pongo a escribir en el blog. En esta ocasión, toca hablar acerca de la competición de mañana en Moraleja del Vino, un 5000 donde tocará dar bien de guerra e intentar estar con los primeros clasificados.
Ya he competido en esta prueba en el 2013. Fue mi única participación, y la verdad es que guardo muy buenos recuerdos. Llegué tercero a meta tras 5600 metros de mucho, mucho esfuerzo, donde me tocó sufrir de lo lindo. Eso sí, el esfuezo se vio muy recompensado, pues no está mal ser tercero tras Agustín Ruiz y Fernando Lorenzo. La marca que hice aquel año fue de 18'58", a 3.21 min/km. Este año mis piernas creo que no están para ir tan rápido. Es verdad que el martes estuve haciendo series de 2000 y las conseguí hacer a ritmos de 3.30, y que hoy conseguí acabar también los dos últimos kilómetros en 3.37 y 3.25, pero estamos hablando de una distancia que no llega ni a la mitad de lo que será la competición de mañana, así que creo que puedo ir rápido, pero ni mucho menos a aquellos 3.20 el mil en 2013. Pero, aunque no estoy tan en forma como aquel año, debo reconocer que tengo muchas ganas de competir. Llegaré más adelante o más atrás, pero tocará darlo todo para ver qué es lo que sale. Por intentar llegar delante, que no sea.
Sobre la participación, he estado mirando la lista de inscritos y habrá algún buen galgo para dar guerra entre los primeros clasificados. Aunque creo que es una prueba predominantemente popular, los primeros clasificados correrán muy rápido para entrar en primera posición. En mi caso particular, me considero de los populares que van a sufrir un rato y a probarse. Si luego consigo entrar entre los primeros, pues bien, pero, ante todo, disfrutar de una buena tarde de atletismo, y a recordar aquellos tiempos en los que conseguí ir a 3.20 en esta prueba.
En Moraleja del Vino he competido un par de veces. La primera fue en el 5000, y la segunda en el cross que se hizo en el mes de abril de este año, sobre una distancia de casi 12 kilómetros. También me noté muy bien físicamente, haciendo prácticamente toda la carrera con Rivera y Enrique, llegando a la meta en torno a los 3.35 min/km. Algunos tramos de aquella competición los conocía de haberlos transitado con la bici de montaña. El recuerdo que tengo de aquel cross es que la organización no estuvo mal del todo, aunque quizá tenían que pulir ciertos aspectos, como el de poner la llegada en el polideportivo del pueblo y la entrega de trofeos en la plaza, pero, por lo demás, estuvo muy bien. En mi caso, debo reconocer que me he notado muy bien físicamente compitiendo ambas veces en Moraleja del Vino, así que espero que mañana eso se vuelva a repetir y las buenas sensaciones quieran hacer acto de presencia. Parece que nos acompañará el calor, pero bueno, sarna con gusto no pica, y nadie dijo que esto fuera fácil.
Sobre los entrenamientos, hoy completé el último antes de la competición. Tocaban 10 kilómetros de rodaje a ritmo cómodo, y con esa idea arranqué, aunque debo reconocer que a falta de dos kilómetros me emocioné más de la cuenta, pasando ese 2000 en 7'02 (3'37-2'25), quizá demasiado rápido para competir el día siguiente. En líneas generales he acabado bastante contento con el rodaje de hoy, pues, por lo demás, he conseguido controlarme bastante con los ritmos. En total han sido 10 kilómetros en 42'06". Al acabar, como de costumbre, unas progresiones y para casa a descansar. Este fin de semana será un poco diferente a los demás, pues tocará descansar el sábado en vez del viernes. El domingo, eso sí, toca hacer la tirada larga, 18 kilómetros de rodaje por terreno variado y unas progresiones al acabar la sesión.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
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