Hoy me pongo a escribir estas líneas porque, en líneas generales, estoy empezando a tener buenas sensaciones a lo largo de los entrenamientos y creo poder estar en el camino correcto hacia mi vuelta a la competición, aunque, como sucede en muchas ocasiones, aun quedan ciertas cosillas por cambiar.
Comenzando por los entrenamientos, ya había hablado hasta los del martes. El miércoles, demostrando una vez más que soy un cabezón empedernido, decidí salir a rodar un rato. Hasta ahí, sin problema. La historia vino cuando paré con la distancia: 15 kilómetros justos en 1h08'25", a 4.34 min/km y 154 pulsaciones medias. Se trataba de rodar a ritmo cómodo, y viendo el pulso medio, creo que lo logré. La ruta fue de esas que disfruto mientras las hago, por la zona de la Aldehuela, Olivares y carretera de Almaraz. Siguiendo con la tabla, el jueves tocaron unas cuantas subidas fuertes. Tras el calentamiento, me puse manos a la obra con ellas, completando nueve subidas, recuperando al trote con la bajada. Para seguir, tocó hacer algo de transferencia con unas series de 200 y un kilómetro muy suave para soltar. Así, completé otro entrenamiento de casi 15 kilómetros en 1h02'57". El viernes tocó descanso, así que poco tengo para contar. Y esta mañana me volví a atar las zapatillas con la idea de hacer unas series largas, de 2000 metros. Pero el hecho de no estar entrenando en Zamora me ha provocado un pequeño cambio de planes hasta que me organice un poco con los lugares para entrenar. Así, cambié las series por un rodaje de 14 kilómetros, el cual completé en 1h02'42", a 4.29 min/km y 163 pulsaciones medias. En esta ocasión me tocó completar los primeros kilómetros en una ligera bajada, y yo, que no estoy a costumbrado a esto, lo pagué en malas sensaciones durante los primeros kilómetros, pues me costó más de lo habitual entrar en calor. Por lo demás, el rodaje no ha estado nada mal en temas de sensaciones.
El hecho de tener que cambiar unos escasos días de escenario habitual de entrenamiento me supuesto, en este caso, un pequeño problema a la hora de organizar los entrenamientos. Y es que, si bien puedo encontrar lugares para roda, me resulta más complicado encontrar sitios para hacer series largas. Así, por ahora, este fin de semana me centraré solo en rodar. Para la próxima semana tocará meter, al igual que esta, bastante volumen de entrenamiento y sufrir un poquito. Lo de meter volumen es lo que más me gusta, debo reconocerlo, y es que, como bien sabéis, soy bastante propenso a sumar muchos kilómetros.
Y precisamente de esa suma de kilómetros me gustaría hablar un poco. Hoy estuve comprando un par de zapatillas para entrenar, de las que os hablaré en otra ocasión. El dependiente, al decirle los kilómetros, y conocedor de mi edad, me dijo que, quizá, estaba basando mis entrenamientos en sumar demasiados kilómetros, y quizá eso no me beneficiara del todo. Luego, he estado dándole vueltas a este tema durante un rato. Es verdad que ahora baso mis entrenamientos en sumar muchos, muchos kilómetros. No sé hasta qué punto esto puede o no beneficiarme. Pero debo reconocer que estoy disfrutando una barbaridad de correr. Estoy seguro de que esta no es, ni de lejos, la mejo forma de entrenar, y que mi cuerpo acabará por quejarse, supongo. Pero he llegado a la conclusión de que no conviene obsesionarse e ir disfrutando día a día de cada entrenamiento y cada competición. No puedo pensar permanentemente en las lesiones, sino en disfrutar cada día un poquito más de esto. Está claro que tarde o temprano esas enemigas de los deportistas, más cuando son adictos, como es caso, llegarán, pero, mientras tanto, intentaré disfrutar todo lo que pueda.
Pero, sí es cierto, creo que el hombre esto me convenció con una cosa, y es de la de tocar la bicicleta algún que otro día suelto. Sé de la importancia que tiene este deporte para los atletas, pues permite seguir trabajando de forma aeróbica, pero sin machacar las articulaciones. Un día a la semana viene bastante bien como complemento, así que creo que saldré algún día más con la bici de los que tenía pensado. Por ahora, de hoy en una semana tengo pensado hacer una rutica de tres horas, por sensaciones por supuesto. La bicicleta, evidentemente, quiero utilizarla como entrenamiento cruzado, y es que mi deporte favorito no deja de ser correr. Y quizá, precisamente por eso, me convenga hacer algún día de ciclismo, para soltar un poco las piernas de los entrenamientos a pie. ¿El cuerpo se resentirá igual? Seguro, pero lo mismo tarda más. Lo único que pido es, como de costumbre, no tener problemas con las averías ni con las caídas y, por lo demás, a disfrutar de la carrera a pie y de la bici.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
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