Hoy, tras estos días de correr (bueno, el lunes), pedalear y nadar, toca descanso, el peor día de la semana, más cuando no puedes hacer lo que te gusta porque una dichosa molestia no te lo permite. Así que hoy poco tengo que contar acerca de mis andanzas deportivas referidas a los entrenamientos.
Pero sí que voy a aprovechar para comentar un poco cómo va el tema de la lesión y, si es que llega el momento en el que me podré poner a entrenar decentemente, cuáles serán los escasos objetivos que me voy a plantear para este año.
Hoy, aprovechando el día de descanso, estuve dando una vuelta por Zamora, y parece que la espalda va bastante mejor que estos días. La sesión de piscina la verdad es que me la mejoró bastante, pero de ayer a hoy he notado cierta mejoría que me permite mantener un poco las esperanzas de volver a correr antes del lunes y ya no parar hasta dentro de cuarenta años por lo menos. Si el martes cojeaba cuando caminaba, hoy me he sorprendido caminando sin problema aparente. ¿Buena señal? Me gustaría que ésto indicara que mañana mismo puedo ponerme a correr, algo que por supuesto voy a intentar, pero con las lesiones nunca se acierta, y cuando crees que estás completamente recuperado resulta que te aparece una molestia en otro sitio del cuerpo que te obliga a volver a parar. Éso ha sido, más o menos, lo que me ha pasado a mi. Y, siendo sinceros, me está poniendo de los nervios. A estas alturas ya debería llevar algo más de un mes corriendo mis seis días semanales, y todo lo que llevo desde que comencé a rodar son 28 días de rodaje distribuidos en dos tandas, veinte días, parón por lesión, ocho días y otra vez parón por lesión. ¡Qué desquicio! Claro, así mi estado de forma es una auténtica mierda. Es cierto que estos días sin correr están siendo activos, pues o bien he hecho natación o me he ido con la bici, pero siendo sinceros, a mi tanto rato encima de la bici se me hace aburrido, aparte de que no estoy lo suficientemente preparado muscularmente para aguantar las sesiones de bici, fondo tengo de sobra, pero muscularmente las salidas en bici se me hacen eternas, y la piscina no es que no me guste, pero se hace un poco aburrida porque es un largo tras otro, así durante toda la sesión, y cuando vienes, como es mi caso, de ver paisaje, éso se puede hacer muy, muy aburrido. Para este fin de semana voy a intentar volver a correr viendo los buenos resultados que estoy teniendo en la zona donde tuve la lesión; si veo que puedo correr, pues ya espero no dejar de hacerlo, algo de lo que ya dudo viendo el arranque de temporada que estoy teniendo, y si no puedo, pues acabaré nadando. Pero, en un principio, la idea es correr.
Y, bueno, qué contar de los objetivos. La verdad es que viendo esto, me estoy empezando a plantear abandonar esos objetivos que tenía pensados, y recuperarlos para otra temporada. Ya llevo perdido un mes y algo, por lo que luego voy a tener que hacer todo los kilómetros que no he hecho hasta ahora, así que otros dos meses para ir entonándome. Viendo todo lo que me falta por hacer, me voy a olvidar de lo bajar de 35 minutos en 10.000 y de debutar en media maratón. Me dedicaré a entrenar, a coger el ritmo y a hacer series, pero en un principio poco más voy a hacer. Si puedo correr, el domingo 14 iré a Valladolid a correr la legua, pero más que nada porque estoy inscrito. Los 10 kilómetros de Benavente los tengo descartados, no me voy a meter si no estoy en forma, y al Caracol iré según cómo esté de entrenamientos, si he conseguido ser regular, pues lo mismo me inscribo, pero si estoy arrancando y parando, me lo plantearé.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario