Me pongo a escribir en esta ocasión con la idea de comentar alguna historia relacionada con los próximos entrenamientos, comentar un poco cómo han ido estas últimas sesiones, qué objetivos tengo y alguna otra cosa que salga según vaya escribiendo. La verdad es que esto ya puede sonar un tanto repetitivo, pero tocar estos temas por lo menos me permite seguir con la escritura, una de mis grandes aficiones.
Nos encontramos en el mes de junio. Éste, por norma general, no era mi mes favorito. Bueno, por un lado sí, porque ha sido el mes de la temporada en el que mejor me he notado siempre, aunque este año me veo bastante más flojo que otros años, y llegaban dos de mis pruebas favoritas, la Milla de La Horta y el Cross del Ajo. Pero, por otro lado, es el mes que indica que la temporada llega a su fin, y eso nunca me ha gustado, la verdad. Hasta esta temporada, en junio solo pensaba en que tendría que estar cuatro semanas sin poder correr no por estar lesionado, sino porque tocaba hacer el "descanso" anual, un descanso un tanto relativo, pues precisamente fue un año en este parón de cuatro semanas la primera vez que di la vuelta a Villalcampo en bicicleta. en un mes donde supuestamente tenía que estar haciendo cosillas suaves. Pero uno tiende a ser cabezón, y, como decía Jim Carrey en una película, "a falta de pan, buenas son las galletas". Este junio, sin embargo, está siendo un tanto diferente en varios aspectos. En el deportivo, el hecho de que estemos ya tan cerca de julio no me preocupa tanto, sino que en esta ocasión lo veo como algo diferente. Tras la buena experiencia de la pasada temporada, corriendo prácticamente durante todo el mes que en otras temporadas solía utilizar de descanso (a excepción de una semana, donde debía de aburrirme mucho, porque agarré la bicicleta y no se me ocurrió otra cosa que hace 400 kilómetros), para esta ocasión seguiré rodando durante el mes completo, aunque tocará reducir un tanto el pistón.
Reconozco que lo pasaba muy mal teniendo que salir en bici o teniendo que nadar cuando sabía que nada físico (lesiones, por ejemplo) me impedía hacer mi deporte favorito. La experiencia correteando en julio del año pasado por mis lugares habituales de entrenamiento fue una gozada, así que, como os decía este año repetiré. Evidentemente, lo de seguir a 85-90 kilómetros a la semana también en julio va a ser quizá demasiada tralla para el cuerpo, eso sí es verdad, así que durante estas semanas reduciré un tanto el volumen, rodando por sensaciones, al ritmo que me pidan las piernas. ¿Salir en bicicleta durante este tiempo? Pues me he comprometido a hacer una salida en bicicleta, pero creo que será casi la única que haga. Si os soy sincero, para nada me apetece dar pedales, asi que, si no surge nada, cumpliré con la salida que tengo en mente solo por el hecho de decir "he salido este año con la bici" y listo. Como entrenamiento cruzado, la verdad es que veo tanto en el ciclismo como a la natación (siempre que lo hagamos con cierto conocimiento, no se trata de dejar un día que las articulaciones recuperen con otro deporte, y nos pongamos a hacer series con la bici, como un servidor hizo alguna vez cuando me lesioné hace un par de años) un par de muy buenos complementos a la carrera. Sin embargo, no me llaman ni el uno ni el otro, y como aquí no se trata de amargarse uno la vida, sino de disfrutar con lo que hacemos, pues me voy a lo que más me hace disfrutar, que no es otra cosa que la de encadenar zancadas.
¿Es bueno o malo que no pare? Pues la verdad es que la experiencia de haber corrido en julio de 2015 y luego enganchar con esta temporada me ha parecido bastante positivo. Por un lado, me ha permitido superar mejor un mes que antes solo deseaba que se pasara de una forma bastante más agradable, pero no fue solo eso. Una de mis preocupaciones era la de que esta temporada achacara el no haber apenas parado, lo que para nada ha sido así. No me he visto tan rápido como en otras temporadas, pero debo reconocer que tampoco he entrenado para obtener una mejoría, sino simplemente para disfrutar y pasármelo bien. Luego, me permitió no llegar de cero al mes de agosto. En otras temporadas, aunque sí había hecho trabajo cardio vascular durante el mes que comenzará la próxima semana, montando en bici y nadando, tenía que empezar con mucho cuidado para evitar lesiones, algo que no me salió del todo bien la pasada temporada, cuando me tocó parar prácticamente otro mes extra, aparte de las tres semanas que estuve en julio.
Una cosa a la que sí le he dado varias vueltas es a la posibilidad de preparar bien la temporada próxima. Me lo planteó Teo hace unos días. En un día en el que estuve viendo entrenar a sus chavales, me planteó la posibilidad de volver a tomarme esto un poco más en serio y volver a por la temporada de cross y pista. No ha sido tampoco la única persona que me lo ha planteado, lo que me ha hecho pararme a pensar si realmente podía intentarlo. ¿Por qué no? Si me paro a pensar, han sido ya muchos regresos frustrados, pero debo reconocer que soy una persona competitiva, que me pico con todo el mundo. Me gusta el tema de los entrenamientos y soy competitivo. ¿Por qué no arrancar e intentar entrenar para competir? Como siempre digo, creo que con constancia puedo recuperar el nivel que he tenido, el cual no ha sido ni mucho menos el de un atleta de élite, pero sí me ha permitido llegar a hacer aquel Cross del Ajo a 3'09 de media. Es una idea que me llama la atención, y que creo voy a intentar para ver qué es lo que sale. Os mantendré informado sobre lo tratado en este párrafo.
Los entrenamientos de los últimos días están siendo bastante improvisados, la verdad. Sin un plan demasiado definido, estoy corriendo "a la antigua usanza", decidiendo lo que voy a hacer (tanto ruta como tiempo) una vez que ya he arrancado, una manera un tanto peculiar de entrenar, pero es lo que tiene entrenar sin un plan marcado. Por ahora, solo tengo claro que seguiré entrenando por tiempo, por sensaciones y sin pulsómetro. He optado por volver a entrenar por tiempo, porque la distancia no deja de ser algo relativo, unos días te notas bien y puedes correr 14 kilómetros en 58' y otro día te los puedes hacer en 1h05, mientras que el tiempo es lo que es vayas rápido o lento, un motivo que me parece suficiente para retomar este hábito de entrenamiento. Por otro lado, he decidido dejar el pulsómetro porque llegué a un punto en el que dependía demasiado de él, corriendo más atento de no pasarme del pulso que tenía pensado que de mis sensaciones, y creo que ésa no es la manera adecuada de entrenar. Sigo entrenando con el GPS, eso es algo impepinable, pero lo del pulsómetro ya lo dejaré para cuando me haya aburrido de correr por sensaciones o para cuando tenga algún objetivo muy concreto. Por lo demás dentro de este aspecto, poco os tengo que contar. Sigo sumando sesiones de carrera continua, pensando en varias cosas y disfrutando de esto. A lo largo de esta semana tocará elaborar un plan de entrenamiento para los próximos días y ya entrenar con algo marcado. ¿Me marco ahora algún objetivo? La verdad es que competitivamente ahora no tengo por delante ningún objetivo, así que, salvo que encuentre algo interesante, seguiré entrenando por sensaciones y haciendo sesiones de carrera continua.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
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