Me parece increíble el poder
que tiene la música. Hoy, ante la falta de ideas para escribir, no
tenía previsto publicar en el blog. Estaba aprovechando la tarde
para escuchar a mis músicos favoritos con los temas que más me
gustan de cada uno de ellos, junto a alguna nueva canción que he
descubierto en los últimos días, como es esa “Lucha de gigantes”
de Antonio Vega, y ha sido mano de santo para ponerme manos a la obra
y juntar unas cuantas letras. No sé qué poder tienen los
instrumentos musicales ni las voces de los cantantes, pero la verdad
es es impresionante cómo el maestro del rock en español, Miguel
Ríos, el mencionado Antonio Vega o el grandísimo Freddie Mercury
han logrado ponerme un tanto nostálgico y despertar en mi una serie
de sentimientos de lo más variopintos. Creo que no es la primera vez
que hago esta pregunta en el blog, pero, ¿música y escritura, o
incluso música, escritura y deporte están más unidos de lo que
pensamos? No me extrañaría nada, viendo los resultados que la
música suele despertar en mi cuando me siento una tarde a escuchar
unos cuantos temas de los músicos que, por diferentes motivos,
admiro.
Reconozco que me impresiona la
capacidad de los músicos para componer e interpretar los temas. Me
parece increíble su capacidad para empezar a mezclar unas notas con
otras, de introducir todo lo necesario para componer en una serie de
pentagramas y no solo eso, sino encima ser capaces de interpretarlo
en muchas ocasiones a unas velocidades impresionantes. Y por si era
poco, podemos encontrarnos con bandas como, por ejemplo, la que tuvo
Miguel Ríos para su famoso Rock&Rios del 1982, donde hay varios
guitarristas o un par de baterías, y los músicos son capaces de
tocar sus correspondientes notas sin confundirse y siguiendo el ritmo
de la canción. Es algo que admiro de una manera muy especial, y que,
quizá, es uno de los puntos que ha hecho que sienta una admiración
hacia todas las personas que se dedican a la música.
Sobre mis gustos musicales,
creo que a poco que hayáis leído el blog, os habréis fijado en que
soy muy de los años ochenta y noventa, y que tiro muy hacia el rock.
Soy seguidor de Miguel Ríos desde hace mucho tiempo. Para mi, sin
ninguna duda, es, como una vez leí, el maestro del rock en español.
Dentro de los cantantes de nuestro país, reconozco que es mi
favorito, aunque no el único que me gusta. Hay temas de Serrat,
Victor Manuel, Ana Belén o Sabina (y qué casualidad, casi todas las
canciones que he escuchado suyas, estaban interpretadas junto al
granadino) que me gustan muchisimo. Hace pocos días me dio por
escuchar “El sitio de mi recreo” de Antonio Vega interpretado
primero junto a Miguel Bosé (un Miguel del que no soy especialmente
admirador) y luego junto a Miguel Ríos, y me dio por buscar algún
otro tema de Antonio. Di con el tema “Lucha de gigantes” de un
concierto en directo del año 2008. Me impresionó esta versión del
tema. He escuchado alguna otra versión, pero el sentimiento que he
notado en esta de 2008 era especial, diferente. Y está claro que por
encima de todos está el más grande, ese que fue capaz de
interpretar “I want to break free”, “We will rock you”,
“Innuendo” o “These are the days of our lives” con Roger,
John y Brian, y a la vez, interpretar “Barcelona” junto a
Montserrat Caballé. Evidentemente hablo de Freddie Mercury, para mi,
el más grande. Y a la vez, contrastando un tanto, tambíen me gustan
las canciones de los Payasos de la Tele. Paso de un tipo de música a
otro completamente diferente, pero que también me resulta
entretenido. Unos temas dedicados al mundo infantil, pero que también
me resultan de lo más entretenidos, al igual que algunos de Epi y
Blas. No todo iba a ser rock.
¿Y por qué Miguel y Freddie
como cantantes favoritos? Miguel creo que, a nivel nacional, ha sido
un poco el “padre” del rock. Se empeñó en interpretar este
género musical incluso cuando en nuestro país se puso de moda el
twist, lo que, por un tiempo, convirtió al granadino en Mike Rios,
el Rey del Twist. En diferentes entrevistas que he escuchado a
músicos españoles posteriores a Miguel, le colocan como un espejo
donde mirarse a la hora de interpretar los temas, coincidiendo todos
en su gran calidad. La verdad, me parece que lo hecho por el
granadino tiene muchísimo mérito. Marcharse de Granada siendo tan
joven e intentar ser una estrella dentro de un género que en España
apenas tenía público fue algo digno de admirar. Según fue entrando
el rock en España, Miguel supo adaptarse a las necesidad del género
musical y del público. Además, una persona creo que comprometida ya
no solo con la música, sino con diferentes aspectos de nuestra
sociedad. De Freddie Mercury me enamoró su voz y su manera de
interpretar las canciones en los conciertos, siempre de un lado al
otro del escenario, un poco como hacía Miguel en la época del “Rock
and Rios” o el “Rock en el ruedo”, pero a lo grande. Su
capacidad como cantante hizo que fuese, y creo que sigue siendo, el
más grande todos. Se juntó de un gran grupo como fueron Roger, John
y Brian, y juntos lograron cautivar a un montón de personas. ¿Quizá
sin Freddie el grupo no hubiera llegado tan lejos? Creo que
musicalmente eran muy, muy buenos (y aprovecho para mostrar mi
devoción hacia Brian, el guitarrista del grupo), pero está claro
que Freddie tuvo muchísimo que ver en el éxito de Queen, pues pocos
grupos han tenido la suerte de dar con un cantante de tal capacidad
para ponerse a cantar y, a la vez, dar tanto espectáculo en el
escenario y, por si fuera poco (y por lo que tengo entendido), unos
conocimientos bastante amplios de piano. Ahí tenemos como ejemplo
Bohemian Rhapsody.
Dejando un poco de lado mis
opiniones y gustos musicales, nos encontramos ya a escasos días de
que comiencen los Juegos Olímpicos. Llevaba tiempo con ganas de
empezar a saber quiénes serían los españoles elegidos para ir a
competir a Rio de Janeiro, pero, a la hora de la verdad, reconozco
que apenas he prestado atención, salvo a la prueba de maratón,
donde, si bien he estado algo más atento, tampoco es que haya hecho
demasiado caso. Con a cabeza puesta en otras historias, sin apenas
mirar por Internet y teniendo en cuenta que mis deportes favoritos
para este tipo de eventos (atletismo, ciclismo y triatlón) suelen
ser menos importantes que el fútbol, la verdad es que no estoy
excesivamente puesto en el tema. De la prueba de maratón, hablando
de la masculina, que es a creo que he prestado más atención, creo
que podremos ver una gran representación. Para mi, a priori Carles
Castillejo y Javi Guerra son los dos atletas con más posibilidades
de hacer un gran papel. Son dos maratonianos ya consagrados, que
conocen a la perfección la prueba y que saben, por lo tanto, cómo
pueden reaccionar en estos 42195 metros. Jesús España, para mi, es
un atleta que puede crear cierta incertidumbre. En su debut en la
distancia la verdad es que me dio bien en el morro, logrando hacer la
mínima, algo que yo no para nada esperaba. Pero, aunque la única
referencia que tenemos de este corredor dentro de los 42 kilómetros
es muy buena, debemos pensar en que, mientras que de sus dos
compañeros tenemos muchas y muy buenas referencias dentro de la
distancia, de él solamente tenemos la que de Sevilla, lo que provoca
que realmente no sepamos cómo puede reaccionar Jesús ante la
maratón.
Y en lo que a nivel personal
se refiere, aquí sigo. Esta semana he intentado aprovechar los
rodajes para pensar y reflexionar sobre varios temas. En mi última
entrada escribía un tanto cabreado al verme un tanto bloqueado para
ponerme con los entrenamientos de calidad. Pensándolo, me doy cuenta
de que soy un tipo picón, muy picón, y que lo quiera o no, llevo
los dorsales en la sangre. Ahora no estoy en mi mejor momento (una
cosa es que me encuentre haciendo más kilómetros que un poseso y
otra que todos estros entrenamientos tan voluminosos sirvan para
obtener una mejoría que solo me van a dar las series alternadas con
rodajes), pero sé que entrenando bajo una metodología sí puedo
retomar gran parte del nivel que he tenido. No es sencillo, y mi
cabeza me suele pasar malas jugadas cuando se trata de tener que
hacer entrenamientos de calidad o sesiones para recuperar (aunque,
curiosamente, el lunes rodé 45' dentro del margen de pulso
establecido en el único día del plan que tenía elaborado para
empezar el lunes de esta semana sin pensármelo demasiado), pero me
parece que tengo que dejar ya de lado esto de volver y no volver, y
centrarme de una vez. Aunque pueda parecer mentira, creo que el mejor
sitio para estar sería compitiendo de nuevo. Al fin y al cabo, esta
nueva temporada únicamente he estado una semana sin seguir el plan
que tenía pensado, siguiendo, a excepción del lunes, el mismo
esquema que en estos últimos días, hacer una hora diaria, pero aun
quedan muchas, pero muchas semanas para hacer series, rodajes,
cuestas, competir… Es hora de replantearme algunas cosas e intentar
ver el tema de mi vuelta de un modo un tanto más positivo respecto a
como lo veía en mi última publicación en mi blog. ¿Por qué no
intentar volver?
Nos vemos… haciendo deporte,
claro.
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