Van pasando los días, y como quien no quiere la cosa, nos hemos metido de pleno en el otoño, la estación que, según se dice, es la preferida de los atletas para practicar su deporte favorito. Los motivos son diversos. El paisaje está precioso ahora, resultando una gozada poder correr por lugares como Valorio o la orilla del Duero. También, supongo, algo tendrá que ver la temperatura, porque, aunque no hace ya calor y toca empezar a corretear con algo de ropa larga, algo de ropa larga, aun no hace un frío excesivo, y la verdad es que se corre bastante cómodo. El problema es que ahora el tiempo no irá a mejor, sino a peor, y supongo que con el paso de los días las temperaturas irán bajando y las lluvias apareciendo. A mi me ha tocado ya darme alguna calada interesante durante algún rodaje, pero, como suele decirse, sarna con gusto no pica.
Los días de entrenamientos van pasando y las sensaciones, por suerte, van siendo cada día un poquito mejores, aunque esto va más lento de lo que yo pensaba. Bueno, no voy a decir que me quiera poner a correr a 3.20 de un día para otro, pero sí es cierto que tenía previsto poder correr a ritmos de 3.30 más o menos fácil. La cosa no va como yo pensaba y me está costando ir a los ritmos que tenía previsto ir fácil. ¿Cómo afecta esto a mi estado de ánimo? Pues, si os soy sincero, parece que la cosa no va mal en este aspecto, y las ganas de seguir corriendo se mantienen e incluso van aumentando con los días que voy completando. El hecho de no verme como me gustaría parece que está provocando un efecto que no me esperaba, animándome a seguir entrenando para poder llegar a tocar los ansiados 3'20. Cada día voy intentando completar el entrenamiento marcado para ese día, sean series o rodajes, y poco a poco el animo aumenta. Las ganas de competir también están en aumento. ¿Voy por el buen camino? Espero que sí.
Me pongo a pensar, y me doy cuenta de todos los cambios que ha habido dentro de mi vida deportiva. Cuando entrenaba con Teo creo que era un atleta bastante serio con los entrenamientos, aunque debo reconocer que en las dos primeras temporadas también pedaleaba bastante e iba alternando ambos deportes, y fue a partir de la tercera cuando estuve más centrado en el atletismo, dejando cada vez más de lado el deporte de las dos ruedas. Durante la última temporada que entrené junto a mis compañeros del Atletismo Zamora la verdad es que llegué a andar bastante bien. Llegué a competir a ritmos de 3.10 el kilómetro, a hacer series a 3.00 e incluso he llegado a hacer rodajes a ritmos de 3.50 min/km. Sin embargo, ahora veo que todo aquello se me queda muy, muy lejos. Sí que he hecho algún mil a ritmos de 3.23-3.25, pero solo uno suelto, sin más. Compitiendo, me veo bien a ritmos de 3.40 y sufriendo mucho, a ritmos de 3.35, pero bajar de ahí ya sí que me resulta prácticamente imposible. Y sobre los rodajes, he pasado de ser capaz de hacerlos incluso por debajo de los famosos 4.00 minutos, a hacerlos incluso a ritmos de casi 4.50, aunque los normales suelen rondar los 4'20-4.30 el mil. La verdad es que vaya diferencia de unas épocas a otras. También debo reconocer que ahora enfoco los entrenamientos más hacia el volumen, y que ya no hago pruebas de 4, 5 ó 6 kilómetros o millas, como hacía antes, y eso a la hora de coger chispa no es que se note algo, es que se nota muchísimo, y supongo que, junto a algunos cambios en los entrenamientos, habrá provocado que ya no sea capaz de tocar esos ritmos tan altos a los que antes sí era capaz de corretear.
El hecho es que ahora me encuentro en una etapa completamtente diferente a la que me encontraba hace unos cuantos, más bien varios meses. ¿Me arrepiento de haber cambiado de forma de entrenar y competir? Pues no. No me arrepiento porque he disfrutado de cada kilómetro y de cada entrenamiento. Cuando comencé esta nueva etapa me encontraba muy saturado de entrenamientos, competiciones... Eso, por suerte, poco a poco van cambiando, llegando a la situación actual, donde el cuerpo vuelve a pedirme cera en los entrenamientos y en las competiciones. Ahora, de nuevo, me comienzo a plantear objetivos competitivos y tablas de entrenamiento que, poco a poco, voy logrando que se cumplan. Quizá ahora sí me encuentro en el camino correcto para volver a competir, no sé si a mi nivel, pero sí, por lo menos, a plantarme en la línea de salida con ganas de dar guerra, mucha guerra.
Para esta temporada que ya ha dado inicio, mis objetivos son varios, pero muy diferentes a los que he tenido en otras ocasiones. Si bien cuando entrenaba con Teo nuestros principales objetivos se centraban únicamente en el cross y luego, completados los meses del campo a través, en las populares como, por ejemplo, el Cross de Valorio, organizado por los compañeros del Mesa de Valorio, la carrera de El Salvador en La Bañeza, la Carrera de la Guardia Civil y Mucho X Vivir, por ejemplo, ahora los objetivos estarán centrados desde un principio en las populares, pero de fondo. Aunque no haré precisamente muchas medias maratones (para esta temporada únicamente he planeado Ávila y Zamora, y no tengo intención de completar muchas más) sí tengo en mente hacer varias pruebas de 10.000 metros. Ésa será, precisamente, la distancia "reina" para la temporada que ya hemos comenzado.
¿Y por qué no volver al deporte federado? Podría hacerlo, al fin y al cabo el cross me gusta, debo reconocerlo. Sin embargo, desde que he descubierto el atletismo como deporte popular, me he enamorado de él y me he dado cuenta de que disfruto un montón con los atletas populares, para mi el ambiente es completamente diferente al de las pruebas federadas. Cada uno va a correr según sus objetivos, que para unos será acabar la prueba, para otros una marca determinada, para otros simplemente disfrutar... Dentro del atletismo popular tiene sitio todo el mundo. Sin embargo, soy de los que piensan que las pruebas federadas solo permiten salir a ganar o a por un puesto determinado dentro del grupo de delante. Por eso, esta temporada he decidido que no renovaré mi licencia como atleta. Llevo compitiendo con ella desde que comencé a correr, pero bueno, para todo hay una primera vez, y esta temporada tocará entrenar y competir por primera vez sin licencia.
Y bueno, poco tengo que contar. Hoy me he puesto a escribir en el blog por escribir, sin más, no sé si esto que ha salido será algo interesante o no, pero bueno, al menos alguna letra he conseguido juntar.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
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