Poco a poco van pasando los días. Ayer completé una nueva semana de entrenamientos, y tal como me lo imaginaba, sin series. Ha sido una semana donde las sensaciones, por norma general, han acompañado bastante, creo que pudiendo sacar unas conclusiones bastante positivas a lo largo de los seis días de entrenamientos, lo que me da un puntito más de motivación para los próximos objetivos competitivos, los cuales comenzarán el próximo fin de semana en Faramontanos de Tábara.
El lunes pasado lo comencé con un rodaje por sensaciones, complentado 13 kilómetros justos en 55'07, a 4.14 min/km. El día se levantó con cierto aire, y yo, incumpliendo una de las normas más importantes del ciclismo, eso de salir en contra del aire para volver a favor suyo, hice los primeros 6.5 kilómetros con él a favor, notándome muy suelto. A la vuelta me tocó sufrir todo lo que no lo había hecho en los kilómetros previos. El martes me calzé las zapatillas con a idea de rodar por un sitio plano y a poder ser todo por tierra, así que me fui a sumar los kilómetros por Olivares y la Aldehuela, completando 14.3 kilómetros en una hora justa, a 4.12 min/km. El miércoles tocaba hacer un rodaje algo más largo, por lo que me animé a tocar gran parte de la vuelta a Cabañales. En un día donde las sensaciones sí que acompañaron, logré compeltar 16 kilómetros justos en 1h09'25, a 4.20 min/km. Para seguir, el jueves me fui a rodar de nuevo al carril bici, acabando con un total de poco más de 14 kilómetros en 58'19, tocando en los últimos cinco kilómetros ritmos por debajo de los 4'00 min/km. Para mi, el jueves fue el día que mejor me noté de toda la semana. El viernes me tocó descansar, así que poco os podré contar. El sábado, tras estar con mis compañeros de la grupeta de carretera, me fui a rodar por Valorio y alrededores, completando un total de poco más de 14.2 kilómetros en 1h01'11, a 4'18 min/km. No me noté mal del todo, el día acompañaba y la verdad es que se corrí bastante bien. Para acabar, tocó la tirada del domingo. El día se levantó bastante desapacible, de hecho incluso tuve algo de agua a lo largo del rodaje, y sí que me tocó luchar con el aire. Al final, volviendo a la vuelta a Cabañales, completé otros 19 kilómetros justos en 1h21'24, a 4.17 min/km.
Así, completé otra semana más de entrenamientos, donde, como decía, me he encontrado bastante bien de sensaciones, de forma especial el jueves y el domingo. ¡Ya me gustaría tener más semanas así! Lástima que no siempre las sensaciones acompañen, y que haya más días de "sufrimiento" que con buenas sensaciones, pero este deporte es así. Ahora, toca poner la cabeza en la nueva semana de entrenamientos. Hoy ya la di por comenzado, complentado otros casi 13.4 kilómetros en 58'13, a 4.21 min/km. No sé muy bien cómo voy a programar el resto de los días, pero una de las ventajas que tiene ser tu propio entrenador es que puedes improvisar los entrenamientos mientras vas rodando, así que supongo que iré viendo cómo me voy notando en los primeros kilómetros, para luego ir valorando. Más o menos, me tengo una estructura hecha en la cabeza, pero, como decía, no será fija, sino que lo iré improvisando. El único día fijo es el domingo, donde, si no surge nada, tocará competir en Faramontanos de Tábara, una prueba donde no tengo grandes esperanzas de hacer un buen papel, pero donde me gustaría hacer sufrir un poquito a la máquina para ver cómo tras estos entrenamientos un tanto peculiares.
Y hablando de entrenamientos peculiares. El otro día estuve viendo entrenar al grupo "de los pequeños" de Teo. Me gustó verles entrenar, haciendo unos cambios de ritmo y algo de trabajo de fuerza y equilibrio utilizando tan naturales como pueden ser un parque y unos troncos. Me gustó recordar aquellos entrenamientos, cuando Teo, al igual que hizo el jueves a estos "mini atletas", nos hacía unos circuitos de cuestas subiendo a una antigua vía del tren, o cuando nos tocaba hacer ejercicios de equilibrio sobre unos troncos... ¡qué batacazos nos dábamos! Pero lo importante no era si había o no mejora, sino si realmente disfrutábamos con los entrenamientos que Teo nos ponía. La verdad es que sí, aunque debo reconocer que yo dejé de entrenar con él precisamente por todo lo contrario, aunque, visto con la perspectiva del tiempo, cambias por completo de opinión y acabas viendo que tu querías más y más a una edad donde, con lo que Teo marcaba, seguramente fuera más que suficiente, pues, otra cosa que me llama la atención, es su capacidad para medir los esfuerzos. Como decía, ahora, con el paso del tiempo, me he dado cuenta de aquellos fueron los entrenamientos que más disfruté, y que muchas de las criticas que hice a la forma de entrenar de Teo solo estaban basadas en que me encontraba saturado de entenar y competir, pero por pura cabeconería mía, no porque Teo me obligara o me dejara de obligar a hacer uno u otro entrenamiento. Claro que tiene cosas por mejorar, pues ya no como todos los entrenadores, sino como todas las personas, hagamos lo que hagamos. Y bueno, lo de que Teo es la persona que más ha hecho por el atletismo en Zamora creo que es algo evidente, y la verdad es que me parece digno de admirar que, tras más de treinta años estando de organizador de una prueba de tal envergadura como una media maratón, siga con la misma ilusión año tras año.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
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