Hoy, creo que sí tengo unos cuantos temas para publicar en el blog. La entrada os sonará algo repetida la última que publiqué, también escribiendo sobre ciclismo y los entrenamientos; en esta ocasión, la estructura será la misma, pero, enel caso del ciclismo, cambio un poco, centrándome en Jaime Rosón, mientras que, por otro lado, me centraré en escribir también sobre el entrenamiento de esta mañana y la carrera de Sardón de mañana.
El ciclismo zamorano está de enhorabuena. Jaime Rosón ha sido el encargado de dar el relevo a Mariano Quevedo y José Antonio Cabrero y pasar a ser el primer ciclista zamorano después de ellos en pasar a profesionales. Tras una mala experiencia con el Team Ecuador, volvió a la categoría de aficionados con el Caja Rural-Seguros RGA, con el que ha estado compitiendo durante su nueva estancia en la categoría. Ya de prueba, compitió en la USA Pro Challenge, siendo el mejor español. Para esta campaña, ya fichó por el equipo profesional, y tras competir en varias pruebas de esta categoría (Vuelta a Castilla y León, Tirreno-Adriático, Vuelta a Murcia o Vuelta a Almería), dejándose ver en varias ocasiones, le llegó el momento de subir al podio como primer clasificado. Y es que ayer Jaime Rosón se alzó con la victoria en la etapa reina del Tour de Turquía, dejando ver sus buenas cualidades para la montaña. Ha demostrado que puede estar delante con los mejores ciclistas profesionales. Aun es pronto, pero creo que con el paso de las temporadas, y sin quemar etapas, podrá dar mucha guerra dentro del pelotón profesional.
Cambiando de tercio, hoy debo reconocer que he cometido una pequeña locura. Mañana es la carrera de Sardón, por lo que hoy tenía en mente salir a rodar una hora a ritmo muy cómodo, al acabar, unas progresiones, y para casa. El hecho es que comencé a rodar y no me encontraba nada mal, así que opté por hacer los tres primeros kilómetros a ritmo más cómodo, para ir encontrando en calor, y a partir de ahí, rodar algo más rápido de lo que tenía previsto, pues, como decía, hoy las sensaciones estaban siendo especialmente buenas y como soy de los que piensan que los días así son para aprovecharlos... pues lo aproveché bien. Tras esos tres kilómetros, empecé a tocar ritmos en torno a los 4'15. Al darme la vuelta (hoy tocó ruta de ida y vuelta por el mismo trazado), ya llevaba un ritmo medio de 4'15, lo que me animó a tensar algo más, viendo que el aire me daría a favor y que no iba demasiado mal. A partir de ahí, se podría decir que los últimos 7.5 kilómetros han sido dando bastante cera, más de la que tendría que haber dado, teniendo en cuenta que mañana me espera un 10.000 tirando a durillo. Desde más o menos el kilómetro ocho hasta el 10, fui rodando a un ritmo alegre, pero intentando guardar un poquito de fuerza, pensando en Sardón, pero debo reconocer que del 10 al final me pasé cuatro pueblos. Me piqué con un ciclista que me pasó en el kilómetro 10, me empeñé en seguirle... El Garmin empezó a marcar un ritmo medio cada vez más rápido (lo tengo programado para que me de tiempo, ritmo medio y distancia), y mejorándolo con bastante rapidez, lo que, junto a la respiración forzada que llevaba y el dolor de piernas, me estaba indicando que íbamos rodando muy, muy fuertes, como así me han indicado los datos en el ordenador. Echando un ojo, veo que he hecho tres kilómetros entre 180 y 185 pulsaciones, con algún pico a más de 190 (de hecho, las pulsaciones máximas han sido de 195 en el tramo final de esos tres kilómetros). Podría decirse que bueno, que al fin y al cabo solo ha sido un cambio de tres kilómetros, pero la historia fue que, a pesar de que tuve que dejar ir al ciclista (me fue friendo a fuego lento y llegó un punto en el que fue imposible seguir su rueda), quise mantener el ritmo medio que ya llevaba, el cual había bajado hasta los 4.04 min/km. Veo que durante los dos últimos kilómetros, a pesar de ir a menos pulso que mientras iba picado, aun iba a 178-180 pulsaciones, con algún pico hasta las 182. Al final, he completado 15 kilómetros justos en 1h01'23, a 4.05 min/km, 172 pulsaciones medias y 195 pulsaciones máximas.
Mañana nos tocará competir en Sardón de los Frailes. Debo reconocer que hoy no ha sido el entrenamiento más adecuado para competir al día siguiente, pero bueno, aun así, no pierdo la idea de salir mañana a dar cera por las tierras salmantinas. e ir en busca del objetivo que me había marcado, ir compitiendo a 3.30. Puede que sea algo complicado, pero, al menos, que se pueda intentar. Creo que el tiempo acompañará, así que no nos tendremos que preocupar de si llueve o deja de llover. Sobre el nivel, la verdad es que no conozco apenas a la gente que corre; de hecho, me arriesgo a decir que prácticamente solo conozco a Alex y a Jorge, los cuales creo que podrán estar muy, muy delante en la competición, e incluso en el podio. Comentaba que mi idea es intentar competir a 3'30, pero si veo que puedo entrar en el podio, me olvidaré del ritmo que lleve y me iré a por el podio.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.
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