viernes, 29 de julio de 2016

Cicloturismo y competición. Cuando la diferencia resulta complicada.

Nos encontramos viviendo un crecimiento importante del deporte a nivel popular, de forma especial en deportes como el ciclismo o el atletismo. Hoy me gustaría centrarme en el deporte de las dos ruedas, no tanto a nivel de competición profesional, sino me iré más a temas cicloturistas y precios de bicicletas. Tengo la impresión de que estamos viviendo alguna que otra situación un tanto peculiar, sobre todo en lo que a temas económicos se refiere con las bicis, algo que puede llegar a ser impresionante, aunque también me gustaría hacer una critica a las marchas cicloturistas que han dejado de ser eso, marchas cicloturistas, para pasar a ser competiciones. Son temas que no acabo de comprender, y de los que hoy me apetece compartir mi punto de vista con todos vosotros. 

Vamos a comenzar por las marchas. Y qué mejor manera de hacerlo que aclarando conceptos. Según la RAE, cicloturismo está definido como "Turismo que se practica en bicicleta". La definición que utilizan para competición es "competencia o rivalidad de quienes se disputan una misma cosa o la pretenden". Vamos, dicho de otra manera, el cicloturismo viene a ser hacer una salida con otros muchos cicloturistas para disfrutar de una ruta mientras damos unos cuantos pedales, mientras que la competición es el hecho de salir a tope para ganar al que llevamos al lado. Las marchas cicloturistas deberían ser eventos donde se utilizara la definición que pone la RAE, pero cada vez quedan menos eventos con esta mentalidad. Con el paso de los años, nos hemos encontrado con más marchas que realmente se han convertido en competiciones encubiertas, con sus correspondientes clasificaciones y toma de tiempos. Nos encontramos con ciclistas que entrenan casi como profesionales para una cicloturista en concreto, y que lo único que buscan ese día es alzarse con la "victoria" en la marcha correspondiente. Nunca he comprendido esta actitud hacia este tipo de eventos populares, las cosas como son. Me parece que si nuestros objetivos están en ir a dar el todo por el todo para lograr una victoria, lo suyo sería sacarse la licencia Master y emplearnos a fondo en lo que realmente es una competición, pues es donde podemos demostrar nuestra calidad como ciclistas y que nuestros entrenamientos están dando sus frutos. Lo que no veo lógico es que haya muchos ciclistas que entrenen para disputar, y se metan en las marchas, porque ahí no hay competición.  

Pero, ojo, no solo culpo a los ciclistas, no debemos olvidarnos de que, si un participante sale a disputar, realmente es porque desde la organización se ha permitido que ocurra esta situación. Una marcha cicloturista no es una carrera, por lo que creo que en estos eventos no se debería permitir, por parte de la organización, que haya gente que se lo tome como una carrera. Puedo entender que en una subida se deje algún tramo libre para picarnos en alguna subida, pero al acabar ese tramo, parada, reagrupamiento, y a seguir rodando todos juntos. Me parece que ésa es la mejor idea para hacer una cicloturista, dejar algún tramo libre, y el resto, todos juntos.  

Muchos podéis echarme en cara que en los eventos populares son, para muchos, lo que para muchos ciclistas son las cicloturistas, y perfectamente yo soy un ejemplo de persona que ha salido a disputar eventos populares de atletismo. Como matiz, habría que añadir que hay una diferencia importante entre los eventos populares ciclistas y atléticos, una palabra importante. Resulta que mientras que en ciclismo decimos "marchas cicloturistas", en atletismo decimos "carreras populares". Y quizá, ésa diferencia, esa palabra podría ser la clave a introducir en el cicloturismo actual, pasando a denominar "carreras cicloturistas" a muchas marchas que ahora mismo se hacen llamar así, marchas, pero que en realidad tienen más de carrera cicloturista. En el momento que las llamáramos así, sí aceptaría que haya ciclistas que salieran a competir y cicloturistas que salieran a competir, igual que entiendo que en las carreras populares de atletismo haya corredores que salgan a disputar y corredores que solamente salgan a disfrutar de una mañana de atletismo popular en su estado puro. Pero, mientras tanto, seguiré defendiendo a las marchas cicloturistas como eventos no competitivos. 

Cambiando de tercio, nos vamos a las bicicletas. Éste tema me resulta un tanto sangrante. La industria siempre ha utilizado a los ciclistas profesionales como espejos para mostrar sus tope de gama en cuanto a material se refiere, y normalmente han prestado gran parte del material ciclistas de última generación a revistas especializadas en el sector ciclista. Lo de los profesionales puedo entenderlo, pues al fin y al cabo necesitan buen material para competir y demás, pero no acabo de ver demasiado lógico lo que estamos viendo en muchas de las revistas que comentaba. Pienso que en estos medios, que suelen ser leídos en una cantidad muy considerable por cicloturistas, creo que deberían dejar un poco de lado el hecho de probar material de tan alta gama o, por lo menos, de un precio bastante elevado, y empezar a probar material  más enfocado hacia un uso no competitivo, con precios no tan elevados, y mostrándonos, además, las partes negativas del material que prueban y siendo sinceros en todo momento, porque si hay algo que me revienta, es que me digan que, por ejemplo, una bicicleta de 5000 euros sea mucho mejor que otra que ronda los 1500 euros, sin darme ninguna demostración clara de por qué una es mejor o peor que la otra más allá del tema económico, como he visto en más de una ocasión. Hablo de bicicletas, pero lo mismo sucede con equipaciones, GPS o incluso con las gafas de sol específicas de ciclismo, algo también un tanto relativo, pues resulta que, sin ir más lejos, el martes pasado mi padre iba a darse una vuelta en bicicleta y, al olvidarse las gafas de ciclismo, se cogió unas de sol que suele utilizar para ir por la calle, y aun no le he oído quejarse de que ésas fueran más incómodas para pedalear. Es un mero ejemplo, pero ahí lo dejo.  

¿Por qué he dicho todo esto de los medios, los profesionales y la industria en el párrafo anterior? Porque nosotros, como usuarios no competitivos de la bicicleta, es decir, como cicloturistas, no necesitamos ese material para montar en bicicleta. Creo que necesitamos material un tanto más sencillo para poder montar, un material que nos pueda llevar y traer sin darnos guerra. No digo que nos vayamos a comprar una bicicleta del supermercado de la esquina, pero sí digo que la inmensa mayoría de los productos que están probando en estos medios, a un cicloturista le sobra. Para mi gusto, las bicicletas tope de gama cicloturistas rondan los 1500 euros. Por ese precio, nos vamos a encontrar una señora bicicleta que perfectamente va a suplir nuestras necesidades deportivas. En el caso de que nos guste llevar el cambio electrónico de Shimano, unas ruedas de perfil alto de Mavic o un manillar de fibra de carbono de Campagnolo, nos va a tocar desembolsar una cantidad de dinero considerable. Pero, aunque una bicicleta así queda muy bonita (éso para nada lo voy a negar), creo que a un nivel cicloturista, nos sobraría material. 
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

miércoles, 27 de julio de 2016

Nueva temporada

Poco a poco van pasando los días, y ya nos encontramos a finales de julio. Parece mentira cómo ha pasado el tiempo desde la última vez que hice series, y más aun desde que abandoné la competición. En octubre hará ya tres años que entreno de manera autodidacta. Desde entonces, la verdad es que me he ido conociendo cada vez más y he disfrutado del atletismo como nunca antes lo había hecho, aunque supongo que también tendrá sus partes negativas, como todo en esta vida. Pero, por otro lado, el hecho de que el lunes ya nos encontremos metidos en un nuevo mes, me hace pensar que, si la cosa no cambia demasiado de aquí a entonces, éste será el día marcado para empezar, aparte de la temporada 2016-2017, un bonito y a la vez complicado proyecto de vuelta a la competición, que me tiene motivado a la vez que “preocupado” por ver si soy capaz de cumplir algunas de las sesiones marcadas.

En otras ocasiones ya tendría los dientes largos por estar a puntito de dejar de lado la bicicleta, las sesiones de natación o incluso alguna que otra caminata, para empezar a dar las primeras zancadas de la temporada, haciendo rodajes muy suavecillos para ir poco a poco entrando de nuevo a los entrenamientos de carrera a pie. Sin embargo, esta vez tengo los dientes largoss porque el inicio de la nueva temporada trae consigo una serie de proyectos que me motivan muchísimo. El proyecto principal y el que más motivado me tiene es el de volver esta temporada a la competición. Después de estar dos años bastante apartado (porque realmente, la temporada que decidí dejarlo, acabé volviendo, aunque a nivel popular) de todo lo relacionado con las competiciones federadas) ésta temporada me decido a emplear la famosa frase de Chema Martínez, no pensarlo y meterme de nuevo en aquellas competiciones que en su día corrí estando federado y que ahora, con la perspectiva del tiempo, estoy echando de menos. Me vuelve a llamar verme competitivo, disputando una carrera, tengo ganas de salir y dar el todo por el todo y ver hasta dónde puedo llegar después de haber cumplido una serie de entrenamientos donde, por lo menos, hayamos intentando mejorar nuestra forma para lograr ir en el grupo delantero. Ha pasado mucho tiempo desde que no salgo con esta mentalidad de disputar una competición, yo creo que más o menos desde aquel mes de junio donde gané en Bañobárez y tres semanas después hacía un cuarto puesto en Peñausende tras Rui, Agustín y Marcos. Ahora, tanto tiempo después, me apetece volver a hacerlo, así que vamos a ver hasta dónde llegamos.

Reconozco que este proyecto lo veo tan motivador como complicado. Me explico. Una de las desventajas que tiene ser tu propio entrenador es que tienes un grave riesgo de acabar haciendo entrenamientos que para nada van enfocados a competir, sino simplemente a hacer lo que más te gusta dentro del mundillo de esto del correr. En mi caso, tras varios intentos frustrados, he acabado haciendo kilómetros y kilómetros rodando, sin más pretensiones que disfrutar haciendo la parte de los entrenamientos que más me gusta, la carrera continua. Ésto tiene varios puntos negativos. Desde luego, me lo he pasado genial sumando kilómetros y kilómetros, pero, las cosas como son, a la hora de querer retomar los ritmos a los que solía competir o hacer las series cuando gané en Bañobárez, desde luego que voy a notar la falta de ritmo o, mejor dicho, de haber estado trabajando durante muchísimo tiempo a ritmos muy semejantes. O quizá me cueste un tanto cambiar el chip en días donde toque hacer un rodaje regenerativo, u otro día donde tenga que sacrificar un día de rodaje de 14 kilómetros por unas cuantas series de 2000 metros. Pero bueno, es un cambio de mentalidad hacia otro que ya conozco por haber estado entrenando con el objetivo de competir durante un tiempo, y que sé que a la larga puede darme sus frutos.

Como comentaba, mi idea es comenzar a entrenar ya bajo un plan de entrenamiento la semana que viene. Aun no tengo del todo elaborado el plan, pero más o menos tengo la idea. Se trata de hacer tres días de rodaje, con uno regenerativo, que sería el lunes, otro más largo y por sensaciones, el cual correspondería al miércoles, y luego la tirada larga del domingo, la cual, después de varios meses, vuelve a ser como las que he estado haciendo durante gran parte de esta temporada, de 18-20 kilómetros, también por sensaciones. Del resto de los días, tocará hacer los entrenamientos de calidad. Martes y sábado fijo serán series, donde tengo la duda es con la sesión del jueves, donde aun no tengo decidido si haré series en cuesta o series más cortas en llano. Éso es lo único que aun me queda por decidir. Luego, una cosa importante, tocará hacer tres semanas fuertes y una más suave para asimilar el trabajo hecho en las semanas anteriores. Éso quizá me cueste un tanto hacerlo, aun me cuesta entender que éso de hacer 10 kilómetros diarios una semana, intercalado con una o dos sesiones de series aun me cuesta entenderlo. Pero bueno, poco a poco se irán haciendo las cosas.

Como podéis ver, seguiré entrenando de manera autodidacta. Reconozco que me gusta ésto de ser mi propio entrenador. No sé mucho de ésto, las cosas como son, pero me gusta probar con diferentes métodos de entrenamiento y ver cómo me noto mejor o cómo van saliendo mejor los resultados. Por ahora, creo que más o menos sé cómo puedo reaccionar con la manera de entrenar con la que tengo previsto entrenar, así que ahora solo queda una cosa, esperar al lunes, no hacer demasiadas salvajadas éstos días y ponerme manos a la obra con este inicio de temporada. Por ahora, para éstos días tengo previsto rodar mañana 13 kilómetros, el sábado 14 y el domingo hacer una salida un poco más larga, y subirme hasta los 16 kilómetros.

Y aunque aun no hemos comenzado la temporada, ya tengo un par de carreras a la vista. Salvo que pase algo importante, vuelvo a competir en La Zarza de Pumareda. Allí ya corrí el año pasado, y la verdad es que lo pasé fatal. Un catarro me dejó hecho polvo, y aquel día tocó sufrir para mantener unos ritmos que estaban muy, muy alejados de los que había estado tocando en las últimas que había hecho, siendo casi más de entrenamiento que de competición. Este año, mi idea es quitarme esa espinita que me quedó clavada y ver si puedo acercarme a ritmos de 3'40-3'45 el mil. Para entonces, y si la cosa va bien, ya debería estar cumpliendo con los primeros entrenamientos de calidad, aunque aun es demasiado pronto como para ir viendo resultados, pues ya se sabe, éste es un deporte donde hay que ir muy poco a poco. Luego, me he inscrito a un 10000 en Samir de los Caños, aunque no tengo demasiado claro que vaya a competir en esta prueba.


Nos vemos… haciendo deporte, claro.

jueves, 21 de julio de 2016

Escribiendo de temas deportivos

Hoy toca de nuevo ponerse a escribir en el blog. Con esto de que me cueste tanto desarrollar las ideas, la verdad es que tengo la sensación de estar dejando un poco de lado el simple hecho de publicar en el blog, y es que creo que llevo un tiempo publicando con bastante menos regularidad que en otras ocasiones. Bueno, al no dedicarme de forma profesional a la escritura, no debería tener motivo para preocuparme, pero, en realidad, ésto es una afición que me permite contar experiencias y sentimientos, así que tampoco me gustaría dejarla de lado por un hecho tan simple como el de carecer de ideas suficientes. Al fin y al cabo, juntando unos temas con otros, como llevo haciendo ya un tiempo, creo que puede salir una entrada bastante curiosa, así que, una vez más, seguiré este esquema. A ver qué sale.

Van pasando los días, y ya nos metemos de pleno a mediados del mes de julio. Muchos aun no habréis acabado la temporada y aun tendréis objetivos dentro de la pista, otros, si tenéis en mente alguna maratón para dentro de varios meses posiblemente ya habréis dado el pistoletazo de salida, o estaréis empezando a encarar la preparación para este tipo de pruebas, mientras que otros muchos os tomaréis el mes de julio como ese mes donde toca dejar de lado las zapatillas y hacer otro tipo de deportes o bien descansar por completo y empezar bien en agosto bien en septiembre a encadenar los primeros entrenamientos. Yo la verdad es que voy un poco a contracorriente. Evidentemente, no estoy preparando maratón ni voy a competir en pista, pero tampoco estoy descansando por completo. ¿Qué estoy haciendo? Pues, en un principio, entrenar de forma un poco anárquica. Partiendo de esta base, en lo que llevamos de julio estoy aprovechando para volver a entrenar por distancia y, sobre todo, por sensaciones. Me he olvidado del pulsómetro salvo en dias muy, muy puntualas, en los que me ha dado por ponérmelo para controlarme un poco en los días donde he visto que las piernas me han pedido un poco de tregua. Pero, como decía, por norma general he salido a rodar sin él, y tampoco es que lo haya echado demasiado de menos. Lo de entrenar por tiempo, la verdad es que para nada me ha decepcionado. Todo esto me está llevando a disfrutar muchísimo del simple hecho de salir a correr. Los que me conocéis sabéis de mi gran afición a rodar, sumar kilómetros y a descubrir cada día una ruta nueva, y éso es lo que precisamente estoy haciendo ahora. 

Pese a todo, por mi cabeza sigue pasando, aunque quizá un poco lejana, la idea de volver a competir. No puedo negar que, como me han dicho muchas veces, llevo la competición en la sangre. También son muchos los que me comentan que tarde o temprano volveré a colgarme un dorsal después de haber seguido una preparación bien organizada. Ni unos ni otros van desencaminados. Creo que el momento de volver a competir está cada vez más cerca. Llevo mucho tiempo diciendo ésto, es verdad, y ya puede sonar un poco cansino, siempre digo que volveré y al final, cuantas más veces lo hago, más alejado estoy (por ahora, he batido mi record sin hacer ningún entrenamiento de calidad, cuatro meses, porque cuando dejé de entrenar con Teo seguí haciendo cambios de ritmo, aunque un tanto distanciados entre ellos). Ahora debo reconocer que me veo con ganas de retomar los entrenamientos enfocados a la competición. Me he planteado una serie de objetivos, todos ellos enfocados hacia las pruebas de 10.000 metros. Intentaré mentalizarme de que hay que entrenar para poder cumplir lo que me he marcado. Aparte, también le dije a Teo que contara con uno más este año para ir a competir a los crosses, así que ya tengo otra excusa para no echarme para atrás. 

Lo de volver a entrenar con un entrenador es algo que sigo teniendo un tanto cruzado, la verdad. Tener una persona que sepa llevarte, que tenga experiencia dentro de este mundillo, es una ventaja muy importante a la hora de rendir, porque sabe plantear los entrenamientos en base a las sensaciones que el deportista le transmite. Digamos que es el encargado de aplicar la teoría general a los corredores de forma personal. Sin embargo, y a pesar de saber todo ésto, mi idea es seguir entrenado de manera autodidacta. ¿No es la mejor manera? Puede ser, pero a mi me gusta organizar mis tablas de entrenamiento y luego intentar cumplirlas. No quiero que suene como un acto de soberbia, de decir "yo soy el mejor", más que nada porque no tengo demasiada idea del mundillo de las preparaciones físicas, algo que sí tienen los entrenadores, pero soy de los que piensan que las sensaciones que tiene el propio corredor, por mucho que queramos explicárselas a alguien, solo nosotros sabemos de una forma exacta cómo son, y en base a eso creo que podemos organizar el entrenamiento en base a esas sensaciones. Creo, o por lo menos a mi me lo parece, que intentar decirle a otras personas cómo estamos es algo realmente complicado. Así que, como decía, seguiré entrenando por mi cuenta. ¿Alguna variación? En un principio sí utilizaré el pulsómetro, porque, como tantas veces he comentado, me parece una herramienta extraordinaria cuando buscas un objetivo. Lo de entrenar por tiempo o por distancia no lo tengo aun del todo decidido, lo iré valorando estos días, antes de iniciar el primer plan de entrenamiento de la temporada que, si la cosa no cambia, comenzaré la semana que viene, más o menos en los mismos días en los que he empezado a entrenar estos últimos años, a excepción de uno, que comencé ya empezado agosto, un verano que, si no me equivoco, paré seis semanas. 

Cambiando de tercio, me voy al Tour de Francia. Hoy tocó cronoescalada. Hemos visto a un Chris Froome impresionante, que le ha arrebatado el triunfo de etapa a Tom Dumoulin, demostrando así que es el lógico vencedor de esta edición de la ronda gala. Además, hemos visto una etapa impresionante de Joaquim Rodríguez quien, por cierto, anunció en Andorra durante la joranda de descanso, que ésta será su última temporada como ciclista profesional. Pero, sin ninguna duda, el que más me ha sorprendido ha sido Nairo. No es que lo hayamos visto excesivamente fuerte, pero la verdad es que ha hecho una crono que creo podríamos considerar de buena, y que le da aun esperanzas para entrar entre los tres primeros del podio en los Campos Elíseos. Lo de ganar a Froome lo veo muy complicado, pero lo otro... Éso sí, creo que estando a falta de dos etapas aun fuertecillas, podria dar un poco de guerra y no ir tanto a rueda, por lo menos para intentar subir a ese podio. Todos sabemos de la importancia de entrar entre los tres primeros del Tour, más con el maillot amarillo, y desde luego si Nairo lo consigue, será algo muy importante en su carrera deportiva. 

Aprovechando que escribo de ciclismo, y ya para cerrar. Comentaba que Joaquim está ante su última temporada como ciclista profesional. Siendo fan de Alberto Contador y de "Purito", me quedo con la decisión del catalán. Qué queréis que os diga, me parece que su decisión es mucho más realista que la del pinteño. Me explico. Joaquim ha visto que su rendimiento aun es muy, muy bueno, pero ya poco a poco va entrando en una cierta decadencia. Algo semejante le ha sucedido a Contador. La diferencia es que el primero ha optado por retirarse antes de que la afición le vea arrastrarse, mientras que el segundo ha optado por seguir, siendo consciente de que ya no logrará recuperar el nivel que tuvo con 25, 26 o 27 años. Soy de los que piensan que es mejor retirarse cuando ya empiezas a dar muestras de flaqueza, más en el caso de estos ciclistas, que ya llevan unos cuantos años compitiendo. Pero, igual que digo ésto, digo que no vería muy lógico que ahora mismo Valverde dijera que deja el ciclismo profesional. A pesar de llevar tantos años compitiendo, creo que aun puede dar algo de guerra, por lo menos durante otra temporada. 

Nos vemos... haciendo deporte, claro.


lunes, 18 de julio de 2016

Nairo, Froome, Tour y entrenamientos

Hace ya varios días que no publico nada en el blog, así que hoy, aunque sin ideas, me pondré manos a la obra para improvisar una entrada. Como suele ser habitual, no tengo claro el tema del que voy a escribir, pero bueno, espero que teniendo de por medio el Tour de Francia, los Juegos Olímpicos y algún que otro objetivo, no pueda juntar unas cuantas letras.  

Nos encontramos ya metidos en la última semana del Tour de Francia. Durante estas dos primeras semanas, hemos vivido alguna situación un tanto surrealista, como ver a Chris Froome corriendo sin bici montaña arriba en el Mont Ventoux tras darse un buen golpe contra una moto, lo que ha levantado cierto revuelo entre los aficionados. Por un lado, pienso que deberíamos empezar a pensar en cambiar un poco toda la normativa de vehículos dentro de las competiciones ciclistas. La caída provocada hace escasos días en el Tour a raíz de una moto que paró en seco, sin dar opción a los ciclistas que venían detrás a parar, no es un caso aislado, y menos en el Tour, donde ya hace algún año vimos cómo un coche atropellaba a Flecha y Hoogerland, lo que nos hace pensar que, quizá, nos encontremos con demasiados vehículos, especialmente motos, dentro del pelotón. Los coches con los correspondientes directores, jueces de la carrera, médicos, mecánicos... creo que son muy necesarios, por lo que puedo entender que haya un mayor número, pero no comprendo el motivo por el cual nos encontramos con un número tan amplio de motos. Muchas de ellas son de periodistas con fotógrafos, lo que muchas veces provoca que se junten varios en el mismo sitio para hacer la mejor foto posible, y si a estas motos las juntamos con otras de la organización y con un púlico enloquecido al paso de la carrera, nos encontramos ante una situación como la vivida en el Mont Ventoux, donde resulta que el principal protagonista de la carrera, el ciclista, no encontraba sitio para pasar. Creo que tras una situción como la vivida en esta mítica subida, ya no desde la organización del Tour, sino desde la entidad correspondiente, que supongo será la UCI, habrá que rediseñar la normativa para, quizá, reducir el número de vehículos en las carreras. Seguro que se montaría un revuelo impresionante, pues si se reduce el número de vehículos, puede darse el caso de que muchos periodistas se queden fuera de la carrera, por es mucho más lógico prescindir de sus motos que de las de la organización o de las motos neutras, las cuales también habría que reducir, pero no tanto como las de los periodistas, o yo por lo menos lo veo así, porque son motos muy necesarias, pues en ocasiones, pueden llegar a lugares donde los coches no pueden llegar. Eso sí, desconozco si los conductores necesitan algún permiso especial para conducir los vehículos dentro de este tipo de competiciones, pero lo suyo sería que se hiciera un examen para demostrar ciertas habilidades tanto llevando un coche como una moto, asegurándonos así que el conductor va a ser capaz de desenvolverse en cualquier situación, por muy complicada que sea, y siempre sin estorbar al ciclista.  

Otra cosa que me está resultando llamativa es la estrategia que se está siguiendo por parte de los favoritos. Antes de nada, escribo esto antes de que se dispute la etapa de hoy. La verdad es que Chris Froome se ha cogido el maillot amarillo y parece que a sus principales rivales les cuesta atacar. Hablamos de Nairo Quintana como el caso más llamativo, siempre a rueda, sin apenas movimientos, pero tampoco estamos viendo grandes ataques del resto de los rivales. Estando en la última semana aun podemos ver algún movimiento, pero ya hasta Froome se ha mostrado extrañado de no ver movimientos para arrebatarle el maillot amarillo. Por ahora, el del Sky creo que ha sido el más valiente, de ahí que sea el que lleva el maillot amarillo. El Tour no se gana corriendo siempre a rueda, de vez en cuando suele ser bueno dar algún cambio de ritmo, y creo que ahora mismo no es Froome, sino sus rivales, quienes tienen que hacerlo, la función principal del británico ahora es no perder tiempo, y si no hay ciclistas que se lo hagan perder, él no va a malgastar fuerzas atacando. Lo que sí es cierto que me sorprende lo de Quitana. No ha hecho para nada una mala temporada, pero en el Tour creo que no está rindiendo acorde a su calidad como ciclista. Quizá no esté hecho para pruebas por etapas tan largas, aunque ya ha ganado un Giro, pero creo que tiene calidad suficiente quizá no para quitarle el maillot amarillo, pero sí para ponerle un poco más contra las cuerdas.  

Cambiando un poco de tema, me voy a los entrenamientos. Éste mes de julio la verdad es que está siendo un tanto diferente. El hecho de no "amargarme" por no poder estar corriendo, como me ha estado sucediendo en otras temporadas, está provocando que estos días se me estén haciendo mucho más llevaderos. Para alguien como yo, que hacía ese parón veraniego prácticamente obligado (cuatro semanas sin correr se puede hacer muy, muy largas cuando sabes que no tienes ningún tipo de lesión que te impida calzarte las zapas), poder ponerme las mallas es una auténtica gozada. De sensaciones, la verdad es que no me estoy notando nada mal. Creo que no puedo quejarme de cómo estoy rodando estos días.  He optado por introducir varios cambios, como dejar de entrenar con pulsómetro, y la verdad es que eso creo que está teniendo bastante que ver. Puede parecer una chorrada, pero el ir dependiendo todo el rato de las pulsaciones me hacía no escuchar a mi cuerpo, lo que no es nada recomendable. Asi, rodando sin él, trabajando por ritmo, me resulta muchísimo más agradable esto de rodar. Quizá ése haya sido el cambio más llamativo. Por lo demás, todo sigue más o menos igual. He salido un par de días en bicicleta, completando el primero tres horas y el segundo tres horas y media, y el resto, correr, generalmente por tiempo, en torno a una hora, salvo algún domingo, que he subido hasta los 70'.  

¿Volver a competir? En un principio, ése es mi objetivo, volver a correr tanto cross a nivel federado como carreras populares de 10 kilómetros. Es un objetivo que ahora mismo veo muy, muy cercano, pero, sobre todo, mucho más fácil de hacer que en otras ocasiones. Puedo decir que estoy echando bastante de menos la competición y los entrenamientos que van enfocados a ir lo más rápido posble en una carrera, así que creo encontrarme en el momento ideal para seguir de nuevo una preparción para un objetivo determinado, el cual, salvo que la cosa cambie mucho, irá más enfocado al asfalto y a los 10 kilómetros que al cross, aunque ésta última modalidad no me decepciona, pero sí me llama mucho menos que el asfalto. Lo de estar delante va a ser complicadísimo, toca cambio de categoría a Promesa si no me equivoco, y si en Junior ya se corría "despacio", aquí prefiero no imaginarme. 

Nos vemos... haciendo deporte, claro.