jueves, 31 de octubre de 2013

"Miguel Ríos. Cosas que siempre quise contarte"

Portada del libro.


-Título: "Miguel Ríos. Cosas que siempre quise contarte".

-Autor: Miguel Ríos.

-Editorial: Planeta

-Páginas: 364

El granadino Miguel Ríos, uno de los primeros músicos de rock en nuestro país, se retiró de los escenarios en el 2011. Pero eso no quiere decir que se haya olvidado de su trayectoria musical. Y para que tampoco nadie de su público de olvide de él ha escrito una autobiografía con el título: "Miguel Ríos. Cosas que siempre quise contarte".
Miguel intenta contar su vida, hablando en los primeros capítulos de Granada, su ciudad natal y lugar al que le ha dedicado alguna canción (por ejemplo, "Vuelvo a Granada"), su familia y algunos de los años de su infancia. Poco a poco, con el paso de los años y los capítulos, van apareciendo otras ciudades aparte de Granada, pues Miguel decide dedicarse al rock, un estilo de música que no se llevaba mucho por aquel entonces. Desde ese momento y hasta que dio su último concierto de la gira "Bye Bye Ríos, rock hasta el final", la fama del granadino va creciendo, algunas veces lentamente y otras muy de forma muy rápida.
Miguel cuenta en este libro cómo fueron las grabaciones de varias canciones que le hicieron saltar a la fama, como cuando estuvo interpretando el "Himno de la alegría", tema que cantó en español y en inglés con el "A song of joy". Aparte de este tema, durante estos primeros años también estuvo con otros temas como el ya mencionado "Vuelvo a Granada" o "El Río", canciones de su propia invención.
Tras estos primeros años, hubo una época en la que la fama de Miguel bajó. Para recuperarla, decide montar una gira con un gran reportorio de canciones y con buenos músicos. Y volvió a los escenarios con el Rock & Ríos. Para mí, la parte de esta gira ha sido una de las más interesantes del libro, pues conocí a Miguel escuchando este concierto. El Rock & Rios fue el encargado de hacer que Miguel volviera a tener su importancia dentro del rock español. Después de esta llegaron otras giras por toda España que siguieron aumentando la fama que ya tenía el granadino.
A finales de los 80 y en los 90 Miguel aparece en programas televisivos de música como el que él tuvo llamado "Qué noche la de aquel año", repasando la historia musical de España. También da muchos conciertos a lo largo de la geografía nacional junto a otros grandes cantantes.
Pasado el año 2000, un año al que Miguel cantó en el Rock & Ríos entre otros momentos, Miguel sigue dando conciertos, pero, según van pasando los días y los años se va empezando a plantear su posible jubilación. Así, saca el disco "Solo o en compañía de otros" y, en el 2011, da la gira "Bye Bye Ríos. Rock hasta el final". En uno de esos conciertos, concretamente en el de Granada, actúa junto a varios de los cantantes con los que ha estado a lo largo de su trayectoria. Entre ellos está su hija Lua, con la que, por lo que he visto en vídeos, interpretó el tema "Un caballo llamado muerte".
Desde luego, tenemos que admirar la carrera de Miguel Ríos, intentando luchar para poder sacar su vida hacia delante a través del rock en una época en la que se llevaba más el twist y en España el tipo de música al que Miguel se quería dedicar no tenía tanta importancia como tiene ahora.

sábado, 26 de octubre de 2013

Objetivos deportivos


 Aquí sigo, intentado recuperarme tanto física como mentalmente, tarea que es mucho más

complicado de lo que yo creía, aunque reconozco que estoy disfrutando de estas sesiones corriendo y montando en bici. Si me apetece hacer media hora, pues la hago, y si quiero hacer 13 kilómetros, pues también. Esto es ahora un privilegio que antes  no tenía, ahora me doy cuenta de que, en cierta medida, he sido un poco esclavo de las planificaciones. Si bien es cierto que para hacer bien una competición, más si se va a disputar, hay que llevar una preparación física concreta, según cada objetivo deportivo, también debemos saber controlarnos. En más de una ocasión he hecho series teniendo muchas más ganas de salir a rodar aunque fuera más fuerte y durante menos tiempo, o al revés, hacer rodajes cuando tenía ganas de hacer series. Ahora mismo lo único que me preocupa es recuperarme bien.
Pero el hecho de no ir a una prueba para disputarla no quiere decir que no siga pensando en posibles retos. Ahora mismo mis objetivos son a puro nivel popular. El principal, evidentemente, seguir entrenando a diario, bien sea corriendo, con la bici o incluso en la piscina, si hace falta. Luego están los objetivos deportivos para los que uno entrena. El otro día mi hermano, que este año pasa a Infantil, comentaba que quería apuntarse a la prueba de El Caracol, competición donde he corrido en cuatro ocasiones, ganando tres de ellas en mi categoría. Como curiosidad, decir que fue mi primera carrera y, de haber hecho podio por la parte de atrás, habría entrado fijo, pues creo que entré entre los tres últimos. Si no fue así, cerca le anduvo. ¿Por qué no apuntarme, meterme en el pelotón de la Absoluta y hacerlo a 4:20 el kilómetro? Lo de ir a 3:15 ó 3:30 ya pasó a la historia, ahora mis objetivos serán de ese estilo, meterme en pruebas populares que estén cerca de Zamora para ir haciendo el mil entre 4:00 y 4:30. Muchos, creo poder dar fe de ello, disfrutan cuando van a ritmos de, por ejemplo, 3:20. Reconozco haber sido de esos, aunque ésa no es mi situación actual. Llevan una preparación específica y por ello son capaces de rodar a esos ritmos en competición, e incluso algunos tienen capacidad hasta para bajar y hacer ya no solo uno, sino algunos a menos de ese ritmo. Yo a eso ya no me arriesgo. Seguramente si vuelvo a entrenar en serio sería capaz de hacer algunas carreras a 3:30 o 3:25, pero, por ahora y durante muchísimo tiempo, tengo pensado hacer como haré el próximo 3 de noviembre si mi hermano acude a El Caracol en Benavente. A la San Silvestre de Salamanca también me gustaría acudir, pero para hacerla entre 40 y 45 minutos. Si no me equivoco son 10 kilómetros, y es una forma más de entrenar un rato por tierras salamantinas. Allí suelen acudir varios amigos de Zamora y me han hablado bien de ella. El único problema es que tiene mucha gente, y como se no coja el sitio bien en la salida es difícil cogerlo durante los primeros kilómetros. Algo a tener en cuenta si participo. En la San Silvestre en la que no estaré será en la de Zamora. Es una prueba que, comparada con otras, quizá peque de corta. Prefiero salir por la mañana un poquito a rodar y luego, si hiciera falta, echar una mano en la organización o simplemente ir de espectador.
Donde sí que me gustaría ir un poquito preparado es a un par de pruebas. A una de ellas en concreto le tengo un cariño muy especial, y es a la competición de Moraleja del Vino. Este primer año, donde entré tercero tras Agustín, que ganó, y Fernando, que entró segundo, fue una carrera muy bonita ya no solo por lo que deportivamente pudiera significarse, sino porque tuvo unos aspectos muy positivos. Aunque parezca paradójico en mi situación actual, disfruté muchísimo de ir sufriendo porque sabía que iba cumpliendo con un objetivo que yo, personalmente, me había marcado, y era el de dedicarle el puesto, el que fuera, a una persona. Lo conseguí, y creo que no fui la única persona en alegrarse de ello, no solo a nivel de mi familia, con mis padres y mi hermano. Me gustaría volver allí a correr (¿o quizá arriesgarme a sufrir un poquitín... y decir "a competir"?) y disfrutar del ambiente. Ya lo he comentado en varias ocasiones a algún compañero de rodajes y a mis padres, sería una prueba donde, si me veo bien mentalmente, me arriesgaría a bajar de mi ritmo habitual y hacerla a un ritmo un poquito más alto, no para hacer el tiempo de este año, pero sí para hacerla a algo así como 3:45-3:50 el kilómetro. De la otra aún poco os puedo contar, solo que me serviría de excusa para visitar a la familia. De esa os informaré con más detalle cuando me manden información. Donde también he disfrutado mucho y donde no me importaría volver a participar, pero ésta sí que para ir a disfrutar del paisaje (más de lo que puede disfrutar este año, que dije que me la iba a tomar tranquila y al final acabé picándome y hasta disputé el sprint final) es la de Morales del Rey, prueba muy recomendable para corredores populares capaces de hacer siete kilómetros con una cuesta algo larga a partir de más o menos el cuarto kilómetro. Si me surgiera la oportunidad de ir a pasármelo bien y hacerla tranquilito, sin sufrir, desde luego que la haría.
Primer 5000 de Moraleja del Vino.




Una idea que me lleva tiempo rondando la cabeza y que quizá ahora sea el momento adecuado, es la de debutar en alguna prueba como un duatlón o un triatlón. Esta combinación de deportes es interesante, dura y divertida; además, con tres deportes para elegir, no hay tiempo para aburrirse, siempre se está ocupado. Personalmente creo que tendría que empezar con el duatlón, por la sencilla razón de que si ya con la bici y corriendo soy malo, nadando soy peor. Aunque en su día estuve acudiendo a cursos de natación, estuve bastante tiempo sin tocar la piscina. Volví con ella cuando empecé a competir en atletismo, pero la he estado tocando fundamentalmente cuando me he lesionado y cuando acababa la temporada, por lo que no he tenido tiempo de practicar la técnica (lo que provoca que parezca un pato) y, cuando voy cogiendo algo la forma en este deporte, vuelvo a correr, por lo que lo dejo apartado. Ahora que me estoy llevando yo mismo la preparación física (no le encuentro sentido a seguir entrenando para competir si no voy a hacerlo y, además, estoy saturado de tanta historia de planificaciones para ello) y no descarto ir metiendo algún día de natación a la semana (un día fijo, y los que no pueda salir en bici por el tema de lluvias y demás, también). Y, cómo no, entrenar los otros dos segmentos, la carrera a pie y la bici. Seguro que en este mundillo de los triatlones no destaco, si ya soy malo en cada uno por separado, en los tres juntos prefiero no imaginarme lo que pueda pasar. Eso sí, lo bueno es que seguro que me lo paso genial. En Zamora la afición ha crecido mucho. Tenemos dos equipos, el Triatlón Zamora y el Triatlón Duero, con muy buenas representantes en todas aquellas pruebas a las que acuden. Ya os iré informando de cómo se va desarrollando todo.
Para acabar, tengo una cuenta pendiente con la vuelta a Villalcampo en bici. Las dos veces que he ido he acabado para el arrastre, y siempre gracias a la famosa cesta que va hasta Villalcampo. Cuando me vea más recuperado físicamente y cuando llegue el buen tiempo (ahora, que todos los ciclistas están fuera de temporada, no voy a llegar yo y voy a empezar a salir a tope cada vez que me ponga el culote para hacer bien esta ruta) tengo que volver a hacerla para no llegar reventado a Zamora después de subir el "puerto".
Con algunos de los compañeros del grupo (no están todos, faltaban dos, incluido
el fotógrafo, que en esta ocasión fue mi padre) a la llegada de la ruta de Villalcampo.
Fue mi debut... Llegué a casa casi sin saber quién era.

Bueno, ya os iré contando cómo se van desarrollando los acontecimientos. Por ahora, si mi hermano va a debutar en la categoría, el día tres de noviembre nos vamos a Benavente, en mi caso a debutar como corredor popular, a hacer algo nuevo para mi: tomarme una carrera como entrenamiento. Donde otros van a sufrir con la famosa cuesta, yo voy a ir a disfrutar. Y, si la tuviera que subir a 7:00 el mil, pues se hace.

Nos vemos... haciendo deporte, por supuesto.

domingo, 20 de octubre de 2013

Otra semana disfrutando

He tenido unos días en los que el blog lo he tenido algo olvidado. Mi último artículo publicado fue aquel en el que comentaba que dejaba, durante un tiempo sin determinar la competición. Ese motivo no ha hecho que haya dejado de entrenar (por suerte). Esta, en el tema deportivo, ha sido una semana que he disfrutado realmente. La planificación me la he hecho yo, y sin ninguna complicación: rodar. Eso es lo fácil de los deportes de fondo aunque seamos velocistas. Llega alguien que nunca ha hecho bicicleta o carrera a pie y, ¿qué hace? Rodar. Queremos bajar peso. ¿Qué hacemos? Deporte de larga duración a ritmo moderado. Nos levantamos un día sin ganas. ¿Qué hacemos? Pues también rodamos. A los que somos fondistas esto nos divierte y en más de una ocasión he comentado que son la "vidilla" de mis entrenamientos, lo único que hace que sea capaz de despejarme. Al fin y al cabo, las series lo único que hacían (eso lo he descubierto ahora), era agobiarme. Lo que sí que me gusta es meter algún kilómetro algo más rápido que el resto para no ir siempre al mismo ritmo, hacer algunos a un ritmo más alto que el resto, porque lo de ir rodando siempre al mismo ritmo también puede llegar a hacerse monótono. Estos cambios procuro no hacerlos nunca a tope, siempre reservando algo, más que nada porque sino pasa lo de siempre, sufro y me vengo abajo. Calculo antes de arrancar a qué ritmo puedo ir sin ir al límite como en las competiciones y, en algunos, lo  hago. Pero con estos entrenamientos de rodajes es con los que más estoy disfrutando, siempre con un límite kilométrico y haciendo los ritmos que pide el kilómetro. Si un día me apetece ir más rápido, pues voy. Si otro día quiero ir más despacio, pues lo hago. Lo importante, como me han comentado en varias ocasiones, es seguir haciendo deporte.
Una de las cosas que he hecho es reducir el uso del pulsómetro. Esta semana únicamente me lo he puesto esta mañana para salir con la bici. En este deporte sí que me gusta saber a qué pulsaciones voy porque lo de guiarme por sensaciones no me ha servido para mucho. Sirva de ejemplo lo que me pasó esta mañana: en la parte de abajo de un repecho largo me vi tan cómodo y tan bien que no se me ocurrió otra cosa que arrancar a mi padre. Claro, no había llegado a la mitad de la cuesta y ya estaba pidiendo la hora, retorciéndome por el asfalto. Corriendo suelo encender el Garmin y me he estado olvidando un poco de todo. Hasta no hace tanto tiempo solía salir sin apenas calentamiento. Pero, desde que he estado unos días saliendo con el grupo de Valorio el pasado domingo y ayer y entre semana con el grupo Correcaminos, he estado aprendiendo a salir a ritmos decentes. Ayer el primer kilómetro salió a más de seis minutos, y lo habitual entre semana es que el primero caiga a cinco minutos y hasta el tercero o el cuarto no nos pongamos al ritmo que se mantendrá hasta el final. Esto me ha ayudado mucho a disfrutar más de los rodajes, a estar en situaciones como la del lunes, rodando a menos de 4:10 y notarme bien. Hacía mucho que no notaba esa sensación, y reconozco que es bastante agradable.
¿Y durante estos rodajes he recapacitado sobre mi decisión? Sí. Y creo que ahora mismo estoy muy bien como estoy, sin colocarme un dorsal para ir a disputar. Hoy mismo se ha celebrado la V Carrera Popular "Mucho X Vivir". Aquí me salió un carrerón el año pasado, llegando segundo tras Raúl. Me dicen ahora que voy a lograr entrar en el podio y, si os digo la verdad, no lo hubiera cambiado por la salida en bici que me he metido para el cuerpo. Aunque hubiera estado ahí, no lo hubiera disfrutado. Y, si algo me han dejado muy claro y la gente de mi entorno familiar y deportivo me ha repetido hasta la saciedad es que disfrute con lo que hago. Y, qué queréis que os diga, estos días sin competir  y sin entrenar para ello, ¡han sido alucinantes! Hacer un entrenamiento que a mi me apetece y no porque toca es una delicia. Y aquí es donde aparece mi admiración hacia la gente que se dedica profesionalmente a esto. Les tiene que gustar mucho sufrir y deben disfrutar mucho para llevar planificaciones tan estrictas.
Bueno, después de tanto rollo, casi que os voy a contar por encima qué he hecho esta mañana. El lunes tenía pensado rodar 40 minutos. Arranqué con el grupo Correcaminos, aunque luego se fueron haciendo pequeños grupos. Súper y yo acabamos con algo más de 50 minutos de rodaje a 4:09 min/km. El martes decidí meter un rodaje más breve por el carril bici, de nueve kilómetros, a un ritmo algo más vivo. Al final acabé a 3:58 min/km. Arranqué con Diego, Súper y Julio. El miércoles fui a rodar con Diego. A él le tocaban 50 minutos y me acoplé. Nos metimos una ruta muy interesante por Zamora, pasando por un minuto y medio los 50 minutos. Ha sido el rodaje en el que más cómodo me he encontrado. El jueves a Manu y Diego les tocaba salida larga. No presté mucho atención al tiempo que les tocaba, en cuanto oí que carrera continua me acoplé a ellos. Mi intención era hacer como el martes. Hasta el kilómetro cinco fuimos rodando. A partir de ahí y hasta el kilómetro nueve apretamos algo el ritmo, bajando de los 4:00 min/km. Y aquí esta la diferencia con el martes. Para acabar incluí un par de kilómetros para soltar las piernas. Por cierto, me siento orgulloso de este entrenamiento. Conseguimos que los primeros kilómetros fueran progresivos, haciendo el primero creo que a 4:30. Para rematar la semana atlética, el sábado bajo hasta Valorio para entrenar con el grupo de allí por segundo día (el primero fue el pasado domingo). Qué bien me lo paso entrenando allí. Arrancamos suavecito, a seis y pico el kilómetro, para ir incrementando el ritmo con el paso de los kilómetros. Arrancamos todos juntos (un grupo curioso, por cierto), aunque unos tiraron para un lado y otros para otro. Hacia el segundo kilómetro Roberto incrementó un poco el ritmo y decidí irme con él. El camino por el que íbamos va paralelo al del domingo pasado, y llega a La Hiniesta. A esa zona se la conoce como la de los toboganes. Es una zona habitual para cuando hacen las tiradas largas por la zona de La Hiniesta y alrededores saliendo desde Valorio. Al final acabé con 13 kilómetros d rodaje. Esta mañana para completar, salí con mi padre en bici. Reconozco que estas salidas tan rápidas me gustan. Fuimos por la zona de Peñausende y alrededores... Resumen: ¡Qué dolor de piernas cuando llegué a casa!
Así ha sido esta semana. Para la próxima espero poder hacer algo parecido. No descarto ponerme a entrenar para algo como pruebas de duatlón o triatlón. Por ahora quiero estar otras dos-tres semanas así para ver si recupero algo físicamente (mentalmente voy a esperar más tiempo), pues reconozco que estoy algo pasado de vueltas. Lo de competir (lo que yo entiendo por competir, ir a disputar una carrera) nada de nada, y no quiero que me lo mencionen. Lo que sí me gustaría hacer sería ir a alguna prueba popular larga cerca de Zamora, como pudo ser la de Morales del Rey, y hacerla a mi ritmo habitual de entrenamiento, es decir, entre 4:30 y 4:00 min/km. Aunque, si os digo la verdad, ganas de viajar para colocarme un dorsal, no hay muchas.
Nos vemos... haciendo deporte, claro.

viernes, 11 de octubre de 2013

Fuera de competición

“Toda fantasía tiene su final. Pero en vuestros corazones podéis conservar siempre un gran poder, el poder de transformar lo que os rodea, de transformar mundos, de hacer que las cosas cobren vida. El maravilloso poder de imaginar”. (Miliki).
En septiembre de 2009 bajaba a entrenar por primera vez con Teo de las Heras a las pistas de atletismo. Pocas semanas después me colocaba mi primer dorsal, en Benavente, donde entré de los últimos clasificados; un mes después debutaba en los crosses de invierno con el de Atapuerca y, desde entonces, han sido varias las pruebas que he disputado, tanto en asfalto como en tierra, no solo pruebas a nivel federado sino también pruebas populares, donde la mayoría de las veces ha sido donde más he disfrutado y donde, quizá, mejores resultados haya obtenido. He tenido la suerte de coincidir con grandes campeones del mundo del atletismo tanto a nivel profesional como de mi categoría; evidentemente a aquellos que corrían conmigo nunca he sido capaz de ganarles. A nivel provincial también he coincidido con buenas liebres, a las que, siendo la inmensa mayoría algunos años mayores que yo, me he enfrentado con mucho respeto pero sin miedo.
¿A qué viene todo esto? La verdad es que tras este tiempo me da la impresión de que he perdido algo, no sé exactamente qué, que me provoca cierto desánimo a la hora de colocarme un dorsal. Desmotivación, cansancio psicológico o simplemente desgana pero reconozco que en los últimos días ha sido no diría que un logro, porque quizá fuera exagerar, pero si cierta desgana para colocarme en la primera fila y ponerme a sufrir.  Mientras que las piernas iban decentemente, la cabeza me pedía que fuera más despacio.
Podio de la última prueba disputada en Salamanca, el Memorial
Ángel González, en febrero de 2012.

Soy una persona que se pica hasta con el carrito de los helados,  ya puede ser el ganador de la maratón de los Juegos Olímpicos o un chaval que lleva dos días corriendo; hasta que no lo paso no quedo contento. Lo mismo me pasa en la bicicleta, aunque tenga que darme mucha caña en las cuestas o en los llanos, hasta quedar hecho polvo, tengo que intentar adelantar  al deportista que llevo delante de mí. Desde mucho tiempo, entrenando y compitiendo,  esa reacción instintiva me sale de forma automática y, además, en alguna ocasión se podría decir casi que inconscientemente. Pero últimamente he tenido que pensar durante la prueba qué era lo que quería realmente hacer, si largarme o quedarme en el grupo. Aún en Moraleja tuve algo de motivación extra para poder largarme hacia delante con Agustín y conseguir entrar en tercera posición. La de Morales del Rey fue, quizá, la que mejor supe tomarme, fue casi más un entrenamiento a ritmo fuerte que una competición .Pasé de ir en el grupo cabecero, evitando problemas, y probablemente  haya sido de las pruebas que más he disfrutado. Cuando sobrepasaba las 195 pulsaciones bajaba el ritmo hasta las 190. Ya en la carrera de la Guardia Civil tuve que pensar muy bien qué era lo que yo quería hacer en esa prueba. Decidí tirar hacia delante, opción que quizá no fuera la más adecuada. Pulso muy acelerado que me hizo plantear si realmente merece mi corazón que le meta tanta tralla por un simple puesto. Ir a más de 200 pulsaciones, al igual que pasó en Moraleja, no creo que nos beneficie a ninguno, ni al corazón ni a mí. No me gustaría tener que dejar el deporte por un problema cardiovascular  que, en cierta medida, he podido controlarlo si hubiera ido más despacio. A menos pulsaciones el corazón sufre menos.
En la salida del II Cross Popular de Valorio. Prueba preciosa por uno de mis
lugares favoritos de entrenamiento por una causa benéfica.

Llevo meditando esta pequeña retirada desde el pasado día 22 de septiembre y en la I Subida a Balborraz ya decidí hacerlo. Mientras las piernas me pedían ir un poquito más rápido, la cabeza fue justita. Me sorprendió cómo salí; sin embargo, completada la primera vuelta, en el momento en el que se hizo la primera criba me empecé a venir abajo. Iba a 3:20 el kilómetro y me notaba cómodo pero intentaba ir a algo menos y ya pensaba: “ No, que te cansas, mejor algo más tranquilo”. Me ponía a 3:30 y otra vez: “Pero, ¿ya estoy otra vez al ritmo de siempre?”
Junto al gran Chema Martínez en la segunda edición de la prueba que
lleva su nombre, celebrada en Villalpando (Zamora). Entré segundo en el 5000
absoluto y primero de la categoría Juvenil.

Otra de las causas que me anima a hacer este pequeño parón es que en las competiciones siempre estamos los mismos,  y no solo a nivel provincial, resulta que vamos a competir a un cross y estamos ciertos corredores, vamos a otro cross y el comentario que más oigo: "Anda, con estos coincidí, con aquellos también, con los del aquel equipo también…” Siempre competimos los mismos y las clasficaciones ya están casi decididas antes incluso de tomar la salida. A nivel provincial casi podemos intuir el orden de llegada de los tres primeros de la clasificación durante los primeros kilómetros de la prueba. Y luego, la cogemos y ya sabemos casi todos los datos deportivos de los atletas. Esta situación resulta algo monótona, personalmente en alguna prueba he salido fuerte simplemente para poder ver si los puestos cabeceros se iban cumpliendo según los pronósticos.
Pero, que conste, tengo pensado volver. Ésta, ya se lo he comentado a alguien, es una retirada “a lo Lance Armstrong”. No me pongo una fecha concreta, más bien cuando vea que, trabajando a ritmos altos, mi cabeza me pide más. Mientras no me lo pida, no lo haré. Ahora habrá varias pruebas, la mayoría de campo a través, pero, realmente, no me motiva especialmente participar.  En la del “Mucho X Vivir” del próximo día 20 de octubre sí que tenía pensado tomar parte del grupo, además este año estrenan circuito, pero iré de espectador si he llegado de entrenar y me dedicaré a hacer fotos a los atletas de mi equipo. Eso sí, cuando vuelva, intentaré estar lo más adelante posible, pero tomándome las carreras de otra forma. Y, lo mejor de todo, dejo la competición con un gran sabor de boca, habiendo conseguido subir al podio y dedicando puestos muy bonitos a grandes personas.
Lo que no haré será dejar de entrenar. Muchos entrenan para competir, otros compiten para motivarse a entrenar. Yo entreno por entrenar, por hacer deporte y por olvidarme durante un rato de los libros de clase.  Pero ya no solo corriendo sino también con la bicicleta y la natación aunque ésta última apenas la practico me pasa lo mismo. Seguiré encadenando zancadas por mi querido bosque de Valorio y a orillas del Duero, pero seguiré. Y prometo volver a colocarme un dorsal cuando tenga ganas. Pero tengo que tenerlas. Y ahora mismo no dispongo de eso.
Algún día volveré a ponerme un dorsal para competir.
Por ahora... hasta luego amigos. En el podio de mi última competición,
la I Subida a Balborraz.


Bueno, en definitiva, dejo durante un tiempo la competición, pero no el deporte. Espero que este artículo sirva para ver que no siempre el tema de la competición puede ser beneficioso. Todo con moderación. Para acabar, me gustaría agradecer a Ramón de Fussimanya su colaboración con las correcciones que ha hecho a este artículo.

Nos vemos... haciendo deporte, claro.


lunes, 7 de octubre de 2013

Crónica de la I Subida a Balborraz

Salida de la I Subida a Balborraz.
Hoy se ha celebrado en Zamora la I Subida a Balborraz, con victoria en la categoría Absoluta para Agustín Ruiz, del Vino de Toro, mientras que Alejandro González, también del Vino de Toro, entró en segunda posición y un tal Alejandro Vicente, del Atletismo Zamora-Repostar, entró en tercera posición.
Ahí estuvimos unos cuantos representantes del Atletismo Zamora-Repostar, defendiendo nuestra camiseta roja e intentado hacer lo que podíamos. Las inscripciones se podían hacer en la calle Balborraz, nº 3 y hasta media hora antes de la prueba. En la zona de inscripciones nos pusimos mi padre y yo junto a varios compañeros del club. Fue pasando el tiempo y tocó quitarse la ropa que llevaba encima, quedarme en pantalón corto y camiseta de tirantes, y empezar a rodar. Nos fuimos Alex y yo rodando por la vuelta larga de las dos que constaba la prueba, la cual constaba de unos 3500 metros según el GPS de Alex (yo he seguido con mi costumbre de cronometrar los calentamientos de las carreras). Esta parte tenía buena pinta si la hubiéramos hecho con luz, lo malo es que salimos ya prácticamente de noche y, para colmo, ésa era la segunda parte del recorrido, a la que llegaríamos con un kilómetro, aproximadamente. Para acabar el calentamiento, algún ejercicio de técnica y algo más de rodaje con Manu y Diego, combinado con alguna progresión. Nos colocamos en la salida cuando hubieron corrido todas las categorías anteriores, donde, por cierto, el Atletismo Zamora-Repostar estuvo muy presente. En la categoría Absoluta (de 15 años en adelante) había buenas piernas: Posado, Alex, Tinín, Josico, Chimeno, Raúl Vara, Martín Ramos...  Muchas piernas. Además, un montón de atletas populares, que se acercaron hasta la Plaza Mayor para pasar un rato corriendo.

Primera ascensión a Balborraz, seguido de Diego Izquierdo
(Bicizamora Team).

Y yo allí puesto metido. La salida no era buena, aunque mejor que las de otras pruebas celebradas en Zamora con salida en la Plaza Mayor, en esta ocasión por lo menos salimos en línea recta. Durante la primera vuelta fuimos todos bastante apelotonados. Ya en la primera ascensión a Balborraz se hizo una pequeña criba, que se acabó en el segundo paso por la Plaza de Santa Lucía tras la bajada hacia allí. Por suerte, yo me quedé delante, seguido muy de cerca por varios corredores. Por delante de mí iban Agustín y Alex, que no cedían un metro el uno del otro. Poco a poco se fueron haciendo pequeños grupos. Agustín tiró hacia delante, unos metros por detrás iba Alex y luego venía yo. Por detrás no sé quién venía, iba atento al camino, se veía muy poco y había que prestar mucha atención. En el Puente de los Poetas creo que fue el tramo que más cerca estuve de Alex, a Tinín ya le había perdido de vista hacía un rato largo. Ir por allí corriendo, con Zamora iluminada, es muy bonito, y ver este puente desde abajo iluminado es realmente impresionante o a mi, por lo menos, así me lo pareció. Bajamos a Olivares una vez que salimos del Puente de los Poetas. Teníamos que coger el camino que va paralelo al Duero. Como en el camino que habíamos cogido antes del Puente de los Poetas, el que iba paralelo a la Avenida de San Frontis, había mucho barro de las lluvias caídas en los días anteriores. Personalmente pillé más de un charco. Pasamos las aceñas y seguimos hacia el puente de piedra para pasarlo por debajo y, unos metros más adelante, subir a la Avenida del Mengue para hacer la última ascensión a Balborraz, que en total son unos 200 metros de cuesta. Al final conseguí colocarme en el podio, en tercera posición, tras Agustín Ruiz y Alex González Zarza.


Tras la llegada a meta, toca comentar la carrera con varios de los atletas allí presentes y a abrigarse, que ya hace algo de fresco en la calle. Solo toca esperar a la entrega de trofeos. Al final hubo una pequeña distribución por categorías. Varios de los corredores del Atletismo Zamora-Repostar estuvimos en el podio. Lo que nos dieron la verdad es que estaba muy bien: una barra de pan, chorizo (al pan le dimos cuenta allí mismo), un reloj, un hinchable y algo parecido a una bolsa de algún patrocinador. No estuvo mal subir al podio con estos dos grandes corredores zamoranos.
CLASIFICACIONES
1º Agustín Ruiz.
 
2º Alejandro González Zarza.
 
3º Alejandro Vicente.
 
4º Alfonso Martínez
 
5º José Manso.
 
6º Martín Ramos.
 
7º José Ángel Rabadán.
 
8º Luis Manuel Chimeno.
 
9º Raúl Vara.
 
10º Diego Bravo.                               
FOTOS
 
 
 
 
Mi llegada a meta en tercera posición.
 
En el podio.
 
Unos cuantos integrantes del Atletismo Zamora-Repostar
(Manu, Diego y yo) con José Luis Posado, ultrafondista del Vino de Toro.
 
Con Alex en la línea de salida.
 



viernes, 4 de octubre de 2013

Mañana a la I Subida de Balborraz

Mañana se va a celebrar en Zamora la I Subida a Balborraz, sobre una distancia de 3,5 kilómetros en la categoría de a partir de 15 años. Allí iremos unos cuantos representantes del Atletismo Zamora-Repostar para encadenar unas zancadas por el casco antiguo de Zamora.

Calentando para ir a disputar el Cross Ribera del Eria
en Morales del Rey.

Reconozco que no tenía pensado correrla, pero hablando el otro día con Teo me entró el gusanillo y me acabé apuntando a esta prueba a favor de UNICEF. Hemos hecho parte del recorrido calentando el otro día para hacer luego unas series a la orilla del Duero. El circuito de la categoría a partir de 15 años constará de unos tres kilómetros y medio, saliendo y llegando de la Plaza Mayor. Nosotros fuimos desde la Ciudad Deportiva, subimos Balborraz para dar a la Plaza Mayor y luego cogimos por Alfonso XIII a la Plaza de Santa Lucía para, luego, atravesar el puente de piedra, coger el camino de los Pelambres y llegar al Puente de los Poetas. Luego no sé por dónde irá a partir de la primera ascensión de Balborraz, en teoría es por donde fuimos nosotros. Lo hablé con Teo el otro día pero íbamos los dos con prisa y al final quedó la cosa un poco en duda.
Ahora mismo no me veo mal, pero habrá que ir muy, muy atento para evitar caídas y lesiones. Por ahora no hay previsión de lluvia, pero hay algún tramo donde podremos tener problemas, sobre todo en dirección al Puente de los Poetas. Por el resto, si tengo suerte en ese aspecto, tocará ir a disfrutar, que al fin y al cabo competimos para eso, para disfrutar, si no nos dedicaríamos a otra cosa que nos gustase más. Personalmente me gusta picarme, entrenar y competir, y esta será una buena ocasión para volver a ponerme un dorsal tras la carrera de hace un par de semanas, que fue la última. No sé si es el mejor circuito, 3,5 kilómetros, un par de cuestas y algún tramo algo lesivo harán que me toque ir sufriendo y, a la vez, muy atento al suelo y las caídas. No quiero que me vuelva a pasar como en aquella San Silvestre de hace casi dos años, donde me tocó parar dos semanas por una lesión en la rodilla.
Si os soy sincero, tampoco sé con exactitud qué atletas vendrán a competir. Por ahora sé que estaremos unos cuantos del Atletismo Zamora-Repostar compitiendo. Si la cosa no ha cambiado del jueves a mañana, iremos los tres corredores que estamos ahora entrenando con Teo que estaremos presentes en la Absoluta, además de algunos más. También habrá corredores representando al Club en las otras dos categorías inferiores.


Esta semana entrenando ha estado bien. Teo nos la planteó para combinar un día de calidad con otro de rodaje. El lunes comenzamos calentando por el circuito de la carrera para, a orillas del Duero, hacer unas series de 650 metros y acabar soltando algo las piernas. El martes el día estaba algo desapacible, se estaba decidiendo entre si llovía o no llovía. Mientras, Diego y yo nos marchamos rodando hasta que el cronómetro marcó 15 minutos y nos dimos la vuelta para volver a ritmo alto hasta el puente de los Tres Árboles. De allí hasta la pista tocaba ir suave para ver luego las series que nos planteaba Teo. Como no estaba, seguí rodando hasta que apareció. Al final algo más de 40 minutos y unas progresiones. El miércoles tocaron seis repeticiones de 450 metros en cuesta, para acabar el jueves rodando una hora dando una muy buena vuelta para completarle casi sin repetir los sitios. Lo bueno de las carreras en sábado es que no me hacen cambiar el día de descanso, pues lo suelo meter los viernes. Si fuera en domingo (lo más habitual) ya cambia la cosa.
Bueno, mañana nos vemos a las 20:15 en la Plaza Mayor para ir a disputar la I Subida a Balborraz. Aún estáis a tiempo de hacer vuestra inscripción en la Calle Balborraz, nº 3 hasta mañana media hora antes de la prueba, aportando los dos euros de la inscripción que serán para UNICEF.


jueves, 3 de octubre de 2013

V Carrera Popular "Mucho X Vivir"

El próximo día 20 de octubre se celebrará en Zamora la V Carrera Popular "Mucho X Vivir". Habrá marcha en bici y competición de atletismo, como se viene haciendo desde la primera edición. Los ciclistas saldrán a las 11:15, mientras que los atletas harán lo propio a las 12:00 horas. Habrá guardería y taller de animación para niños entre 3 y 12 años. Las inscripciones se podrán hacer en:
     Oficinas de AECC
  • Decathlon
  • Caseta Municipal (Santa Clara) a partir de 9 de Octubre
  • Fax 980 512 021 (adjuntando tus datos y recibo de ingreso bancario).
  • Correo electrónico zamora@aecc.es (adjuntando tus datos y escaneando el recibo del ingreso bancario)
  • Desde este sitio web: Pincha aquí

  • El número de cuenta es el siguiente: 3085-0055-73-1402817116. Habrá que aportar cinco euros.

    Colaboran: Amigos de la Bici-Bicizamora y Patina Zamora.
    Las inscripciones también se podrán hacer el mismo día, cerrándose el plazo a las 11:00 de la mañana.
    El plazo máximo para completar los cinco kilómetros será de una hora y media. A las 13.30 se cerrará el control de la llegada de los participantes para pasar a la entrega de trofeos.
    Este año se ha cambiado el circuito, que transcurrirá por las siguientes zonas de la capital: Bajada de los Tres Árboles, rotonda Obispo Acuña, Guerrero Julián Sánchez, Arapiles, Plaza de Cristo Rey, Santiago Alba Bonifaz, Parque de La Marina, Plaza de La Farola, Santa Clara, Plaza Sagasta, Renova, Plaza Mayor, Ramos Carrión, Plaza de Viriato, Rúa de los Francos, Rúa de los Notarios, Plaza de la Catedral, Puerta del Obispo, Bajada del Obispo, Trascastillo, Rodrigo Arias, Plaza San Claudio de Olivares, Solana y la orilla del Duero hasta el lugar de la salida.
    El circuito estará debidamente señalizado y habrá un puesto de avituallamiento en la meta, que estará situada en las pistas de atletismo. La edad mínima para participar será de siete años.
    La marcha en bici constará de unos 17 kilómetros y será obligatorio el uso del casco. No será una competición, pero sí entrará en el sorteo final. El lugar de salida sigue siendo la Ciudad Deportiva.
    Los dorsales podrán ser retirados en las oficinas de la AECC (C/Libertad, 20, entreplanta) o en la caseta municipal presentando el justificante del pago.
    La organización tiene un seguro de accidentes para la prueba. Habrá bolsa para los participantes y un sorteo final.