domingo, 7 de mayo de 2017

Crónica de la XXXI Carrera Popular "El Salvador"

Hoy se ha celebrado la XXXI Carrera Popular “El Salvador”. En una mañana sin viento, pero un tanto calurosa para la práctica de este deporte, en torno a 200 atletas tomaron la salida en la carrera principal, y varios fueron los niños que estuvieron también compitiendo en las categorías inferiores. Un año más, y con ésta ya van cinco ediciones, nos volvimos a acercar a la carrera de La Bañeza, una de mis pruebas favoritas, hasta tal punto que, en la temporada de 2014 me decidí a prepararla, con un plan de entrenamiento de doce semanas, alternando sesiones de cambios de ritmo y carrera continua con sesiones de bicicleta un día a la semana. Este año era consciente de que, físicamente, estaba bastante lejos de los estados de forma en los que había estado en otras ocasiones, pero, aun así, y tras mucho pensarlo, decidí apuntarme a la prueba y, sobre todo, disfrutar del ambiente, pues es una prueba donde se juntan atletas populares con atletas de primer nivel (este año, el ganador fue Sergio Sánchez).

Con esta mentalidad llegamos a La Bañeza a recoger el dorsal. Tras ello, nos animamos a escuchar la misa que el sacerdote de la iglesia de El Salvador iba a ofrecer a todos aquellos que se acercaran. Completada esta parte, que la verdad, se hizo bastante amena, llegó el turno de empezar a ver las primeras categorías del día. La mañana apuntaba maneras, y a las once de la mañana el calor se empezaba a notar. Poco a poco, el momento de ponerse a calentar fue acercándose, y con él, la temperatura iba en aumento. Una vez que mi compañero de club David tomó la salida, llegó el momento de cambiarse de ropa, ponerse pulsómetro y zapatillas de competir, y comenzar con el calentamiento previo a la competición. Como siempre, trote combinado con ejercicios de técnica de carrera, y también como de costumbre, ésto me sirvió para ir viendo cómo cada vez las calles de La Bañeza se iban llenando de más y más corredores dispuestos a darse caña, muchos de ellos conocidos. Por megafonía también anunciaron a los corredores que partían como favoritos para llevarse la prueba, entre ellos, el leonés Sergio Sánchez.

A las doce y cuarto estaba prevista la salida. Intenté apurar el máximo el calentamiento, sobre todo, en busca de tranquilizar un poco los nervios previos a la carrera, aun a sabiendas de que, jugarme, no es que me jugara nada. Aun así, decidí colocarme en primera fila y dejarme caer según fueran cayendo los metros, hasta encontrar mi sitio. Y con bastante puntualidad, se dio la salida. La estrategia iba a estar basada en lo que me dijera el pulsómetro. Durante las dos primeras vueltas iría rodando tocando ritmos en torno a las 183-185 pulsaciones en los tramos más favorables, y en los tramos en cuesta, en torno a las 190. Me fui dejando caer mientras iba controlando no pasarme en estos primeros kilómetros, lo que podría pasarme factura más tarde. Así, olvidándome de si llevaba o no corredores por delante o por detrás, iba intentando ir haciendo caso a las pulsaciones. Tras pasar la primera subida del día, nos tocó afrontar un tramo en bajada que me resultó bastante incómodo para correr. Nunca he sido un buen “bajador”, y ahí lo demostré, perdiendo muchísimo tiempo en cada vuelta hasta que lograba llegar a la parte baja. El resto del circuito, bajo mi opinión, permitía correr manteniendo un ritmo bastante constante, lo que me dejó ir controlando bastante bien el pulso. Mientras iban pasando metros, fui encontrando mi sitio. En un punto determinado de la prueba, se me pegó un corredor. Debo reconocer que iba bastante incómodo, no me encontraba nada bien con un atleta tan pegado. Decidí poner la mente en blanco, seguir con la estrategia que tenía pensada. Así, seguí tocando en torno a las 185 pulsaciones, hasta llegar a la última vuelta. Según fueron pasando los metros, pasé a otro atleta, que también se quedó a muy poca distancia. Otro punto a ponerse nervioso. Al llegar a la última vuelta, seguí con lo pensado y subí hasta tocar en torno a las 190 pulsaciones. Logré sacar unos cuantos metros de ventaja, que intenté mantener a lo largo de esos últimos tres kilómetros. Al encarar el último tramo, también en pendiente, intenté subir el ritmo para distanciar algo más en esos últimos metros. Finalmente, logré llegar a meta en el puesto décimosexto de la categoría Absoluta y noveno de la categoría Senior, donde se alzó con la victoria Sergio Sánchez. Los datos del GPS fueron: 9.59 kilómetros en 35'16”, a 3'40 min/km y 187 pulsaciones medias.

Debo reconocer que he disfrutado bastante de la mañana. El último año que corrí acabé un tanto decepcionado con la organización, pero en esta ocasión han vuelto por sus fueros y he acabado encantado. Creo que, en líneas generales, la prueba ha estado muy bien organizada, manteniendo la ilusión de hace más de treinta años. Como siempre digo, ésta es una prueba donde siempre he disfrutado compitiendo. Uno de los motivos es el ambiente zamorano que esta prueba ha tenido a lo largo de los años, pues, entre sus ganadores a nivel absoluto, están Carlos del Bien (1988 y 1989), Agustín Ruiz (2001) y Alma de las Heras (1991), todos ellos defendiendo los colores del Club Atletismo Zamora. Por otro lado, a nivel personal, en la temporada de 2014 supuso un punto de inflexión muy importante para recuperar la ilusión perdida aquella temporada por las competiciones. ¿Puntos negativos? Creo que todos los años que he corrido en la categoría Absoluta ha sido en un circuito diferente. Me gustaría que se mantuviera uno fijo a lo largo de las ediciones, aunque éso creo que es una opinión muy personal. Y por otro lado, creo que la bajada que teníamos hoy tras completar el primer “repechaco” de cada vuelta, era muy, muy incómodo para correr, más en competición. Por lo demás, creo que todo bastante bien organizado, destacando el carácter del sacerdote de la iglesia de El Salvador, que estuvo allí animándonos a lo largo de toda la mañana, que tuvo el gesto de preguntar de dónde veníamos, y con quien luego tuvimos el placer de estar hablando de deporte, de la prueba, de La Bañeza y Zamora o del Camino de Santiago.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

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