viernes, 3 de mayo de 2019

Decaído

Después de la racha de lesiones que he tenido desde que me fracture las dos costillas en noviembre de 2017, el hecho de llevar cuatro meses rodando sin problemas ya se me hacía hasta raro. Y es que he llegado a un punto en el que para nada me fío de cuerpo. Por desgracia, mis sospechas hoy se despejaron. Tras cuatro meses rodando, de nuevo, me tocará parar unos días debido a una pequeña sobrecarga, que si bien me deja hacer caminar sin mayores problemas, ha supuesto que lleve unos días corriendo con molestias y que hoy, después de hacer poco más de un kilómetro, haya decido parar y dejar que el cuerpo se vaya recuperando. De verdad, creo que la vejez deportiva me ha llegado demasiado pronto.

Hasta hace cosa de un par de años creo que podía considerarme un afortunado con el tema de las lesiones, porque tan solo una lesión (también de espalda) me había impedido calzarme las zapatillas con regularidad durante un mes. Salvo en ese momento, los problemas que había tenido se limitaban, en muchas ocasiones, a un par de días de bicicleta, y en alguna ocasión, no me hizo falta ni dejar de lado las zapatillas. Sin embargo, desde una lesión en un dedo del pie a finales del verano de 2016, todo han sido lesiones que no me han dejado calzarme las zapatillas durante bastante tiempo. Con aquella estuve un par de meses hasta que conseguí retomar las sesiones de carrera continua (para variar, me hice daño después de hacer series), luego ya vinieron las primeras molestias con el tendón de Aquiles y, al poco tiempo, la fractura de las costillas, que me tuvo un mes y medio. Para rematar, vuelvo y me toca parar otra vez debido al dichoso tendón, lo que me llevó, al volver a intentar correr, a tener otras dos sobrecargas. Al final, entre el Aquiles y las dos sobrecargas, lo que me llevó a estar tres meses y pico con la primera y uno con la segunda. ¡Toma ya! Luego, en diciembre, vino la lesión de la carrera de Bobadilla del Campo, cuando me cayeron otras tres semanas. Desde finales del mes de diciembre estaba ya rodando sin mayores problemas, hasta que hace unos días me apareció una pequeña molestia en la espalda, la cual poco a poco ha ido en aumento. Ayer por la tarde me molestó bastante, y la verdad es que esta mañana, cuando llevaba poco más de un kilómetro, decidí parar. Creo que podía haber hecho un rodaje bastante más largo, pero estaba ya muy cansado de tener molestias. Aunque estos días habían sido intermitentes y prácticamente notaba algo durante los primeros minutos, poco a poco esos minutos con molestia, aunque ligera, han ido aumentando. Ayer, para acabar de rematarme, estaba acabando de rodar y en un momento dado hice un pequeño giro con la espalda en un tramo en ligero descenso, y noté que esta sobrecarga se contraía bastante. Por eso, esta mañana ya salí con ciertas dudas sobre si iba o no poder aguantar unos kilómetros. Y, como decía, harto de tener que rodar con molestias, cuando llevaba poco más de un kilómetro, media vuelta y caminando para casa.

Mi pensamiento ahora es sencillo, pero con una respuesta complicada: ¿podré, en algún momento, poder completar una temporada entera sin tener que preocuparme por los comentarios típicos de “me duele aquí”, “me duele allí”, “ya me toca parar otra vez” y demás? Estoy un poco cansado de esta dichosa racha de lesiones, la verdad. No puedo tener ninguna continuidad rodando (claro ejemplo es que, desde noviembre de 2017, lo más que he estado rodando han sido cuatro meses) y me quema bastante. No es la primera vez que se me pasa por la cabeza dejar ya no solo el atletismo, sino el deporte, y dedicar el tiempo que le dedico al deporte a otras cosas, pero debo reconocer que este deporte es, sin duda alguna, mi deporte favorito, ya no solo como practicante de la carrera a pie, sino por todo lo que envuelve al atletismo en general. Por eso, y a pesar de todos estos problemas que estoy teniendo para poder correr, me niego a dejar este deporte. Pero ésto no quita para que, en este momento, y sumando a la lista que va aumentando demasiado en los últimos meses, me sienta decaído y bastante desmotivado, a la vez que mosqueado. Espero que esto no sea más que una, a lo sumo dos semanas, y que en breve pueda estar de nuevo haciendo kilómetros, pero ya es unos días sin poder hacer nada, perdiendo sesiones y teniendo que dejar de lado (otra vez) la regularidad que durante estos últimos cuatro meses había ido manteniendo.

Una de las dudas que ahora me asaltan es la de si es mejor opción parar del todo o alternar bicicleta y natación. Mal que me pese, creo que esta vez tendré que inclinarme por el descanso completo, aunque, como digo, lo tengo aun en duda. Por la postura de la bicicleta, sobre todo de la de carretera, creo que podría perjudicarme más que beneficiarme, y la natación tengo el inconveniente de que, aparte de que mi técnica no es muy boyante que digamos, solo sé nadar a crol (espero no haberme equivocado al escribirlo) y me imagino que haciendo el mismo gesto con el brazo de manera repetitiva tampoco me convenga demasiado. Así que seguramente me toque tirar de paciencia y esperar a que ésto acabe de curar para retomar las sesiones de carera continua.

La verdad es que me fastidia bastante haberme lesionado (bueno, claro, ¿cómo me iba a gustar lesionarme? Vaya comentario…), porque ahora mismo, aunque no estaba rodando excesivamente rápido, debo reconocer que sí he disfrutado muchísimo de estas sesiones. Es cierto que he llegado a un punto en el que valoro más el poder salir a rodar durante, por ejemplo, una hora, que poder decir que he corrido un kilómetro en 3'40. Salir a rodar sin un ritmo determinado, simplemente por correr, improvisando la vuelta que voy a dar según voy haciendo los kilómetros y sin tener que pensar en ningún ritmo concreto para mi es una gozada. Es verdad que, comparando los ritmos que he estado tocando ahora con los que manejaba hace unas temporadas, poco o más bien nada tienen que ver, pero es cierto que ahora he disfrutado mucho, pero que mucho más que entonces. ¿Que corro a 5'15 min/km? Pues, si me lo estoy pasando bien y cumplo con los kilómetros o el tiempo que tenía previsto hacer cuando arranqué a rodar, pues perfecto. Muchos conocidos me preguntan que si no me aburro haciendo solo rodajes, empezando las sesiones tan despacio (hay muchos días que el primer kilómetro “cae” sobre los seis minutos, y algunos, como el miércoles, a casi 6'10), sin hacer cambios de ritmos ni series o sin ir a competiciones… La verdad es que no, no me aburre porque, la verdad, es como realmente disfruto, haciendo carrera continua al ritmo que me pide el cuerpo. Y si puede ser con una buena “ensalada” de kilómetros, aun mejor, pues, sin duda alguna, como mejor encuentro dentro de este deporte es haciendo kilómetros. Otra de las muchas cuestiones de las que suelo hablar con la gente es la de por qué correr seis días semanales si no preparo ninguna carrera. Pues, básicamente, por lo mismo, porque me gusta correr (que es lo más básico de este deporte y lo que siempre se nos olvida, más aun cuando estamos preparando alguna carrera determinada) y disfruto haciéndolo a diario. Y, la verdad, espero que pueda seguir así durante muchísimo tiempo, haciendo kilómetros durante mis seis días semanales.

En definitiva, que me toca volver a tirar de paciencia hasta que esto se haya solventado. Está claro que no es algo que me guste especialmente, pero bueno, si luego va a servir para poder tener cierta continuidad corriendo y olvidarme durante un tiempo bien largo (importante eso de “bien largo”, no durante tres o cuatro meses), pues bienvenido sea. Porque, la verdad, creo que ya va siendo hora de poder enlazar varios meses seguidos sin problemas con esto de las lesiones.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

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