jueves, 19 de diciembre de 2013

Enseñar para crecer

Chema Martínez durante un cross.
Hoy me gustaría hablar de un tema muy importante y que me está dando la impresión de que no estamos sabiendo trabajar de la forma correcta. Me refiero a los futuros deportistas, es decir, a los más pequeños de los clubs y equipos deportivos que, para mí, son los que necesitan más ayuda, pues nadie les ha enseñado cómo deben entrenar, ni la técnica necesaria y, lo más importante, nadie les ha enseñado a ser no ganadores, sino grandes campeones. ¿Cuál es la diferencia? Más adelante la comentaré, únicamente os digo ahora que, si queremos tener a un atleta reconocido, debemos inculcarles ciertos valores que harán que se conviertan en campeones y solo así lograremos que lleguen a ser atletas de lo más alto o que puedan seguir haciendo deporte durante muchos años, que no todo en esto va a ser competir. En este artículo me centraré en el tema atlético, que creo que es donde lo tengo todo esto más cercano.
Me gustaría comenzar con la figura del entrenador, muy importante para el futuro del deportista. Considero muy importante que sean los buenos entrenadores, los que estén mejor cualificados y tengan mayor experiencia en este mundillo, para poder enseñar a los más pequeños. Si en las categorías de Élite y demás no podemos poner a alguien que no entienda de entrenamientos, tampoco podemos hacerlo con los más pequeños. Son los que más ayudas necesitan porque llevan muy poco tiempo corriendo y necesitan alguien que les guíe, les enseñe y les forme de la mejor forma posible. Conviene que les enseñen cómo realizar un correcto calentamiento general con todas las partes del cuerpo antes de empezar el entrenamiento, con ejercicios de movilidad en los brazos y piernas, estiramientos... para que lo vayan cogiendo como una costumbre "sagrada" antes de empezar las sesiones y las competiciones si ese es el objetivo; enseñarles también cómo hacer los calentamientos específicos antes de una sesión de series y no querer exigirles lo mismo a un chaval de seis o siete años que a uno de cartoce, porque lo único que conseguiremos será que, con la fatiga, acaben aborreciendo el deporte y no quieran saber nada del atletismo; creo que a los más pequeños se les enseñe a través de juegos donde tengan que correr, pero a través de juegos; así, junto a ejercicios de técnica y enseñándoles cada día algo concreto del entrenamiento (calentamiento, estiramientos...) ir metiéndolos en materia. Por éso digo que la figura de un buen entrenador es fundamental para estos deportistas. Pero, debemos prestar mucha atención a algo que siempre se nos olvida: forjar a la persona y al campeón. El deporte creo que debe formar parte de la educación de todas las personas porque creo que colabora con el aprendizaje de todo lo relacionado con las clases, pues nos permite despejarnos y, además, enseña ciertos valores fundamentales para otros aspectos fuera del deporte: constancia, sacrificio, capacidad de superación... Pero, quizá, una de las labores más complicadas para el entrenador es la de crear al campeón. Yo por campeón no entiendo al que va a una carrera y gana, al que va a la siguiente y vuelve a ganar y se presenta en otra y vuelve a subir al primer escalón del podio. Para nada. Para mí es aquel deportista que acepta sin ningún problema que ha sido superado por otro deportista, una persona capaz de aceptar sus errores y trabajar por mejorarlos, alguien constante en los entrenamientos y con humildad... Factores que creo que únicamente alguien que lleva muchísimos años en esto del atletismo sabe inculcar. Así que, por favor, no queramos crear ganadores antes de tiempo y centrémonos en lo realmente importante: crear una base, hacer que disfruten y darles lecciones tanto de temas físicos como de enseñanzas que les sirvan para otros factores fuera del deporte.
Yo también me auto incluyo en ese grupo de gente al que hay que enseñar
a calentar.

Luego está el tema de las competiciones. ¿Qué hacemos exigiéndoles resultados? ¡Por favor! Si hay algo que realmente me revienta es que a un chaval se le obligue a competir y obtener resultados. Nunca he sido partidario de que la gente vaya a las carreras por intereses del equipo salvo que ya estemos hablando de gente de alto nivel, pero no me parece lógico que se haga con el resto de las categorías, y menos aún con los más pequeños. ¿Qué pinta un chaval de siete o diez años disputando una prueba para ganar? Debemos evitar éso. No debemos dejar que los peques se obsesionen con una victoria o un buen puesto en las carreras. Una cosa es ir para respirar el ambiente que allí hay y colgarles el dorsal para que salgan a disfrutar y crearles afición,  y otra obligarles a ir a por un puesto. Y ya no os cuento cuando no lo consiguen y tienen bronca por parte del entrenador, de los padres o por ambas partes. Vuelvo a lo de antes, puedo entender que el entrenador de un atleta de élite le eche la bronca al atleta por no haber logrado alguna victoria por ejemplo en algún cross importante, pero mi comprensión no llega para que haya voces hacia un chiquillo que no ha logrado algún puesto. Lo más importante es que disfruten con el dorsal y vayan aprendiendo a desarrollarse en grandes grupos, luego ya tendrán tiempo de darse caña. A mi me da mucha pena ver a algún atleta pequeñín con capacidad quizá no para llegar a profesional, pero sí para dar alguna alegría, y ver que se pierde por presión. Un problema que debemos evitar dejando que el chico no fuerce más de la cuenta en las carreras.
Y con esto acabo el artículo. Es muy complicado encontrar gente para que haga este deporte, porque muchas veces quizá se carga demasiado con actividades extra escolares para obtener mejores notas en las clases, y nos olvidamos de que el deporte puede ser muy beneficioso para los estudios. Lo ideal sería que hubiera gente (yo os puedo dar nombres) que tenga ganas de llevar a chavales. Si es así seguro que se las arreglan para organizar pruebas para los más pequeños. Creo que ellos deberían verse recompensados con algún pequeño recuerdo de la prueba en vez de gastarnos mucho dinero en traer a figurones para la carrera absoluta. Yo creo que muchas veces valoramos más a los "corredores locales" que a las grandes figuras o por lo menos ese es mi caso. De lo que estoy seguro es de que si tenemos un pequeño detalle hacia los pequeños, ellos nos recompensarán siguiendo con la práctica.
En definitiva, no presionemos a los niños y dejemos que disfruten. Ya tendrán tiempo de darnos alegrías.

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