domingo, 16 de julio de 2017

Volviendo a escribir

Más de un mes después de la última entrada en el blog, por fin logro volver a escribir un poco en este espacio. Estos últimos días han sido y están siendo unos días bastante intensos en diferentes aspectos fuera del ámbito deportivo, lo que me ha llevado a tener menos tiempo disponible para emplear, por ejemplo, en la escritura, algo que, como siempre digo, me encanta, pero que no siempre puedo llevar a cabo. Durante todo este tiempo, independientemente de esta intensidad en algunos aspectos de mi vida y una disminución de tiempo, no ha pasado nada demasiado importante. Aun así, me pondré a escribir en el blog, aunque solo sea para “quitarme el mono”.

Nos encontramos ya a mediados del mes de julio. El mes en el que se disputa una de las pruebas más importantes del calendario ciclista internacional, el Tour de Francia, que, por cierto, hoy ha sido comentado, en compañía de Pedro Delgado y Carlos de Andrés, por Jaime Rosón, corredor zamorano del Caja Rural. Debo reconocer que la vuelta francesa no es mi prueba favorita del dentro del amplio repertorio de pruebas profesionales. En los últimos años me ha resultado una prueba monótona, con una manera de llevarse a cabo muy similar año tras año. En esta ocasión, en las dos semanas que se llevan disputadas, y a falta de la última, he tenido la impresión de que no está siendo un Tour tan duro como en otras ocasiones, lo que, quizá, puede haberle quitado una pequeña parte de esa monotonía que comentaba. Pese a ello, no han ganado los puntos suficientes para que sea mi prueba favorita, y el Giro y la Vuelta me siguen pareciendo pruebas mucho más atractivas. La ronda italiana tiene el inconveniente de que, en varias ocasiones, se exceden con la dureza, pero, por lo menos para mi, se encuentra envuelta en una burbuja de magia de la que el Tour, a pesar de la prueba por etapas de tres semanas más importante, carece. Y si hablamos de la ronda de casa, la Vuelta a España, me resulta una prueba mucho más interesante debido, por un lado, a los cambios que está teniendo desde hace unos años, aunque debo reconocer que hay algunas cosillas que me gustaría que se cambiaran o, al menos, se corrigieran, como la situación que se vivió el año pasado, cuando se repescó a un montón de ciclistas que llegaron fuera de control, y por otro lado, a que las zonas por las que pasa me resultan mucho más conocidas que todas las ciudades o pueblos por los que pueda pasar el Tour o el Giro, todo me es mucho más familiar, y eso creo que también ayuda a que me haya enganchado más a la Vuelta.

¿Qué me está pareciendo este Tour de Francia? Pues la verdad es que creo que, para los ciclistas españoles, no va a ser su mejor edición. Hemos visto cómo Alejandro Valverde se perdía todas sus opciones en la contrarreloj inicial, una jornada donde la suya no fue la única caída que hubo. Ion Izaguirre también se veía con los huesos en el suelo y, como el murciano, se vio obligado a retirarse y a ser sometido a una intervención quirúrgica. A partir de ahí, hemos visto un montón de caídas, algo bastante típico en las primeras etapas llanas del Tour, lo que no quita para que con algunos se haya cebado más de la cuenta. Alberto Contador ha sufrido varios golpes en lo que va de Tour, lo que ha llevado a que no pueda mostrar cuál es su auténtica versión dentro de esta edición. Puede que el madrileño no esté en su mejor momento de forma, y ya que sin esas caídas no hubiera estado tampoco en condiciones para ganar la clasificación General, pero está claro que sin esos golpes, todo hubiera cambiado, y quizá hubiéramos visto a un Contador bastante más agresivo, más comativo. Por lo demás, llevo ya un tiempo en el que soy más bien poco seguidor de Nairo Quintana, pero debo reconocer que tras el Giro y viendo su actuación en el Tour, me está decepcionando aun más. Siempre he sido, y sigo siendo, seguidor del Movistar, pero me da la impresión de que algo está fallando. Quizá, el planteamiento de hacer Giro y Tour en la misma temporada no es la decisión más acertada, y el esfuerzo de Italia le está pasando factura, lo que, unido a lo que muchos opinábamos, teniendo a Nairo como un ciclista al que le cuesta atacar, está provocando que tenga que dar un cambio radical en su planteamiento si quiere recuperar el nivel que ha tenido para muchos aficionados. Sobre Froome, creo que está demostrando ser un ciclista con cabeza, que sabe controlar la carrera. Me parece que, aunque no gane este Tour, será uno de los mejores ciclistas por su manera de competir. Se le ha criticado mucho sobre si depende mucho del potenciómetro, quitando emoción a las carreras, pero creo que no todo depende de este aparato, y que tiene hechos muchos más cálculos en su cabeza de los que parece.

Y hablando del mes de julio y bicicletas, hasta no hace tantos años, me encontraría en plena fase de recuperación entre una y otra temporada, alternando sesiones de bicicleta y piscina, que normalmente eran los deportes que solía practicar en estas fechas, aunque un verano recuerdo que me dio por salir a caminar unas horas un par de días en ese verano. Esto solíamos utilizarlo, como decía, para recuperar de los kilómetros que hacíamos a lo largo de la temporada y empezar la siguiente completamente recuperado, pero habiendo trabajado a nivel cardiovascular, lo que luego, en teoría, nos permitiría ir cogiendo la forma de una manera más sencilla. Sin embargo, llevo tres veranos en los que prácticamente no he parado nada de correr. El primero fue el de 2015, cuando me puse con la bicicleta unos días antes en comparación con otras temporadas, unos días que aproveché para hacer varios kilómetros sobre los pedales. No voy a decir que no me lo pasara bien, pero me costaba ponerme el maillot y salir a la carretera y recorrer varios pueblos de la provincia, veía que, en ese momento, la bicicleta no me atraía demasiado. Venía de una temporada en la que había estado muy abandonada, y en contra de mis pensamientos (tras tanto tiempo sin cogerla, pensaba que la cogería con muchas ganas), montaba sin tanto disfrute como en otras ocasiones, lo que me llevó, una semana justo después, a volver a calzarme las zapatillas y a empezar de nuevo a encadenar zancadas. Sería la primera vez que correría todo el mes de julio, porque, aunque en los primeros años que estuve con Teo salía a rodar con las zapatillas, tan solo era eso, días esporádicos. Sin embargo, ese año iba a entrenar prácticamente desde principios del mes de julio. Tanto me gustó la experiencia, que en los dos veranos siguientes he decidido repetir la experiencia. La pasada temporada disfruté bastante del verano correteando, aunque luego, al comenzar a hacer series, me lesioné y tuve que estar parado un par de meses. En lo que llevamos este año de julio, sigo con la misma mentalidad, salir a correr a diario. ¿Tocar algo la bicicleta? Pues tengo una salida pendiente, que se tenía que haber materializado ya, pero que, por cuestión de tiempo, no pudo ser cuando estaba planeada, pero que espero que podamos llevar a cabo no tardando mucho. Por lo demás, no tengo previstas más “citas” con los pedales, por lo que seguiré haciendo carrera continua durante este tiempo.

Y la pregunta de todos años. ¿Volveré o no volveré esta temporada? Ya resulta una pregunta incluso graciosa. ¡Pero si al final siempre acabo entrenando de una manera anárquica! La verdad es que no me veo mal haciendo kilómetros de carrera continua, disfruto haciéndolos, pero de vez en cuando también me pica el gusanillo y me pregunto qué pasaría si me pusiera a entrenar bien de nuevo. ¿Otra vez lesionado? ¿Volvería a ir como hace unos años? Ambas cosas son factibles. No puedo decir que no me guste competir, porque disfruto haciéndolo, aunque últimamente el número de veces que me he puesto el dorsal se ha visto muy disminuido, pero debo reconocer que, como muchas veces he dicho, me cuesta centrarme y empezar a seguir de nuevo una preparación enfocada a competir. Es algo un poco contradictorio, me pica el gusanillo, pero, a la vez, me cuesta seguir una preparación, pero es así. Pero vamos a dejarnos de rodeos, ¿vuelvo o no vuelvo? Iré valorando, pero ahora mismo no me importaría hacer un pequeño periodo de acondicionamiento, y si me veo bien tanto física como mentalmente, volver a probarlo. No me apetece lesionarme y volver a estar dos meses parado, pero programando un poco mejor las series, ¿por qué no intentarlo?

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

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