sábado, 18 de enero de 2014

Rumbo a Ávila

Llegó un momento muy especial para mí, el Cross de Ávila, que se celebrará mañana en El Soto, un parque de la capital abulense. ¿Por qué un momento muy especial para mí si no quiero saber nada de carreras? Vayamos por partes. La pasada temporada se me metió en la cabeza correr los crosses de Cantimpalos y Venta de Baños, pero comenté que este año tenia que acudir al de Ávila, un cross que tenía muy buena pinta y que nunca había corrido. Con la decisión de no participar en ninguna carrera decidí que esta no sería una excepción y que no participaría, pero me di cuenta cuando corrí en Villadepera de que esto del deporte popular es algo muy diferente a lo que yo estaba acostumbrado, y que por qué no decidirme a irme a Ávila, al fin y al cabo es un cross, que a mi me gustan, y es popular. Así que decidí empezar a prepararlo por mi cuenta, a base de rodajes, un día más largos y más despacio y otros más cortos pero más intensos. Comencé a prepararlo aún sin haberme inscrito, a principios de noviembre, y he de reconocer que esto de las preparaciones hechas por uno mismo son muy gratificantes, no tendré ni idea pero me lo he pasado como un enano. Mi idea era estar a un nivel aceptable en esta prueba abulense, ser capaz de hacer los 8,5 kilómetros del recorrido a un ritmo más o menos a 3:50 el mil, algo que no sé será factible si el circuito está muy embarrado y tiene muchas curvas, estamos hablando de una prueba de campo a través y no sabemos cómo puede estar el panorama.
Los rodajes los he estado haciendo entre semana por la zona de la Aldehuela, Olivares y el Puente de los Poetas y los fines de semana por mi querido bosque de Valorio. Ha habido días que he ido rodando suave para dejar que el cuerpo recuperase y, cuando me notaba bien, tensaba, y la verdad es que creo que ha funcionado bastante bien. Ha habido días que he sido capaz de hacer rodajes a ritmos que rondaban los 3:50, el ritmo al que quiero hacer el cross, pero por asfalto o caminos muy buenos y recorridos completamente llanos, pero también he tenido días de rodar a 4:20 o 4:30 el kilómetro y, cómo no cuando estamos en una zona como Zamora, me ha tocado salir con niebla y con la famosa cencellada, pasando un frío considerable. Ha habido días que he estado saliendo yo solo, pero también he rodado algún día con el grupo del Correcaminos del Duero. Con ellos en Valorio he descubierto alguna ruta de lo más entretenida.
¿Volver a competir como antes? Ni en broma. Ésto de hacerme yo mismo la preparación física y ver cómo voy avanzando poco a poco es una pasada, a mi personalmente me ha servido para recuperar la motivación y las ganas por correr. No es que estuviera mal antes, pero con mi filosofía actual de entender el deporte prefiero quedarme como estoy y no volver a plantearme carreras federadas ni nada de eso. He descubierto esta nueva forma de correr y entrenar y no quiero cambiarla, por ahora me ha servido para recuperar la motivación y las ganas. Así, para ahora tengo bastantes ganas de ponerme el dorsal en Ávila pero no para ir a darme de tortas con los primeros clasificados, éso ya pasó a la historia y espero no volver a hacerlo, pero sí que quiero ir para disfrutar unr ato de los paisajes abulenses y de una prueba de cross. Mi idea es sencilla, si puedo hacerlo sobre los 3:50-4:00 será ya todo un logro para mí. No voy buscando una victoria ni nada de eso, simplemente poder correr, darme un poquito de caña y disfrutar del paisaje. Para después de esta tengo en mente correr la carrera de Don Bosco en Valladolid, que se celebrará el próximo día nueve de febrero, así que una vez que haya cumplido mañana en Ávila me pondré manos a la obra con esta carrera vallisoletana donde también disfruté en su día y que este año espero que sea mucho más divertida todavía, pues se tratará de ir a disfrutar y de plantearme objetivos realistas, sin series, solo rodar, rodar y rodar.
Nos vemos... coriendo.

No hay comentarios: