domingo, 16 de octubre de 2011

Crónica de la III Carrera Popular "Mucho X Vivir"



-Distancia: 4,81

-Tiempo: 00:17:43

-Vel. media: 16,25

-Ritmo: 3:40 min/km

-Posición: 1º de la categoría de menores de 14 años


Bueno, hoy se ha celebrado la III Carrera Popular "Mucho X Vivir" que ha transcurrido por la zona del río Duero y la Aldehuela, en un circuito de 4,81 kilómetros. Pese a que la salida se daba a las 12:00 de la mañana, nosotros estábamos allí a las 10:55 de la mañana para ver a los ciclistas. Mientras iban llegando, estuvimos hablando con Ángel. Una vez que se dio la salida, estuvimos esperando a que se diera nuestra salida. La verdad es que, hasta que nos pusimos a calentar, no sucedió mucho. En lo que mi padre se fue a dejar el chándal, aproveché para, en medio de las pistas de atletismo, ponerme el pulsómetro, que me había estado preparando el día antes, ajustándomelo bien al poco pecho que tengo. Cuando llegó mi padre cogió la mochila y se puso a estirar, yo ya aproveché para ponerme a calentar, faltaban 25 minutos, y, entre unas cosas y otras, ésos 25 minutos se iban a quedar reducidos a 15, y de ésos 15, estarías sobre 10 calentando. Mientras calentaba apareció Iván. Dí unas cuantas vueltas a la pista de atletiso, paré alguna vez. Una vez que pillé a Iván con Noemí paré un poco con ellos, y le dije a Iván que si se quería venir a calentar, pero ya había venido trotando casi dos kilómetros, así que prefirió no hacerlo. Al cabo de un rato, aparecieron mi madre y mi hermano. Les dejamos la mochila, y nos fuimos a calentar mi padre y yo juntos. Nos encontramos con Jorge por el camino, y fuimos un poco con él. A éso de las 11:50 me puse ya cerca de la salida. Iván me dijo que ya iba siendo hora de que nos pusiéramos en la salida, así que nos fuimos para allí. Enseguida empezaron a colocarse los atletas, y la verdad es que tanto atleta importante de Zamora junto no puede ser bueno. Miraba el pulsómetro y tenía más de 130 pulsaciones, para que veais los nervios que tenía, estaba deseando que se diera la salida. Cuando así fue, acostumbrado a correr mis carreras de millas o, como mucho, un 3000 al año, salí "escopetao" para adelante, sin pararme a pensar en la burrada que estaba haciendo. Los demás, más listo que yo, decidieron ponerse algún metro por detrás de mí, y yo, allí, tirando a más no poder, hasta que, llegando al primer kilómetro, no sé quién fue que se puso a tirar y, antes de llegar al Puente de los Tres Árboles ya me habían pasado (y éso que el primer kilómetro estaba por ahí). Y, a partir de ahí, empezó el aunténtico sufrimiento. Sólo a mí se me ocurre intentar seguir a Fernando Lorenzo, Jorge, Ángel Nieto, Marco... En fin, un mogollón de corredores. Intenté pegarme a uno, pero ví que no era capaz. En la isla comprendí, cuando los veía alejarse, que, a partir de ahí, tendría que hacer mi carrera, independientemente de todo el mundo. Así fue la cosa, y entre los escapados y los atletas que no lo iban. En total, aparte de este grupo, me pasaron cuatro atletas, dos de ellos de mi mismo club. He ido impresionado por las pulsaciones que llevaba (que no eran precisamente bajas): 200, 203, 204, 199, 200, 198... En fin, menos mal que mi método a veces funciona: no mirar el pulsómetro hasta que no se ha llegado a meta. Por éso ésta vez no lo apliqué y he hecho peor tiempo que el año pasado (22 segundos más). Los últimos 15000-2000 metros se me pasaron volando. La entrada a la pista la hice con mucha agonía, llevaba a dos atletas detrás muy pegados y comiéndome terreno. Yo no iba a permitir que me pasaran en la línea de meta así que, "aunque llene de sangre la carretera" como decía Tamames, yo tiré todo lo que pude. Cuando faltaban menos de 50 metros oí a mi hermano: "¡Vamos!" y, lo mejor de todo: "Mamá, qué cara lleva". Vamos, que me llamo feo a la cara. Cuado llegué a meta, lo primero que hice fue pensar en la burrada que había hehco hacía 17 minutos en la salida. Cuando fuí a recoger la bolsa, no era capaz ni de arrancarme el dorsal, que ya tiene lo suyo. Me quité los imperdible scon las prisas de las señoras que daban las bolsas. Los dos últimos imperdibles me los tuve que arrancar, les dejé allí el dorsal y me fuí, sólo quería descansar y desconectar de todo. Alguna pregunta sobre cómo había acabado y el tiempo que había hecho. Luego, en la entrega de trofeos, vino una cosa un pelín curiosa: el año pasado se suponía que era mi último año como en la categoría de los Infantiles en esta carrera. Pues no, este año corría. Empezaron por el tercer clasificado, que, por cierto, era la hiija de unos compañeros de la bici, el segundo clasificado y, el primero... Mi dorsal y, por tanto, mi nombre. Me extrañe mucho. Mientras iba al podio, Rosa Valdeón, alcaldesa de Zamora, me decía: "Tú eres Alejandro,¿no? Pues sube". Subí y casi me caigo. Rosa Valdeón me dio la medalla y la bolsa, hice una señal al cielo para dedicársela a Xavi Tondo y a Weylandt, y para abajo, que había más categorías. Como mi madre me recordó lo que me pasó el año pasado con el trofeo, miramos la bolsa y, efectiamente, me habían dado la del tercero. Como a la tercera la conocía, fui a buscarla y nos cambiamos la bolsa. POr el camino, alguna felicitación. Y, luego, para casa.
El Triatlón Zamora ha tenido una buena participación. En el C.D Atletismo Zamora-Repostar tampoco nos quejamos. Pero he hechado en falta la participación de dos grandes zamoranos: Agustín Ruiz y Manuel "Lete".

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