domingo, 8 de mayo de 2016

Los 10.000 de Mariano Haro

Esta mañana se ha celebrado en Becerril de Campos (Palencia) la segunda edición de Los 10.000 de Mariano Haro, sobre una distancia de 10 kilómetros. En torno a 600 fueron los inscritos a esta prueba que lleva el nombre del gran fondista español, encargado de llevar el nombre de Becerril y de Palencia por diversas competiciones, dentro y fuera de nuestro país y que, como no podía de otra forma, estuvo allí presente, primero como un animador más de la competición y luego, entregando los trofeos. 
Las predicciones del tiempo para nada eran favorables. Durante el viaje hasta Becerril, la lluvia fue nuestra compañera desde las mismas calles de Zamora. Incluso allí, en Becerril, nos tocó hacer prácticamente todo el calentamiento bajo la lluvia. Tras completar el viaje, llegamos a Becerril de Campos con el tiempo suficiente como para recoger el dorsal y ver algo del circuito. Como ya os comentaba, no tenía demasiada idea de cómo era, así que no me venía nada mal echarle un vistazo para saber con más o menos exactitud con lo que me iba a encontrar poco tiempo después. La verdad es que a simple vista me pareció que en el pueblo tendríamos que ir con mucho cuidado, pues había zonas que, con el agua que estaba cayendo, aparentaban de ser muy resbaladizas, algo que luego pudimos constatar en la prueba, pues al paso por el kilómetro cinco, el primero que haríamos por meta, desde la organización nos aconsejaban que entráramos con mucha precaución, pues era en curva y ya había gente que debía haber patinado. Por allí nos encontramos con Marino Haro, sus hermanos (Emiliano también compitió en los 10.000 metros) y, con el paso del tiempo, a los atletas que iban llegando, algunos de ellos de equipos con los que ya he competido más veces, como, por ejemplo, del Atletismo Benavente o Atletismo La Bañeza. 
Con Mariano Haro en la entrega de trofeos de su carrera.
A las 11.00 de la mañana comenzaron compitiendo los atletas más pequeños, para, con el paso del tiempo, ir pasando por las diferentes categorías, hasta llegar a la Absoluta, programada a las 11.30 de la mañana. A la misma hora que los más pequeños se ponían manos a la obra con su correspondiente competición, las calles cercanas a la salida se iban llenando de los atletas que partiríamos media hora más tarde. En mi caso, tas cambiarme y demás, comencé poco a poco con ese calentamiento previo a la competición. En contra otras ocasiones, no me notaba especialmente nervioso. La lluvia nos seguía acompañando en estos primeros minutos de trote, aunque, muy poco a poco, fue parando, y a la hora de ponernos en la línea de salida, apenas caían "cuatro gotas". Rodaje lento y algunos ejercicios de técnica fueron los encargados de que el cuerpo entrara en calor, junto a unos saltos en la misma línea de salida. Y con una puntualidad envidiable, a las 11.30 se nos daba la salida a los integrantes de la categoría Absoluta, la cual integraba desde la de Juveniles-Junior hasta la de Veteranos. Los primeros metros de la competición no fueron excesivamente rápidos; de hecho, se formó un grupo muy amplio de corredores, el cual, en torno al paso por el primer kilómetro, se deshizo, aunque aun quedaron hechos grupos relativamente grandes. Se hizo una selección de atletas que enseguida marchó para delante. En mi caso, opté por quedarme en el grupo en el que iba, tocando ritmos entre 3'30 y 3'40, en el cual me notaba bastante cómodo y creía que, por lo menos para la primera vuelta, era mi sitio. Ahí fui metido, con muy buenas sensaciones, hasta que a falta de más o menos un kilómetro para completar esa vuelta, de nuevo callejeando por Becerril tras ir corriendo por un camino embarrado y algunas calles y carreteras que bordeaban el pueblo, decidí empezar a aumentar el ritmo, aunque intentando controlar no pasarme hasta que no llegáramos hasta el kilómetro cinco, donde tenía previsto dar un cambio de ritmo, viendo las buenas sensaciones que llevaba. A ese primer paso por meta, donde el propio Mariano Haro nos animaba como el que más, fue cuando empecé a tensar a un ritmo más fuerte. Poco a poco me fui alejando del grupo con el que había ido hasta entonces. Durante la última vuelta, en la cual entré siendo octavo, conseguí dar caza a un par de atletas, aunque debo reconocer que me costó bastante esfuerzo soltar a ambos. Al final, con unas sensaciones mucho mejores de lo que tenía previsto, logré ser sexto absoluto. Los datos del Garmin fueron: 10030 metros en 35'55, a 3'35 min/km y 185 pulsaciones medias. 
Debo reconocer que he disfrutado esta competición de una manera especial. El año pasado no la corrí por estar, también compitiendo, en El Salvador. Este año cuadró mejor de fechas, y nos pudimos acercar hasta Becerril para correr en la prueba de mi atleta preferido. Me parece que la competición no ha estado mal organizada, aunque, para futuras ediciones, intentaría marcar un poco mejor el circuito, para mi, el punto negativo de esta prueba palentina. Por lo demás, me ha parecido que, siendo gratuita, nos han dado mucho más que en algunas pruebas que he corrido teniendo que pagar una cantidad de dinero creo que alta para la distancia a competir. Y es que, sin pagar, nos han dado avituallamiento líquido en el kilómetro cinco, y líquido y sólido (agua y naranjas) en meta, una camiseta técnica, premios en metálico y sorteo (entre otras cosas, de la biografía del propio Mariano Haro que se presentó este fin de semana), aparte de duchas.. ¿Qué más pedir por una prueba gratuita? Yo creo que se han ganado que hablemos bien de la prueba. Desde luego, es una prueba que me anotaré para futuras ediciones. 

Nos vemos... haciendo deporte, claro.

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