viernes, 20 de enero de 2017

Ávila

Otra vez, ha pasado mucho tiempo desde la última entrada que publiqué en el blog. Desde entonces, la vida no es que haya cambiado demasiado, la verdad, pero éste no ha sido el motivo por el cual he estado “fuera de cobertura” durante estos días, sino que, entre unas cosas y otras, he estado lo suficientemente liado como para cesar mi actividad juntando letras, algo que, como tantas veces he comentado, no me gusta demasiado, pero me tengo que aguantar “el mono” por escribir, y esperar a tener un hueco lo suficientemente grande como para poder hacerlo. Para hoy no traigo ningún tema especial. A pesar de que llevo un tiempo espaciando bastante las entradas, sigo “espeso” a la hora de encontrar las palabras suficientes, o mejor dicho, adecuadas, para escribir sobre algo concreto, o no encuentro un tema que me guste lo suficiente como para dedicarle una entrada completa. Ésto, como siempre digo, me hace ser un admirador especial de los escritores profesionales.

Voy a comenzar escribiendo sobre los entrenamientos, que, al final, viene a ser el tema principal de las entradas. No es que me haga demasiada gracia escribir siempre de los mismos temas, pero, al fin y al cabo, puedo quitarme “el mono” por la escritura. Llevo entrenando con el plan de entrenamiento ya ocho semanas completas, más los días que llevamos de esta, que ya pertenecen a la novena semana. Después de muchas dudas sobre si comenzar o no a hacer las famosas series en estas últimas cuatro semanas de “la base”, finalmente me he decantado por no tocarlas hasta que este plan se haya acabado, cumpliendo así con lo que a priori tenía previsto, alargar el proceso hasta las doce semanas. La idea para este último mes de preparación era aumentar un pelín más el kilometraje y la intensidad de los entrenamientos, aunque debo reconocer que las cosas no han salido del todo como deberían haberlo hecho. Sí que he introducido algún día de rodajes progresivos acabando los últimos 4-6 kilómetros (según la distancia de los mismos) prácticamente tocando pulsaciones o ritmos de carrera, teniendo como mejor día este último miércoles, donde logré completar un progresivo de 16 kilómetros haciendo los últimos cuatro a un ritmo medio de 3'40 min/km, pero, éso sí, con el pulso bastante alto. El resto de días, he ido sumando kilómetros de rodaje procurando mantenerme entre las 160 y 165 pulsaciones. Puestos a valorar qué es lo que he aprendido estos días, es que el pulsómetro y yo cada vez nos llevamos peor. En parte, tengo yo la culpa, pues, sabiendo que tiendo a obsesionarme bastante cuando lo llevo puesto, lo sigo utilizando. La verdad, a lo largo de estas últimas semanas, he visto que sigo cometiendo el error de siempre, hacer más caso a lo que me dice él que a mi propio cuerpo, y la verdad, creo que es un error bastante gordo. Y parece mentira que sabiendo que rodando sin él voy más cómodo, siga cometiendo el mismo fallo. ¡Si es tan sencillo como guardarlo y programar el reloj para que no lo busque! En fin, cada día tengo más claro que, en algunos aspectos, no tengo una solución demasiado claro. Así que, una vez más, dejaré el pulsómetro de lado temporalmente. Espero haber aprendido de los errores previos con él y es que esta vez no acabe de nuevo utilizándolo, o por lo menos, haciéndolo de una manera inadecuada.

Este vin de semana, después de bastante tiempo, tocará volver a colgarse un dorsal. Será en el Cross “Ciudad de Ávila”-Memorial José Soriano, sobre una distancia de unos 8500 metros en un circuito de 4250 metros, al que tendremos que dar un par de vueltas. Aunque creo que este es el año que más flojo llego, tengo bastantes ganas de ponerme allí los clavos. Esta prueba abulense es una de mis favoritas a la hora de competir, pues siempre me ha gustado el trato que se nos ha dado por parte de la organización, que, bajo mi punto de vista, da lo máximo de sí misma para que el corredor se marcha para casa lo más contento posible, algo que, con la experiencia tanto ciclista como atlética que o bien o bien mi padre en la Ciclomarcha Carlos Sastre o bien yo a pie, hemos podido comprobar que es algo habitual en esta provincia. Todos los años han tenido algo diferente que me hace recordar esta prueba de una forma positiva. En mi primera edición recuerdo que corrimos bajo una nevada curiosa, que provocó que muchos corredores no pudieran desplazarse hasta la capital abulense. El segundo año fue, sin duda alguna, el año que mejor me noté. En la pasada edición iba con ciertas dudas de mi estado de forma, aunque al final, la carrera no salió mal del todo. Este año, sin duda, físicamente estoy bastante peor que otros años, pero espero que, a pesar de ello, pueda disfrutar de la competición y venirme con una sonrisa para casa. Con acabar contento, luego será la competición la que me ponga en mi sitio. Intentaré que la carrera salga lo mejor posible en lo que a clasificación se refiere, pero siempre teniendo presente que lo de correr a 3'30-3'35 como en otras ediciones es bastante complicado.

Ávila será el primer cross en el que participe esta temporada, pero no creo que esté en muchos más. En un principio, y si la cosa no cambia, espero poder estar en el Regional de campo a través, y no creo competir en ninguna más. Para este cross me toca competir sobre una distancia bastante larga, diez kilómetros, que se pueden hacer bastante largos. Tendré que saber bastante bien cuál es mi lugar, e intentar correr lo mejor posible para evitar que puedan aparecer demasiados problemas físicos. El hecho de participar en esta prueba es, sobre todo, por tener la experiencia de competir en mi nueva categoría (Promesa), en esa distancia y en este cross, donde un año no me dejaron competir, y otro año me agarré una pájara curiosa. En mi segunda (que debería haber sido tercera) y última participación en esta prueba vallisoletana, debo reconocer que me noté bastante bien, logrando correr por debajo de los 3'30 min/km. Mi siguiente reto será la Carrera de Don Bosco, también en Valladolid, y sobre un recorrido de unos 9500 metros, otra prueba que me tiene enamorado, y a la que, desde que comencé a correr, solo he faltado un año. Una carrera muy recomendable.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

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