domingo, 8 de enero de 2017

Pensando los entrenamientos

De nuevo, me veo con ganas de escribir. Tengo ganas de juntar letras sobre lo que se me venga a la cabeza. Me imagino, por la temática habitual, que acabaré escribiendo de lo de siempre, pero bueno, lo mismo hoy doy la campanada y acabo redactando una entrada sobre alguna otra historia que no tenga nada que ver con los temas habituales del blog. La verdad, no lo creo, pero nunca se sabe. Como siempre digo, me impresionan de una manera considerable la forma de escribir de los escritores profesionales, que son capaces de escribir un libro entero enganchando al lector, haciéndonos disfrutar y, en muchas ocasiones, sin que de la impresión de que lo están haciendo sobre una misma idea, a pesar de que así sea. Qué envidia, de verdad.

El otro día me paré a pensar cuánto hacía que dejé de entrenar con Teo, y decidí empezar a hacer algún balance de todo lo hecho desde entonces. A principios del mes de octubre hizo tres años que empecé a entrenar de forma autodidacta. Tras aquella primera edición de la Subida a Balborraz, donde fui tercero tras Agustín Ruiz y Alejandro González, decidí que tenía que dar un giro radical a mi vida deportiva. Me veía muy saturado y necesitaba un cambio de aires. Mi idea era la de volver al deporte federado en el mes de febrero de 2014, algo que finalmente incumplí (esa temporada tan solo corrí Atapuerca y fue más un entrenamiento de cinco kilómetros fuertes que una competición, pero de ésto ya escribiré otro día), pero, poco a poco, fui encontrando mi forma de entrenar, hasta que en el mes de febrero, tras competir en la carrera de Don Bosco de Valladolid, decidí preparar, con doce semanas de plan, El Salvador, en La Bañeza. Poco a poco, a base de alternar sesiones de cambios de ritmo con sesiones de rodaje y alguna salida en bici, tanto de montaña como de carretera, los fines de semana, recuperé parte del nivel que tenía, llegando a tocar ritmos en la carrera leonesa bastante interesantes. Eso me subió bastante la moral, y, aprovechando ese estado de forma, decidí comenzar de nuevo con las series y correr en Bañobárez, logrando la que hasta ahora es mi única victoria absoluta en una carrera popular. Estaba completamente decidido a volver a competir, eso sí, entrenando de manera autodidacta, porque, la verdad, le había cogido el gustillo, pero en el mes de agosto me lesioné, y a partir de ahí, ya sabéis cómo ha sido todo, regresos frustrados y, en septiembre de este año, de nuevo lesionado.

Durante todo este tiempo, especialmente durante la primera temporada, he ido conociéndome un poco mejor. Me he ido probando con diferentes entrenamientos, algo que quizá también me haya llevado a estar lesionado en estas dos ocasiones, pero de todo se aprende, incluso de las lesiones. También, con el paso del tiempo, ha cambiado mi filosofía hacia algunas situaciones. Aunque pienso lo mimo para algunas cosas, he modificado por completo otros pensamientos. Debo reconocer que hubo ciertos aspectos de mis entrenamientos guiados por Teo que en su momento no cuadraban con mi manera de ver esto, desde luego, desde un punto de vista con mucha menos experiencia que la de Teo. Sin embargo, poco a poco me he ido dando cuenta de que, en muchas cosas, estaba equivocado, y que mi entrenador desde septiembre de 2009 hasta octubre de 2013 tenía bastante más medidos de lo que nos parecía los entrenamientos que nos iba marcando. Durante este tiempo, hemos seguido viéndonos casi a diario, y he seguido varios de los entrenamientos que iba marcando al grupo en el que corría mi hermano, y la verdad, es impresionante cómo aprovecha los medios naturales para que los peques trabajen algo de fuerza o, con el propio terreno donde están entrenando, aprovechen para hacer unos cambios de ritmo, por ejemplo.

De todo este tiempo, tengo mejores y peores recuerdos. Guardo con especial cariño, como era de esperar, la carrera de El Salvador y de Bañobárez, porque creo que fueron algo muy importante en mi vida deportiva, pues me hicieron ver que podía verme competitivo de nuevo después de unos meses desmoralizado, y que si entrenaba como debía hacerlo, podía estar corriendo a ritmos bastante majos. También guardo buenos recuerdos de otras carreras, como aquella de unos once kilómetros que se celebra en Moraleja del Vino, del Cross de Ávila, sobre todo de mi primera participación, o de la carrera de La Zarza de Pumareda. Para ahora, mi objetivo es acabar de hacer “la base” y empezar a entrenar un poco más en serio, con el objetivo de poder empezar a acercarme a esos ritmos que manejaba cuando gané en Bañobárez. Tengo ganas de verme competitivo de nuevo, de probarme con diferentes retos con un dorsal colgado de la camiseta. Éso dije hace un tiempo y me lesioné, por lo que, sobre todo en lo que me reacostumbro a los entrenamientos serios, debo ir con tiento, intentando evitar las lesiones. Evidentemente, y aunque no nos gusta, los deportistas debemos aprender a convivir con ellas, pero si podemos tratar de evitarlas, pues mucho mejor. Tenía previsto hacer doce semanas solo de rodaje, pero creo que finalmente me decantaré por hacer algún cambio, y de la semana ocho a la doce introduciré ya algo de series. De esas cuatro semanas, espero competir tres de ellas (Ávila, Regional de cross y Don Bosco), pruebas que, en cierta manera, podríamos considerar “preparatorias”. Todas son importantes, pero creo que, de hacer un buen papel (ahora mismo es complicado), está claro que tengo más papeletas de hacerlo bien en Ávila bien en Don Bosco, porque me da que en el Regional, debutando además en la categoría Promesa en una prueba federada, me van a dar hasta palos por todos los lados. Pero bueno, habrá que esperar a ver qué es lo que sale. Durante esas cuatro semanas, la idea será hacer tres días de calidad, bien dos de series y uno de cuestas, o dos de series y uno de competición, según qué semana. Una vez completado este periodo de tiempo, tocará buscar un 10.000 y prepararlo. No quiero empezar de cero la preparación para esa distancia, de ahí que quiera utilizar el último mes de “la base” para readaptarme.

Nos vemos… haciendo deporte, claro.

No hay comentarios: