viernes, 29 de enero de 2010

Mi primer entreno del viernes


Desde bastante antes de la San Silvestre, cuando me corrí los once kilómetros con algunos compañeros de grupeta, y ya tenía ganas de volver.
En teoría, salíamos a las ocho de la tarde en la Ciudad Deportiva. Cuando llegué solo estaba un señor que ha corrido maratones, y ha corrido la San Silvestre de Vallecas; mientras hablábamos de su lesión en dicha competición (ha estado lesionado tres semanas, desde la San Silvestre hasta el otro día, que se corrió 10 kilómetros), apareció Alberto, un compañero de rutas, pero éste de ciclismo (de montaña). Más tarde apareció otro, que no sé cómo se llama y, un rato después, apareció Mauro (me acuerdo de su nombre gracias a mi padre). Este atleta es el que más corría de todos. Y, por último, un buen rato, pero un buen rato después, apareció Fausto, que también monta en bici, se ha subido la Laguna de Peces (la subida).
Arrancamos después de un rato pensándnos si arrancabos de una vez o no. Mi padre vino detrás con la burra de montaña y, en una cuesta arriba subíamos nosotros corriendo más rápido que él en bici (llegó un momento en el que él iba a 14 y nosotros delante de él).
Más adelante íbamos Mauro, el que corre maratones y yo. Pasamos por una calle en la que venía un coche de frente y nos "enfilamos" para que pasara sin problemas. Debí ir poco más rápido que los otros dos y me dijeron "¡Venga, cadete (soy cadete), que vas bien". Cuando nos pusimos otra vez los tres juntos, Mauro me dijo "Oye, tú, si quieres, vete a tu paso, que ésto es así, y, si alguien te sigue, bien, sino, que se jo...".
He tenido muy buenas sensaciones, no he acabado reventado, y el frío, aunque, aproximadamente ha habido entre 1 y 2 ºC, no ha sido incovieniente para que, tanto mis compañeros e ruta como yo, nos lo hayamos pasado de maravilla.

No hay comentarios: