lunes, 7 de febrero de 2011

Crónica de la XIV Carrera Popular "Don Bosco"



-XIV Carrera Popular Don Bosco

-Km en mi categoría: 2,200 (que acabarían siendo 2,530 km)

-Tiempo: 00:08:52.63

-Vel. media: 17,13

-Ritmo: 3:30 min/km

Bueno, ayer, como mencioné hace días, se celebró la XIV Carrera Popular Don Bosco. A las 10:00 horas corría yo en Cadetes, por lo que, nada más coger el dorsal, me fuí a calentar. Me encontré con un amigo mío de Valladold (que también le gusta la bici).En la salida estaba nervioso, había unas piernas increíbles. Salimos y me coloco tercero, pero antes de pasar la recta primera (que tendría 100 metros), había pasado a los dos primeros, y les iba sacando cada vez más distancia. Agradezco a la organización que pusieran una moto delante de nosotros guiando el recorrido y todas las personas en los cruces, que siempre se agradecen.
Entré yo solo en el campo de fútbol con la moto de cabeza. Al entrar en la última curva, oí que me griataban: "¡Vamos, Alejandro". Entré en la meta levantando los brazos (la foto de arriba es justo al pasar la meta, si os fijáis se ve la línea por atrás; más abajo estará la de la meta). Cuando llegué me dieron una bolsa. La cogí y seguí para adelante hasta salir del campo de fútbol. Allí me volví a encontar con mi amigo Fernando, que me dijo que si no tenía vergüenza. Estuvimos un rato hablando. Una vez que me puse el chándal y me empezé a comer un bocadillo, nos fuimos a dar una vuelta por la zona de la carrera mientras mi padre calentaba, porque corría a las 10:30 y ya no quedaba casi nada. Justo cuando nos movimos pude oir este comentario: "Mira ese chaval, ha ganado" o algo parecido. Luego, al poco, nos paró un hombre gallego para felicitarme por la victoria. Eso me hico casi más ilusión que ganar. Nos dijo que el año pasado había hecho creo que más de 100 carreras. Luego, mi padre corrió los 9,45 kilómetros que hacían en su categoría. Mientras, al cabo de unr rato, me fuí a quitar las mallas, que las tenía debajo del chándal. Me metí en el vestuario y, en ese momento, entraban los primeros de la carrera haciendo aunténticos buenos tiempos. Un atleta del Vino Toro llegó medio helado, se metió en el vestuario con una cara increíble de sufrimiento. Nos saludamos y se metió en la ducha. ¡Qué mal lo estaba pasando! Tenía las manos lo que se dice heladas, casi no las podía mover, y el agua fría no debe ser buena para eso. Luego vino otro que me dijo que había hecho 32 minutos en la carrera. ¡Un tiempo buenísimo!
Luego, hasta la entrega de premios no nos pasó nada importante. Alma de las Heras, que es la hija de mi entrenador, ganó en su categoría. En la entrega de trofeos, primero hicieron un sorteo, donde no me tocó nada (el año pasado me tocó un libro y un balón de baloncesto muy interante). Alma de las Heras subió antes que yo. Cuando me nombraron, fuí a subir al escenario y casi me caigo con un pequeño saliente que había. El presentador decía que no me había caído en la carrera y casi me caígo ahí. El alcalde de Valladolid me decía que tenía que subir con más cuidado. Me dieron el premio (un trofeo), saludé, nos pusimos para una foto y para abajo, que hay más categorías (esta vez no me tropezé). Luego, me saludaron otros zamoranos y me marché; eso sí, me despedí de Fernando.

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