-Nombre de la carrera: V Memorial Ángel González
-Km recorridos por los Cadetes: 3.000 metros
-Tiempo (personal): 00:09:55.33
-Vel. media: 18,13
-Ritmo: 3:18 min/kmBueno, hoy se ha celebrado el Trofeo Caja Rural-V Memorial Ángel González en Salamanca, más concretamente en Prado Panaderos, que está en Villares de la Reina (enfrente del Helmántico). Ya participé el año pasado, quedando en quinta posición como Infantil. Este año, ya como Cadete, he quedado tercero. Ha sido imposible ganar, de hecho, el segundo yo creo que me quedaba muy, muy lejos. Más abajo sabréis por qué digo esto.
Las primeras carreras empezaban a las 10:30 horas, por lo que teníamos que estar allí más o menos una hora antes para recoger el dorsal. Estábamos inscritos por correo electrónico, por lo que era llegar y coger los dorsales (en nuestro caso, al haber bastantes del C.D Atletismo Zamora-Repostar, nos los habían metido en un sobre todos juntos). A las 8:45 habíamos quedado con los coches (conducidos por los padres, no penséis mal) para ir hacia Salamanca. Nosotros, además, habíamos quedado antes para recoger a una compañera. Más o menos a las 8:45 salíamos de Zamora en dirección a Salamanca, más concretamente al Prado Panaderos, dispuestos a sufrir, porque en comptición es lo único que se hace, si lo que quieres es disputar, como es nuestro caso.
Llegamos a Salamanca a eso de las 9:20, y, ¿qué pasó? Apenas había otros tres coches allí, y la organización todavía estaba todavía poniendo todo. Por lo que nos tocó esperar. ¿Qué hicimos? COmo los pequeños se aburrían, acabamos jugando al famoso juego "pilla-pilla". Yo fuí el último en entrar a jugar. Si nos subíamos en el podio (que ya estaba puesto), no nos podían coger. Bueno, pero esto no viene a cuento. Una vez que empezaron a dar dorsales, nos dirigimos hacia allí y cogimos los el "C.D Atletismo Zamora-Repostar". Pero, ¿qué nos pasó ahora? Mi dorsal no estaba, y, y tampoco mi nombre figuaraba en la lista de inscritos. Menos mal que habíamos llevaod la oja de confirmación de la inscripción... porque sino me hubiera quedado sin correr. Me hicieron una inscripción, me dieron el dorsal y fuera. Nos lo pusimos, y a esperar.
Empezaron las carreras bastante puntuales. Cuando corrieron los Benjamines Masculino, empezé a calentar, porque yo corría a menos cuarto (ellos a las 11:20). Cuando acabó la categoría anterior, me dirigí, con otros atletas, a la línea de salida. ¡Qué piernas! Esos, desde luego, hacen mucho trabajo de gimnasio. Nosotros, cuando entrenamos, nunca hacemos gimnasio. Nos colocamos para una foto, y se dio la salida. Mi abuelo y mi padre me animaban, junto a los demás del Atletismo Zamora. Pero hubo dos problemas serios: por un lado, me pude mantener en cabeza, pero empezaron a meter cambios de ritmo de los que yo soy incapaz de hacer, y me quedé algo rezagado. A la vez, la zapatilla derecha se me desató, y estuve casi los 3 kilómetros con ella desatada. Me extraña el no haberme caído... Al primer paso por meta iba algo mal, lo reconozco, pero, a partir de ese paso por meta, me empezé a encontar mejor. Iba quinto o sexto, así que imaginos si mejoré. Cogí a un atleta por atrás y le pasé. Vale, iba bien. Lo malo es que ahora, para entrar entre los tres primeros, que era mi objetivo, tenía que pasar a los dos que iban delante como poco. "Vale, a por ellos" pensé. Los cogí justo en el comienzo de la última vuelta. "Nos los pases todavía, pégate" me gritó Gago desde las vallas. Me puse detrás del que iba atrás, pero, como ví que se iba quedando poco a poco, me puse detrás del primero. Cuando llevábamos ya 500 metros (cada vuelta medía un kilómetro), decidí atacar. "Si a este le disputo el sprint, me gana", pensé. Mientras tanto, creo que doblamos a algún atleta, a lo que tuvimos que darle permiso a voces para poder pasar. Por suerte, se apartaron y nos dejaron pasar.
Cuando estaba ya en la última recta, dicen por megafonía: "Aquí llegar el tercer clasificado". Pensé lo siguiente: "Si esos dos ya han entrado en meta (los dos primeros), no hay nadie delante de mí y no me han doblado ni me ha pasado nadie, ese soy yo". Entonces, oigo a mi padre: "¡¡Alejandro, vas tercero, corre que te pasa el otro!!". Lanzé las pocas fuerzas que me quedaban (acabé fastidiado), y, por suerte, no me cogió. Entré tercero. No está mal. Nos subimos al podio, los tres primeros en el primer escalón y, en los otros dos, hasta el décimo clasificado.
Luego, aparte de las felicitaciones de mi padre y mi abuelo, las felicitaciones de todos los del Club. Gago decía que si el cuarto hubiera hecho una carrera más intelegente, me hubiera ganado, porque llegó mucho más "fresco" que yo.
Más tarde nos encontramos con Agustín Ruiz. Estuvimos un rato hablando y me felicitó por el tercer puesto.
El Club sólo ha obtenido una victoria hoy, con Bea.
ORGANIZACIÓNNo es muy común que yo hable de la organización. Y, si lo hago, suele ser para hablar bien. Pero este no es el caso. No me voy a cortar: la organización, fatal. Lo peor de todo. ¿La razón? Ni los jueces, ni los árbitros, ni el circuito (aunque podía estar un poco más cuidado), ni nada de eso. Todo está relacionado con la organización en sí. Primero, si me confirman la inscripción, ¿por qué no aparezco en el listado de dorsales de mi Club? Segundo: si una persona gana, debe recibir su trofeo, sea la cateogoría que sea. Mi compañera no obtuvo ningún trofeo. ¿Esto qué es? Le dijeron que era sólo "para los salmantinos". Entonces, ¿por qué dejan que se apunte gente de fuera de Salamanca? Además, el circuito estaba bastante menos cuidado que el año pasado.
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