lunes, 17 de septiembre de 2012

Crónica de la XIV Milla de Las Viñas

Dispuesto para tomar la salida.
Ayer se celebró en Zamora la XIV Milla de Las Viñas con una participación muy buena en todas las categorías, desde los Chupetines hasta la Absoluta. Un servidor estuvo allí, a pesar de haber salido ya a correr por la mañana, pues tenía algo que ver con la organización.
A las 17:00 horas se abría el plazo de inscripción para todas las categorías. Allí estuvimos mi padre y yo, él haciendo las inscripciones y yo dando dorsales. Había bastante gente que conocía. Aparte de los dorsales de la organización, por un euro, todos aquellos que quisieran podrían llevar, además, un dorsal de UNICEF.
Tras un rato allí dando dorsales, parecía que ya la mayoría de corredores se habían inscrito. Mientras, un servidor andaba hablando por el micrófono haciendo de presentador de la carrera... Desde luego, éso no es lo mío, acabé medio afónico. Tengo que agradecer a mi amigo Luis que me dejara estar con el micrófono.
Con Raul González de la Iglesia, Raul Vara y María Díez.

Cuando ya faltaba poco para la salida de la Absoluta, abandoné el micrófono y me puse a calentar un poco junto a Raul, del Vino de Toro. Además de él, estaban otro Raul, este de apellido Vara, y María Díez, ambos también amigos de un servidor. En la línea de salida nos hicimos unas cuantas fotos juntos, como la que veis al lado. Cuando Luis se puso a pasarnos la lista de los dorsales, ya no faltaba nada para tomar la salida. Se dio la salida, algo rápida en un principio. Cuando no llevábamos ni 50 metros, con un choque con otro atleta, me desequilibré y, al dar la zancada, me fuí al suelo, arrastrando un poco por la arenilla que había en el suelo, supongo que arrastrada del parque de Las Viñas, que se encontraba allí. El hecho es que ni mi madre ni mi padre ni mi hermano sabían quién se había caído, veían a gente apartándose. Cuando me levanté, no sé que pensarían ellos, pero yo que ya se me había fastidiado la carrera. De pura rabia, y una vez que yo ya estaba corriendo, apreté los dientes y me marché para adelante. A alguno me tocó meterle el brazo para pasar, no me importaba, quería estar lo más adelante posible. Veía que los dos Raules iban delante de mí disputando el primer puesto. Llevaba a Vara bastante cerca, pero con la distancia suficiente para no poder cogerle. Finalmente, entré tercero en la clasificación con algún dolor de las heridas. Cuando empecé a mirarme, tenía alguna algo grande. Me metí en una fuente y, mientras mi tocayo Alejandro daba el agua, yo me lavaba las heridas. Finalmente, fue Raul González de la Iglesia quien ganó, segundo Raul Vara y tercero, un servidor. En chicas de esta misma categoría, se encargó de llevarse la victoria María Díez.
En el podio junto a Raul.
Luego formarmos un buen equipo para los relevos, todos éramos del Atletismo Zamora-Repostar. Al final, nos llevamos la clasficación.
Lidia Gesteira fue la encargada de darnos las medallas en el podio de la Absoluta. Tanto a Raul como a mí nos felicitó por el puesto. Me dijo que menudo porrazo me había dado. "Me ha dolido un poco..." le dije.
También subimos al podio con la clasficación de los relevos, casi no entrábamos los tres equipos en el podio.

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