jueves, 9 de febrero de 2012

Los valores de las competiciones

Como quien no quiere la cosa, ya llevo tres temporadas en esto de las competiciones de atletismo. Comenzé en septiembre de 2009, en la categoría Infantil y, desde entonces, he pasado de ser ciclista a ser corredor. Lo que ahora me hace escribir este artículo es el hecho de transmitir cuáles son, desde mi punto de vista, los valore que el deporte y las competiciones nos pueden traer.
Para poder estar bien en una competición necesitamos entrenamientos, entrenamientos y más entrenamientos. No podemos ir a ganar una carrera cuando hemos entrenado tres días, y de ésos tres días, tuvimos que parar dos a los 5 minutos y otro a los 10 porque nos ahogábamos... ésto es muy importante a la hora de aplicarlo en otros aspectos de la vida: la constancia. Si un corredor quiere hacer un 5000 en 15 minutos (a 3:00 min/km) no puede ir a esta competición con un entrenamiento malo, sin constancia, en el que entrenaba un día sí, tres no y el cuarto si coincidía. Está claro que este es un valor primordial.
También está el hecho de que, cuando vemos a un grupo que va delante de nosotros, sacamos fuerzas de donde muchas veces no las hay para poder alcanzarlos. Una vez dentro de ese grupo, por pequeño que sea, iremos mucho mejor resguardados del viento y mucho más rápido forzando menos. Ahí está la que se podría llamar "capacidad de superación", aunque no sea ésto exactamente.
Luego también está la motivació. Cuando está más motivado, más rinde. Con menos motivación, menos se rinde. Cuando uno va a un Campeonato de Europa de campo a través, estará más motivado que si va la carrera del barrio de no sé dónde, que está perdido en no sé qué ciudad de no sé qué país que está por ahí no se sabe muy bien dónde, ¿no? Igual que no es lo mismo correr delante de toda la familia (aunque sea la carrera ésa que no conocía nadie) que correr entre personas que no has visto nunca, y que ni ellas te conocen a tí ni tú a ellas. También está cuando un corredor va detrás de tí, te va cogiendo distancia y, de golpe, aparece la motivación y eres capaz de ganarle al sprint o, por lo menos recuperar algún metro de los que él había quitado anteriormente.
También suele hacer acto de presencia la cabezonería de cada uno: podemos ir a 200 pulsaciones, pero pensar: "No paro hasta llegar a meta". A mí, personalmente, me ha pasado una vez, donde me costó todo un triunfo llegar a meta: salí en el primer kilómetro como una bala, por delante de todos los atletas de calidad de Zamora. Me marché. Acababa de empezar la temporada, me emocioné demasiado e intenté hacer 5 kilómetros a ritmo de 1000... claro, que luego me pasaron todos los atletas de nivel, pero, por lo menos, llegué a meta y, además, fuí justo detrás de ellos, ganando a un par de atletas que venían detrás de mí (estoy hablando de la III Carrera Popular Mucho X Vivir").

No hay comentarios: