jueves, 26 de agosto de 2010

Ánimo para Alejandro Valverde

Tenía pensado hablar sobre Carlos Sastre, uno de los favoritos a ganar en la Vuelta a España, pero, después de darle vueltas a una noticia que he leído en el Marca, he decidido hablar de esto. Alejandro Valverde es una persona muy agradable, como, por ejemplo, pudo comprobarse en la 17º edición de la Perico Delgado. Él, al igual que Óscar Pujol, participó en la marcha y la acabó, llegando segundo, pero sin dorsal. Al entrar en meta, no había cogido el agua que daban y ya estaba haciéndose fotos, al igual que Óscar Pujol. Todo el mundo le decía algo animándolo, y, aunque fuese una aunténtica tontería, él lo agradecía. Yo tuve la oportunidad de estar un rato delante de él (no en la marcha, sino, cuando llegó) y, cuando pude hacerme la foto con él, le dije "muy bien, Alejandro". Él, con una sonrisa en la cara, me contestó: "Muchas gracias, chaval".
Yo creo que es muy injusto lo que se le he a hecho. Como él bien dice, "me están robando dos de mis mejores años". Esto, una gran persona y un gran ciclista como Alejandro, repito, no se lo merece. Desde la dichosa OP, menos los aficionados, nadie le ha dejado en paz, venga a hacerlo controles y más controles, pasaba el tiempo y no daba positivo. Hasta que un día, pues le hicieron cualquier gamberrada y lo sancionaron dos años.
Vamos a ver, si a Vinokurov y a Basso los sancionaron en su día también por la OP, ¿por qué no lo hicieron entonces con Alejandro, si hubiera tenido algún problema, que lo dudo? Vale, no hubiera ganado la Vuelta del 2.009, pero...
Y, otra cosa, si le han sancionado porque los italianos no quieren que Alejandro pueda compeir con Basso en su país, por ejemplo, ¿por qué no lo dejan sin correr en Italia durante el tiempo de la sanción, como hicieron en un principio, y punto? Entre la sanción de dos años sin correr y esta otra sanción, prefieron esta última.
Alejandro, tocayo, que sepas que, desde Zamora, hay un gran admirador tuyo que está deseando locamente que vuelvas y, aunque suene mal, le des en las narices a todos aquellos que te han criticado.

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