sábado, 14 de agosto de 2010

Crónica de mi carrera en Navalmoral de la Sierra




Ayer tuve competición en Navalmoral de la Sierra (Ávila) donde conseguí mi tercer triunfo consecutivo en atletismo. Desde luego, las ganas de competir en ciclismo se me han quitado por completo.
Cuando llegué a Navalmoral, después de pasar La Paramera con un coche delante que no se atrevía a pasar deprisa, estuve con mi tía (que es la que conoce este pueblo) y fuimos al lugar de la inscripción. El hombre de la inscripción, que, según me contaron, es de los mejores de Navalmoral, estaba algo estresado porque no le hacíamos caso con las filas. Iba avisando a los corredores de diferentes edades para que nos apuntáramos, pero, al final, lo dejó por imposible y, según íbamos llegando, nos iba apuntando. Cuando me apuntó a mí, en Infantil, sólo estaba yo, ya que los otros se habían borrado.
Mi tía me presentó al alcalde de Navalmoral de la Sierra. Se acordaba de los correos que le había envido preguntándole por la información de esta competición.
Yo iba a correr sobre las siete y media, así que lo único que tenía que hacer era calentar a mi hermano, que corría antes que yo. Su salida fue bastante mala, pero los codazos que soltó fueron majos.
Había un ciclista de la Fundación Provincial Deportiva marcándonos el camino. Cuando ya los Alevines, Infantiles y Cadetes estábamos en la salida, fue a ver si el recorrido estaba cerrado a los coches. Volvió y resulta que había dos sitios que no. Juan Carlos, el que daba la salida, dijo que, cuando diera la salida, iba a cerrarlo. Salida: una cuesta arriba: nos quedamos tres. Yo pensaba que se iban a tener que reventar, o ellos solos o "con ayuda"; al final, ellos solos. Me quedé yo solo con el de la Fundación. Cada vez sacaba más distancia, hasta que llegó un momento en el que el de la bici me dijo: "Afloja, que les saca mucho". Aflojé un poquito, iba cansado. Fuimos hablando un poco. Cuando llegamos a la última recta, esprinté. Al entrar en la Plaza, empecé a bajar el ritmo y a levantar los brazos. Llegué a meta, me quitaron el dorsal y me puse una chaqueta del C.D Atletismo Zamora y fuí a por la bolsa que nos daban. Y el segundo aún no había llegado... Pero lo peor fue que me decían que hice como Lance Armstrong, y eso para mí es un insulto.
Luego, corrió mi padre, pero mejor no os cuento cómo quedó... Que lo diga él...

2 comentarios:

Andrew dijo...

Enhorabuena campeón ;)

Por lo que cuentas, suena a victoria con la gorra.
Con tanta superioridad podrías haber regalado la victoria a tu rival a lo Contador en Tourmalet.

Alejandro dijo...

Bueno, eso de que podía haberle regalado la victoria... si hubiera llegado conmigo, ¿no te parece? Jaja. Estuvo bien, me lo pasé de lo lindo y, además, gané. ¿qué más se puede pedir?