El cicloturismo es una de las modalidades más practicadas dentro del ciclismo, y de las pocas, por no decir la única, que no está en decadencia, y cada día tiene más participantes en las diversas marchas que componen al cicloturismo.
El ciclismo ya de por sí es un gran deporte, pero hay mucha gente a la que no le gusta y, por tanto, hace que este deporte esté en decadencia. Pero, por suerte, hay una modalidad dentro del ciclismo que no trata de competición (aunque muchos se empeñen en hacerlo así), sino un “mundo” diferente: el cicloturismo. ¿Qué eso? No os voy a dar definión de diccionario, porque seguro que no viene esta palabra, pero sí que voy a comentar un poco cómo es. Los cicloturistas son personas que salen a disfrutar del ciclismo (repito, siempre hay alguno que va a competir), con los típicos piques entre los amigos en alguna cuestecilla. Muchos, intentan mejorar su tiempo del año anterior, otros, intentan simplemente hacer una marca para, otro año, batirla, otros, buscar una cicloturista y disfrutar del paisaje... En definitiva, podemos entender por cicloturismo a aquella actividad ciclista (que no comptitiva, y menos una actividad ciclista de competición) donde se disfruta del paisaje o se intentan hacer mejores marcas.
Una vez hecha la introducción sobre qué es el cicloturismo, donde predomina el ir tranquilo con piques y el no competir, pasamos a otro aspecto. ¿Por qué el cicloturiso es un deporte en aumento, mientras que el ciclismo de competición (y esta vez sí que es de competición) está en decadencia? Es curioso, la verdad, no lo vamos negar. Puede que el cicloturismo sea una... ¿válvula de escape con la bici de carretera? Puede ser, es una opción que no sé vosotros, pero yo no voy a descartar. Otra razón podría ser que, al ir fuera de competición, haces muchos más amigos, te relacionas más. Y, a la hora de los piques e incluso, si vemos que nos descolgamos, podríamos entrar en los relevos.
El cicloturismo es una buena práctica del ciclismo. Puede que a muchos les guste llevar buenas bicicletas, llevarlas siempre a punto, hacerse las piernas (ahí entro yo, pero lo mío es por el atletismo y, ya de rebote, quedo bien en el ciclismo), pero, está claro que todos predominan por querer pasar un ratito sobre la bicicleta. No sé si compararlo con el atletismo, puesto que en esto de las competiciones somos algo especiales. Me voy a arriesgar: esto es como un atleta que se decide a correr una prueba popular, ya sea de 5000 metros o de maratón. Al final, se acabará enganchando. Eso, podríamos unirlo un poco al por qué el auge del cicloturismo.
Una de las ventajas (que ya antes he tratado un poco por arriba) es que haces amigos. Amigos con los que coincides un domingo en una cicloturista, otro en otra, en otra, en otra... Y, al final, os acabáis saludando como is conociéseis de toda la vida. Y, si a eso le añadimos que son de la zona, alguno incluso queda con ellos.
Y, no me puedo olvidar de una cosa, aunque no sé muy biena qué viene. Voy a hablar de un “tópico” muy común: las quejas. Raro, ¿verdad? Pues más de uno seguro que os identificáis: “no he entrenado nada este año”, “no ando nada, me quedo en todos los puertos”, “hace dos semanas que no salgo”, “me duele el culo, hacía mucho que no salía y esta semana he sumado casi 300 kilómetros”... ¿Sigo? ¿Sabéis ya de lo que hablo? Me acuerdo de un artículo que Antonio Alix escribió en la revista “Runner´s” titulado “De Lamentos y Excusas” (nº 102, agosto de 2010, www.runners.es), donde comentaba que, muchos conocidos, en las salidas de cicloturistas o carreras populares le van a contar sus pena y, de hecho, “hay quien nunca me ha contado algo positivo”. Cuánta razón tiene Alix...
En definitiva, ¡no dejéis de practicar cicloturismo!
Por cierto, no sé si os habréis fijado, pero este artículo lo he escrito de forma diferente, añadiendo un breve párrafo arriba en negrita. Espero que os guste.
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