jueves, 17 de septiembre de 2015

Prueba: Nike Vomero 9

El tema de las zapatillas es un tema muy, muy abstracto. Cada uno tenemos unas necesidades deportivas diferentes, igual que una pisada diferente. Cuando hablamos de tipos de zapatillas, tenemos que pensar cuál es el modelo que realmente se adapta a nuestras características siguiendo unos parámetros determinados: peso, pisada, kilómetros semanales, regularidad con la que entrenamos, si las vamos a utilizar para rodajes, series o competiciones, si necesitamos más o menos amortiguación… Muchos parámetros a tener en cuenta a la hora de comprarnos unas zapatillas. Esto ha provocado que en el mercado nos podamos encontrar con unos catálogos cada vez más amplios de zapatillas para correr o, como actualmente suele decirse, zapatillas para running.
Las zapatillas también se han ido acoplando a las necesidades deportivas y personales de cada uno, y, a base de tecnología (las zapatillas actuales de atletismo son, en muchos casos, pura tecnología) hemos llegado a tener zapatillas para todo tipo de atletas. Y, por suerte, nada tienen que ver con las zapatillas que se utilizaban hace 40 años, sin apenas amortiguación, y muy pocos modelos en los mercados para elegir. Pero lo que apenas ha variado en los últimos años han sido las marcas. Hace 25 ó 30 años ya hablamos de prácticamente las mismas marcas que actualmente, algo que puede ser bastante beneficioso, pues se han ganado una clientela fija y nosotros, como clientes, ya sabemos qué marcas nos van bien y cuáles mal.
De entre esas marcas míticas se encuentra Nike. La marca estadounidense es, actualmente, una de las más prestigiosas del mercado por historia y material. Durante su larga existencia ha ido sacando varios modelos, y ahora mismo en el mercado podemos ver sus zapatillas para sesiones de carrera continua, series, competiciones, pista, cross, y para gente que no busca competir, sino solamente salir de vez en cuando a correr y sumar sus kilómetros. Han ido desarrollando modelos de zapatillas para todo el mundo, con una buena amortiguación. Pero no solo de eso ha dependido su fama. Aparte de fabricar zapatillas y ropa deportiva, han patrocinado y patrocinan a diferentes deportistas, ya no atletas, sino de otros deportes. En el caso del atletismo, míticos como Chema Martínez o Marta Domínguez han estado, durante su etapa como profesionales del atletismo, y actualmente tiene patrocinados a atletas de la talla de Roberto Alaiz.
Para mí, Nike ha sido la zapatilla que mejor se ha adaptado a mi pie. He utilizado Joma, Adidas, Asics, New Balance y Kalenji, ésta última marca solo para los clavos, y debo reconocer que Nike tiene algo especial que, en mi caso, las ha hecho diferentes del resto. Con Asics y las Boost de Adidas también he tenido buenas sensaciones, pero por encima, sin ninguna duda, está Nike. Comencé a utilizar esta marca en mi primera temporada, con unas blancas que utilizaba para correr, ir a clase, salir a pasear o con la bici… Luego ya comencé con las Pegasus 27, y a partir de aquí he tenido diferentes modelos de Nike. Y siempre he podido sacar, por norma general, buenas conclusiones con ellas, aunque, como siempre sucede, hay algún detalle que es negativo, pero en el caso de Nike esos puntos han sido muy pocos. Como anécdota, alguna vez comenté a mis padres algo así como “aunque me pague yo las equipaciones y zapatillas, con tanta ropa de la misma marca, le digo a alguien que Nike me patrocina y casi hasta se lo cree”.
Ahora me he juntado con un par de zapatillas Nike para entrenar, mientras que para competir estoy apurando unas Boost de Adidas. De los dos pares que tengo, hoy voy a hacer una pequeña prueba sobre las Vomero 9. De las Vomero me habían hablado genial en temas de amortiguación, pero, como siempre pasa, hasta que no son probadas por uno mismo no sabes si te van a ir bien o, por el contrario, no se van a poder adaptar a tu pie. En el caso de las Vomero 9, ésa adaptación ha sido la adecuada, mis pies y ellas se han entendido perfectamente desde el primer día, y he podido comprobar que todo lo que me habían dicho sobre ellas era verdad.

Comenzando a hablar por la amortiguación, Nike sigue en su línea, aunque debo reconocer que he notado ciertos cambios respecto a otros modelos que he probado de esta marca. En un principio puede parecer una amortiguación más dura respecto a otras zapatillas de Nike, por lo menos a mí me pareció una zapatilla más dura. Pero el hecho de que parezca más dura no quiere decir que no tenga amortiguación. El impacto que se produce al dar con el pie en el suelo es un problema a la hora de tener lesiones, y estas Nike evitan que parte de ese impacto llegue a nuestras articulaciones, intentando desplazar hacia fuera una parte de estos impactos. Está claro que mandar fuera por completo ese impacto es casi imposible, pero con las Vomero 9 se ha logrado que el impacto que llega a nuestras rodillas o a la cadera sea mucho menor.
El tema de la amortiguación suele ser importante a la hora de las competiciones. Es complicado en muchas ocasiones saber cuál es el punto exacto de amortiguación cuando se trata de correr dando el máximo de nosotros mismos, cuando se trata de correr una prueba a un ritmo de tres minutos kilómetro. Cuando corremos un 1500, podemos coger zapatillas más ligeras sin apenas amortiguación, pero cuando se trata de correr una media maratón o una maratón, cuando estaremos corriendo ya muchos kilómetros a ritmos vertiginosos, aparece la duda. ¿Mezclar amortiguación y comodidad, o mejor tener menos amortiguación y más comodidad? Normalmente, los atletas de élite tiran por la segunda opción, mientras que somos los más populares los que elegimos la primera. Personalmente, yo no recomendaría las Vomero 9 para competir, pues si bien mezclan amortiguación y comodidad, quizá esa amortiguación puede perjudicar cuando se trate de correr a 3.00 min/km, pues no olvidemos que una zapatilla con buena amortiguación nos hará perder algún segundo cuando corremos a esas velocidades.
Sobre esa comodidad de la que escribía en el párrafo anterior, Nike no ha cambiado en la forma de estructurar sus zapatillas. En la parte delantera se abren bastante, dejando los dedos en un amplio espacio (dentro de lo que es una zapatilla), mientras que en la zona cercana al tobillo son unas zapatillas más cerradas, lo que permite apretar bien los cordones a esa zona. Personalmente, me parece un sistema muy cómodo, pero que tiene sus matices. En mi caso, y digo en mi caso porque también debemos tener en cuenta que cada pie es diferente, he tenido que esperar a haber completado dos o tres sesiones hasta que la zapatilla se ha dado un poco de sí y se ha hecho un poco a la forma de mi pie para poder apretarlas bien fuerte sin que se aflojaran. Con Nike siempre me ha sucedido lo mismo, durante las primeras sesiones, por mucho que las apretara, se acaban aflojando, y ya era a partir de la tercera o cuarta sesión cuando he podido dejarlas bien apretadas durante toda la sesión.
La tela sobre la que se fabrican estas zapatillas debo reconocer que no me convence. Normalmente en verano no pillo charcos, claro, pero a partir de otoño siempre hay días de niebla, lluvias… Lo que hace que en muchas ocasiones nos toque correr por caminos húmedos e incluso con charcos. Cuando, por alguna circunstancia, el barro o el agua llegan a la tela de las zapatillas (anda que no me ha pasado veces rodando por Valorio y, como a mi, supongo que a todos vosotros rodando por cualquier camino) las acaba humedeciendo, y a mi personalmente me resulta impresionante cómo eso puede llegar a degradar la tela de las zapatillas. Éstas Nike parece que, aunque tienen ese problema, es en menor medida, pues la tele, solo de forma aparente, es un poco más resistente, lo que le da solo medio punto más de confianza, pero sigue siendo una cuenta pendiente que Nike debe intentar mejorar. El caso más llamativo de problemas con la tela me ha sucedido con el penúltimo par de Nike Pegasus que tuve, las 28, fue muy curioso cómo en cuanto entraban en contacto con alguna zona de barro en Valorio (este bosque, por mucho barro que quiera tener, no tiene nada que ver con otros que he visto en crosses como Atapuerca o Venta de Baños, y suele ser complicado que los charcos de barro pasen del piso de la zapatilla, por lo que tampoco sería excesiva la cantidad de barro que llegaría a la tela) aquello se degradaba de un día para otro por mucha prisa que me diera para quitar el agua o el barro. Como decía, en las Vomero 9 sí está un poco mejorado respecto a otros modelos previos que he tenido de Nike, pero sigue siendo algo a mejorar.
Sobre el color, Nike sigue apostado por colores llamativos para todas sus prendas deportivas. En el caso de las Vomero 9, el naranja sigue en su línea. Personalmente, los colores que esta marca utiliza sí me gustan, aunque muchos conocidos me han comentado, en el caso de estas zapatillas, que son muy, muy llamativas. Esto, supongo, irá según los gustos de cada uno. A mi, como decía, los colores me gustan, entre otras cosas porque soy de los que piensan que, cuando se trata de ir por carreteras, aunque tengan poco tráfico, tenemos que ser lo más vistosos posible, por lo que, en este aspecto, para mi Nike tiene un punto a su favor.
Para cerrar la prueba, voy a hablar de una forma más genérica sobre Nike. He llegado a la conclusión de que es una marca que solo fabrica para un determinado tipo de atletas, con una determinada pisada y para un uso determinado, por lo menos dentro del atletismo. Son muchos los que me han comentado que las Nike les han ido mal para las rodillas, mientras que otros me han dicho que son las únicas zapatillas con las que se encuentras cómodos. De otras marcas, por ejemplo Asics o Adidas, me han hablado bien de unos modelos, peor de otros, unos modelos van bien, otros peor, pero de Nike nunca he visto término medio. Solo es algo que a mi me parece, no sé si realmente sucede o no así.

No hay comentarios: