martes, 12 de agosto de 2014

Carta a una antigua amiga

Buenas, compañera. Parece mentira cómo pasa el tiempo, ¿no crees? El tiempo es pasajero, ahí está el ejemplo, pero tu no lo eres. Llevas ahí muchos años buscando a gente para llegar al más alto nivel, tantos, tantos, que pocos recuerdan cuándo apareciste o quién fue tu inventor; sin embargo, te has logrado mantener ahí, supongo que, en gran parte, por todo el séquito que te rodea porque, de no ser así, quizá todo habría sido de otra forma y tu, compañera, no existirías. Si estás ahí supongo que será, en gran medida, por los diferentes amores que has tenido a lo largo de los años y en diferentes categorías. Esos amores han sido, en algunos casos, eternos, y en otros, como el nuestro, pasajeros, logrando que acabase con cierto sabor a requemado. No es del todo parte tuya, pero eres una partícipe de gran calibre.
Compañera, nuestra relación, hay que entenderlo, no cuadraba. Tu, ante todo, buscabas lanzarnos de alguna manera a carreras de más nivel, es decir, te acompañábamos a un ross, y a otro, y a otro, donde siempre te encontrábamos, y tu buscabas que la carrera fuese difícil para que los atletas que estuviesen delante tuvieran nivel. conmigo te portaste especialmente bien en aquel cross en la pradera de Catimpalos, aunque luego las cosas no fueron mal respecto a las sensaciones que tenía entrenando. Pero debes entender que yo no buscaba ganarme la vida con esto porque, como más de una vez me han dicho persons que entienden de deporte, del ciclismo se vive mal, pero del atletismo no se vive. Además, nunca me motivó un elemento que me tenías un poco ocultado al comienzo de nuestra relación, pero que en cuanto me di cuenta de cómo iba, me di cuenta de que esto no nos funcionaría. Sí, hablo de marcas, mínimas. Yo corro por afición, no para sufrir, pues para eso está nuestra vida, que ya nos hará sufrir. Sin embargo, todo acaba rodeando a los puestos y a las marcas. Compañera, correr un campeonato será muy bonito, pero siempre y cuando no dependas tanto de tiempos, mínimas, marcas.
Esto, amiga, complicó todo, pero no fue lo único. Sabes que la cabeza me dejó de funcionar. Fui víctima de tu séquito negativo. El competir puro, el disputar todos los lugares donde nos encontrábamos, el querer ir siempre delante, no es nada, nada fácil de aguantar y junto a mi mal estado de físico, creí que lo mejor sería que me olvidara de ti. Viste que la última vez que nos vimos, en Atapuerca, las patas fueron, pero no había motivación, solo quería volverme a mi casa y olvidarme de ti, separarnos y tirar por nuestros lados. Ya no me gustabas, es más, te he llegado a odiar. No sé si el sentimiento es mutuo o solo por mi parte, pero quiero que lo sepas. 
Y no creas que me arrepiento. Este tiempo alejado de ti, querida competición federada, me ha servido para conocerme mejor. Al separanos, dejé de entrenar con el grupo habitual  y me marché al Correcaminos del Duero, un equipo popular al que ya podré pertenecer sin ningún problema cuando haya finalizado el tiempo de tu querida licencia anual, que será el próximo día 31 de octubre, aunque, no lo dudes, quiero que sepas que desde ahora mismo correré todas las carreras populares, de las que voy a hablar más adelante, con ellos. 
También quiero comentarte que es cierto que hemos tenido juntos algún momento bonito, y gracias a ti he podido coincidir con futuros corredores de élite, pues estoy seguro que algunos tienen cualidades para ello, pero, aunque no te siente bien, no ha sido juntos cuando más he disfrutado del atletismo, te lo voy a ir explicando. Recuerdo con especial cariño mi primer cross, que fue en Atapuerca, o cuando corrí el primer año en Aranda de Duero, o el mencionado cross de Cantimpalos. También nos vimos las caras en Venta de Baños, donde, aunque tenías un gran prestigio que te dio el paso de los años, fue un sitio donde lo tengo en la cabeza, sin más, un recuerdo. Pero te comentaba lo de los recuerdos positivos porque, resulta que los mejores los he tenido cuando no nos hemos encontrado, en tus queridas pruebas populares, donde realmente encaja mi mentalidad. Solo compartís la parte de "carrera", que es lo que a mi me gusta, y lo que os diferencia es lo de "federada", tu primer apellido, con el "popular", primer apellido de lo que a mi me gusta. Tengo en mente según escribo esto ir en un grupo con Agustín y Rui, un momento que fue muy interesante para mí, porque vi que estaba recuperado, (aunque quizá no es como yo pensaba, pues aún me cuesta recordarte sin partes negativas), y momentos como este, tengo muchos, porque es donde realmente disfruto, y eso, disfrutar, es el mejor momento de todos. Lo bueno que tienen las populares es que te las puedes tomar como quieras, pues se podría decir que, comparadas contigo, no se espera tanto a nivel deportivo como sucede contigo, que eres la encargada de mandar al atleta a lo más alto. Precisamente por eso los recuerdos que más me agradan están ahí. 
El motivo de esta carta ha sido una pequeña conversación hablando acerca de ti, una de las muchas conversaciones que he tenido sobre ti, porque sí, aunque no te lo creas, aún sigo mencionándote, por diversos motivos, pero lo sigo haciendo. Y veo que aún queda algo en mi cabeza que me tira para atrás para volver a verte. Te voy a ser sincero: no me motivas, no me apetece volver a calzarme unos clavos en un cross y luchar contra ti, mi cabeza contra ti, para ver quién puede. Soy competitivo, pero necesito la motivación suficiente para enfrentarme a los retos, como le sucede a todo el mundo, y ahora mismo eso no existe, así que sé que si llego allí y te vuelvo a ver, mi cabeza me pasaría una mala jugada, porque no estaría lo suficientemente preparado mentalmente para tomarme la prueba como a ti te gusta, así que prefiero quedarme con las populares.
Pues eso, compañera, que no nos volveremos a ver "los caretos". Necesito la motivación que tengo en las populares para ir a verte, y como ya te he dicho que no me la das, pues no nos volveremos a ver vestidos de atletas, aunque no descarto que cuando te pases por Zamora te haga una visita vestida de paisano, o puede que incluso de corredor, pero no de competición, sino una vez completado mi entreno, porque quiero que te quede claro que yo perseguiré mis objetivos populares. Querida competición federada, muchas gracias por los buenos momentos que hemos vivido juntos, pero por ahora seguiré con tu compañera, la popular. 

No hay comentarios: